Opinión: San Lorenzo y un callejón sin salida

El Ciclón perdió en Junín con Sarmiento, donde no jugaba hacía 41 años. El equipo de Troglio ganó un solo partido sobre nueve en la Copa de la Liga Profesional.

En general, los hinchas de San Lorenzo saben que los principales responsables de esta situación que vive el club son los dirigentes, con Marcelo Tinelli a la cabeza. Pero los jugadores que están hoy en el plantel tampoco muestran muchas cosas distintas.

La derrota de anoche por 2 a 1 con Sarmiento en Junín fue justa. Antes del primer gol de Jonathan Torres, el local ya había pegado dos tiros en los palos, con Sebastián Torrico volando de un lado al otro mientras los defensores perdían por arriba y por abajo.

El arquero es uno de los pocos (por no decir el único) que se salva en medio de un rendimiento individual colectivo muy bajo. Es que al Ciclón no le sobra nada contra nadie en el fútbol argentino y, además, no liga nunca. Cuando fue a buscar el empate, las pocas chances que tuvo en los pies de Martegani o Nicolás Fernández terminaron afuera, en los rivales o en las manos del arquero de Sarmiento.

Fue otro partido con pocas respuestas. Hay momentos en los que parece que San Lorenzo puede jugar un año que no va a hacer un gol. El descuento de ayer llegó por Néstor Ortigoza en un penal que, sin el VAR, Pitana no hubiese visto.

Pero lo peor para San Lorenzo no es el presente, por más feo que se vea. En términos futbolísticos e institucionales, el azulgrana todavía no tocó fondo. Es un equipo que puede estar peor porque lo ocurrido en el pasado repercute en las herramientas con las que hoy cuenta.

Varios futbolistas que ya no están y que mostraron poco y nada cuando se pusieron la camiseta, dejaron solamente deudas y malos recuerdos. Los dirigentes que firmaron esos contratos están de licencia (como el presidente Tinelli) o son parte de la comisión directiva que hoy está en en club, y son los mismos que tienen que apagar el incendio.

El regreso de Matías Lammens para gestionar «desde afuera» mientras ejerce el cargo de Ministro de Turismo y Deportes, algo que no es precisamente muy prolijo, es la única puerta que San Lorenzo se abre con vistas al futuro.

En el medio está Pedro Troglio, que aceptó la propuesta para agarrar un fierro caliente pero cada vez obtiene menos respuestas del plantel. Desde 2016 para acá, los técnicos duran 12 fechas promedio en San Lorenzo. Es evidente que el problema no pasa por los entrenadores, porque además tuvo de todos los estilos posibles.

En el fútbol siempre el fusible es el DT pero los dirigentes ya saben que ahí no está el punto, entonces cuando Troglio esbozó públicamente, hace un par de semanas, que si no encontraba respuestas no iba a seguir en el corto o mediano plazo, las alarmas se encendieron de nuevo. Lammens y Horacio Arreceygor (presidente en ejercicio) quieren evitar que el técnico se vaya y le prometieron cuatro refuerzos de jerarquía para el próximo mercado de pases. La pregunta es ¿con qué plata? porque si hay algo que no tiene el club son recursos económicos.

Mauro Cetto asumió el año pasado como mánager pero la gestión deportiva oscila entre malas elecciones de refuerzos y traer lo que puede.

Anoche, en el vestuario de la cancha de Sarmiento, Troglio decidió no dar conferencia de prensa post-partido por primera vez desde que llegó. Más allá de no ser responsable principal de esta situación, es difícil pensar en que si no gana pronto continuará en su cargo.

Ahora, las miras están puestas en el partido del miércoles en San Luis por Copa Argentina. Si llega a quedar a fuera contra Racing de Córdoba, que milita en el Federal A, es muy probable que Troglio se vaya, porque además sabe que maneja un barco donde los marineros reman pero no avanzan.

El técnico es querido y respetado por el plantel, pero la falta de jerarquía de los jugadores conspira contra cualquier intención de mejora. En medio de un clima futbolístico e institucional muy complejo, Troglio queda entre la espada y la pared. Si Pedro saca a flote esta situación será recordado por su logro, pero su camino parece la crónica de una salida anunciada.

Una gran problema a futuro es que San Lorenzo está en el puesto 21 de los Promedios sobre 28 equipos y el año que viene descienden cuatro. De no ser por la gran cantidad de clubes en primera, propia de la falta de coherencia dirigencial en el fútbol argentino, el Ciclón ya estaría muy complicado para mantener la categoría, algo que inevitablemente pasará si no hay un volantazo a tiempo.

La incógnita pasa por saber cómo va a generar recursos para mejorar el plantel, porque tiene enormes deudas y con el paso de los partidos el valor de los jugadores va decreciendo. ¿Quién le va a querer comprar un futbolista a San Lorenzo si juega cada vez peor?


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios