La nueva normalidad del fútbol regional entre intervenciones y elecciones

Las irregularidades en las ligas regionales no son de ahora pero, tanto en Confluencia como en Lifune, explotaron en las últimas semanas. El presidente de la Federación Patagónica y asesor del Consejo Federal, Juan Pablo Beacon, opinó al respecto.

Entre intervenciones, deudas y demoras en llamados a elecciones, las ligas del fútbol argentino viven una nueva normalidad marcada por comisiones que intervienen para ordenar y las fuertes disputas políticas. Pasó en la Liga Profesional, también en Mendoza y La Rioja y, a su vez, en la región.

Tanto la Liga Confluencia como la Lifune se encuentran en procesos de normalización a partir de irregularidades en su funcionamiento y aguardan por una asamblea para renovar sus autoridades después de mucho tiempo. En los dos casos, actuó la dirección de Personas Jurídicas de cada provincia. En ambas, hay grietas entre dirigentes y los problemas internos pusieron en jaque la competencia.

Juan Pablo Beacon es uno de los dirigentes regionales más importantes a nivel nacional y ocupa un doble rol que hace que su opinión sea de peso en lo referido a la situación de las ligas zonales. Es el presidente de la Federación de Fútbol Patagónica y, a su vez, se desempeña como asesor legal del Consejo Federal de AFA que nuclea a la disciplina en el interior del país.

“Los fundamentos de la normalizadora están dados en que la Liga debía varios ejercicios contables y legales”, expresó Beacon en diálogo con Río Negro.

“La no injerencia de los organismos gubernamentales en las federaciones y asociaciones del fútbol federado está muy arraigada. Está en el reglamento del CF, de AFA, de Conmebol y de FIFA, es un principio irrenunciable casi divino. En estos casos siempre aparece el fantasma de la desafiliación”, amplió.

El peligro ante estas situaciones es que los poderes ejecutivos los utilicen para decidir de acuerdo a sus intereses.

En ese sentido, Beacon afirmó: “como miembro de una Federación tengo la postura de que lo peor que le puede pasar a una liga es que se meta la política, es algo muy nocivo para las instituciones deportivas. Es un principio que tenemos la mayoría de los dirigentes en el mundo”.

De todas maneras, el asesor legal del CF aclaró que “a veces es necesaria una normalización” y puso como ejemplo a la Comisión que estuvo a cargo de AFA después del 38-38 entre Luis Segura y Marcelo Tinelli, que finalmente derivó en la elección de Claudio “Chiqui” Tapia. En este momento, es algo que ocurre en la Liga Profesional y también en La Rioja y Mendoza.

Nunca puede ser positivo que la política de cualquier orden o el poder judicial intervenga. Particularmente la Liga Confluencia no puede mirar hacia el costado, si la mayoría de los clubes aceptan la normalización está bien”, indicó Juan Pablo.

Sobrados son los ejemplos de la injerencia del poder político en los clubes de fútbol. Pablo Verani, en Deportivo Roca, Jorge Sobisch en Independiente de Neuquén y Jorge Arriaga en Cipolletti, fueron algunos de ellos.

En este tipo de casos, el apoyo del Consejo Federal está supeditado a los objetivos de las comisiones normalizadoras.

“Si se cumplen los plazos nosotros acompañamos. En cambio, si la normalizadora intenta ejercer el poder de manera indefinida, el CF puede sancionar y hasta desafiliar”, aseguró.

En cuánto a cómo incide en la deportividad, el dirigente advirtió que las consecuencias de no proceder a la normalización podían ser peores.

“La irregularidad con Personas Jurídicas que tenía la Liga podía hacer que el CF no la homologue, lo que es casi una suspensión de desafiliación porque impide que participen en torneos federales”, comentó.

El titular de la Federación Patagónica explicó que “hay que tener en cuenta la ley pública y la deportiva”.

“Los miembros de la AFA tiene un doble estándar de control, uno estatal bajo ley pública y uno federativo por la ley deportiva. Nunca se chocan entre ambas pero cada asociación se somete a ellos. Como órganos de aplicación de la ley deportiva exigimos que garanticen la no injerencia de organismos administrativos, gubernamentales y judiciales”, continuó.

“A su vez pedimos a las ligas que tengan regularidad en su inscripción pública. En la Confluencia había una irregularidad en este sentido y eso desembocó en que la dirección de personas jurídicas intervenga una comisión normalizadora”, concluyó al respecto.

Beacon reconoció estar menos inmiscuido en la actualidad de Lifune, dado que la liga neuquina no participa activamente de la Federación. El caso de Luis Sánchez es emblemático en esta discusión dado que mantuvo su cargo de presidente de Lifune y de Ministro de Deportes por varios años hasta su salida en diciembre del 2021.

“Lifune siempre tuvo las puertas abiertas pero tuvo una gestión que creyó que la integración regional no servía o no representaba sus líneas políticas y decidió no estar. Es una de las más importantes de la Patagonia. La integración regional permite la defensa de los derechos de cada liga. Ojalá que participe y se integre en el fútbol regional”, aseveró.

Para que las ligas regionales gocen de buena salud será fundamental que regularicen sus papeles, dejen sus diferencias de lado y cumplan con los ejercicios democráticos.


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