Lautaro y Aníbal, asistencia perfecta para dos de los mejores alumnos del Patagonia Run

Los dos corredores, que estarán este viernes disputando las 100 millas, estuvieron presentes en las 15 ediciones que lleva el Patagonia Run.

El centro de acreditaciones del Patagonia Run es un hervidero. Gente que entra y que sale, personal que trabaja para el evento que viene y que va, y todo el mundo que busca su foto con el banner de la carrera a sus espaldas. Todo parece un caos, pero no lo es. La organización de la carrera más importante de trail y ultratrail running del continente tiene todo en su lugar y fluye a la perfección.

Los 15 años de historia no pesan sobre el Patagonia Run. Al contrario, mejoran con el tiempo. Para corroborar esto, hay testigos directos que lo certifican. Y lo hacen desde la mirada más importante de toda esta movida: la del atleta, la del corredor, la del que recorre los senderos bajo un entorno de ensueño, con sol, con lluvia o con nieve. Suele pasar también que San Martín de los Andes tenga los tres estadíos a la vez. Es parte del encanto.

Hay dos que no faltaron nunca en estas 15 travesías, que estuvieron en la primera, allá por el 2010, y estarán a partir de este viernes formando parte de la edición 2025. La PR sólo no se disputó en el 2020 por la pandemia, una prohibición que recayó a sólo dos semanas de la largada que dejó a 5.000 atletas con las medias puestas.

Esa fue la única carrera que se perdieron Lautaro Charra y Aníbal Poggi, dos experimentados corredores de montaña que lucen con orgullo el rótulo de asistencia perfecta. Lautaro nació en San Martín pero a los cinco años se fue para Neuquén capital. “Estar de cara frente al lago (Lácar) es una de las imágenes que guardo de chico. Correr cada uno de estos años en el lugar que nací, para mí es una satisfacción”, afirma el corredor neuquino que este viernes estará tomando parte de las 100 millas, la competencia estrella del Patagonia Run.

Aníbal Poggi mira, mientras Lautaro Charra cuenta su historia dentro del PR. (Foto/Andrés Maripe)

Aníbal acusa 63 años, el año pasado entró segundo en su categoría dentro de las 100 millas y ahora va por más, aunque el resultado final en el clasificador no le quita el sueño ni mucho menos. “Soy de Buenos Aires, pero vengo a San Martín hace más de 30 años. Es una ciudad que me encanta, me gusta mucho el entorno. Una vez me enteré que organizaban una carrera de ultratrail running y me anoté sin dudar. Me gustó tanto, que nunca más falté”.

Hechas las presentaciones, ambos corredores, que si bien hace poco se habían enterado de que ambos compartían el récord de asistencia plena al PR, no se conocían personalmente. Se juntaron a pedido de Diario Río Negro, en la previa a la largada de las 100 millas que será este viernes a las 14:30 en la base del Cerro Chapelco.

Cuenta Aníbal. “En la primera edición había dos distancias: 50 y 80 kilómetros. Me anote en 50… Pero a partir del año siguiente, siempre disputé la de mayor extensión. Fui subiendo gradualmente hasta llegar a las 100 millas, que se corren en el PR desde el 2018”.
Lautaro tiene la palabra: “Nací acá en el hospital y terminar mi primer carrera en el PR a una cuadra de distancia del Lácar fue muy simbólico para mí. Siempre me gustó el ultratrail, así que cuando se instauraron las 100 millas, ya me clavé ahí. A veces bien, otras no tanto, pero disfrutando siempre de este paisaje y de su gente”.

Aníbal se reconoce como un embajador de esta prueba y de San Martín, aunque sostiene que “lo primero que cuento cuando vuelvo a Buenos Aires es cómo me fue en la carrera”. La humorada le da pie a resaltar virtudes que generalmente son compartidos por todos. “La organización es increíble, la gente que te acompaña, el estar acá ya es espectacular… Cuando vuelvo a casa, los canso a todos de contarles cómo se vive todo esto acá. La experiencia aquí todos los años es distinta. Si bien son 15 años viniendo, no hay una carrera igual a la otra. Cambia el clima, cambia el recorrido, pero siempre es una experiencia alucinante”.

Lautaro correrá las 100 millas con el dorsal 31. (Foto/Andrés Maripe)

Cuando les preguntamos qué la hace diferente esta competencia a otras, Poggi no deja lugar a dudas. “Para mí la organización es lejos la mejor de América, siempre están al servicio del corredor. No hay improvisación, está todo planificado, hay mucha gente asistiéndote en el circuito. Siempre van a estar ayudándote porque la finalidad de ellos es que llegues, que tengas tu medalla finisher”.

Lautaro, que tiene 47 años, sostiene que la primera vez que vino a correr “no sabía muy bien cómo me metí en esto. Cuando estás subiendo un cerro, te preguntás: para qué me metí en esto. Pero como para Patagonia Run cada corredor es único, eso es lo que te hace volver. No dejan nada librado al azar, te cuidan siempre, intentan que hagas tu mejor carrera y cuando tenés un bajón, te levantan para que sigas. Los PAS (puestos de asistencia) son increíbles, el espíritu y el empuje que te dan para que continúes es único. Quieren que llegues, si tenés frío te ponen al lado del fuego, te resguardan… Eso es muy importante para el corredor que pasa tantas horas en la montaña”.

Aníbal Poggi y Lautaro Charra no faltaron nunca en los 15 años de la Patagonia Run. (Foto/Andrés Maripe)

Cuando corrieron la primera, ninguno de los dos se imaginó estar hoy disputando la 15, pero Lautaro sostiene que después de correr las cuatro primeras “a Patagonia Run la elegís siempre, el mes de abril siempre está reservado en mi calendario”. Aníbal coincide y afirma que “apenas termine esta que voy a correr, ya estoy pensando en la del año que viene”. Antes de la despedida, casi simultáneamente, dejan una certeza: Patagonia Run se corre, siempre.