Juanfer Quintero, Benedetto y el factor emocional de los refuerzos para River y Boca

Darío Benedetto y Juan Fernando Quintero son los dos regresos más rutilantes del mercado de pases. Además de su calidad futbolística, representan la ilusión de los hinchas de Boca y River.

Nadie descubre nada al decir que el fútbol es un negocio. Forma parte de la industria deportiva y tiene tantas cosas buenas como partes oscuras. Pero también es cierto que en nuestro país moviliza sentimientos fuertes y eso se ha plasmado en las incorporaciones recientes de los equipos más grandes del país.

Hace tiempo que Boca y River no movían tanto el mercado de pases al mismo tiempo. Desde adentro saben que para competir con los brasileños en la Copa Libertadores no les alcanza con lo que tenían y salieron a jugar fuerte. Lo hicieron con sus armas y dos personajes fundamentales que generan atracción por sí solas: Juan Román Riquelme y Marcelo Gallardo.

Por un lado, la figura del presidente del Consejo de Fútbol del Xeneize es muy fuerte y todo pasa por sus manos. El peso de la camiseta y el poder de convencimiento simbolizado en la frase ‘‘¿y si te llama Román?’’ tienen mucho de concreto. Así había llegado, en su momento, Marcos Rojo y estuvo a punto de incorporar a Edinson Cavani.

Del otro lado, el Muñeco es el hacedor del campeón del fútbol argentino y encarna un proceso del que cualquier jugador estaría interesado en ser parte. En los últimos años, además, logró un juego vistoso que identifica a los jugadores con la gente, e incluso va más allá de ganar o perder. Los futbolistas que pasan por su plantel tienden a potenciarse y ese hecho transforma al Millo en un lugar único.

Pero lo particular de este receso, es que las incorporaciones de Boca y River no apuntaron exclusivamente a mejorar en lo futbolístico. También hay un intento por mover el avispero y enviarle un mensaje a su gente. Ese objetivo de estimular emociones lo encarnan Darío Benedetto en el club de la Ribera y Juan Fernando Quintero en la institución del barrio de Núñez.

Ambos dieron muestras de estar a la altura de dos camisetas muy pesadas. El Pipa es el máximo goleador después del retiro de Martín Palermo y anotó tantos de una factura de altísima calidad, incluyendo cinco entre semifinales y final de Libertadores. El colombiano, por su parte, interpreta el paladar que la historia riverplatense tiene desde su orígenes y, por si fuera poco, marcó el gol que para muchos es el más importante de la historia del club, en Madrid.

Comparten el hecho de no haber tenido en el exterior tan buen rendimiento como en Argentina, pero la sensación es que regresan a sus respectivos ‘‘lugares en el mundo’’. Benedetto y Quintero nunca fueron tan decisivos en su carrera como en el xeneize y el Millo, lo cual también ilusiona a los propios protagonistas.

Si fuera por la cuestión económica, los contratos que se pueden pagar en nuestro país están muy lejos de los que hay en otros puntos del planeta. Pero los jugadores saben que llegan para relanzarse y volver a saborear el éxito. El cariño no se puede medir y, tanto el Pipa como Juanfer, tienen la certeza de que ningún otro refuerzo va a generar en los hinchas de su club lo que pasa con ellos.

Además, la rivalidad se ha potenciado con los duelos de los últimos años y lo que hace el vecino siempre se mira, por lo que se puede decir que, de alguna forma, se desafían mutuamente con estos arribos.
Mientras el fútbol argentino atraviesa un momento muy difícil producto de la crisis económica y la catarata de errores e imcompetencias dirigenciales, Boca y River recuperan dos figuras que venden entradas e ilusionan para lo que viene.

El fútbol mueve pasiones y tanto Riquelme como Gallardo lo saben. Sin dudas, hay una apuesta por levantar el nivel futbolístico y volver a pelear en serio la Libertadores, pero también hay un guiño hacia el público en tiempos donde el fútbol es una de las pocas alegrías que se pueden tener en el día a día.

GOLES ICÓNICOS QUE ESTÁN EN LA MEMORIA DEL HINCHA

Las fibras sensibles del hincha no son fáciles de tocar y los dos futbolistas lo hicieron con su talento y capacidad goleadora.

Al hablar de Juanfer, el segundo tanto para River en tiempo suplementario, en Madrid, tomó una relevancia como pocos goles en la historia de un club. El volante entró en el complemento y un rato después quebró la final de la Libertadores 2018.

En ese mismo torneo le anotó a Independiente en cuartos y un año después hizo uno tremendo contra Racing en el Monumental en el fútbol local. Su calidad se plasma en la pegada y la gambeta, algo que no abunda en el fútbol de hoy.

Por su parte, Benedetto se hizo letal en todo su paso por Boca. Fue máximo goleador del campeón del torneo doméstico que dirigía Barros Schelotto.

Pero en la memoria xeneize quedaron aquellos contra Palmeiras y ante el propio River, tanto en La Bombonera como en Madrid.

El gesto del hincha de Boca (‘‘está loco’’) tras el segundo grito contra los brasileños quedó grabado porque fue lo que muchos pensaron cuando vieron la jugada con giro y remate desde afuera.


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