Raúl, el más veterano de la Regata: del paracaidismo al canotaje sin escalas

Con 80 años, Montiel, que corre en Travesia K2 caballeros D y representa a Necochea, dejó la adrenalina del aire para vivir la emoción de remar en el río Negro.

La Regata del río Negro es un evento sin edad, que por reglamento puede tener un piso mínimo pero de máxima y si la pasión por el canotaje no ha pedido jubilación, la edad jamás será un impedimento para vivir la sensación de estar disputando la travesía más larga del mundo.


La mítica prueba está en su día de descanso para esta edición 2023, aunque Raúl Rolando Montiel podría seguir remando sin importar el tiempo. Para él no pesan en absoluto sus 80 años y tampoco le da mucha importancia a eso de ser el palista más veterano que está compitiendo en la Regata.


Tampoco los aparenta. Según él quizás sea porque hizo deporte toda su vida, aunque la última disciplina que llegó para llenar el casillero que le faltaba haya sido el canotaje.
“Comencé haciendo remo, single scull, y después dejé de hacerlo por una cuestión laboral”, cuenta Raúl que dejó la calidez de Necochea por el frío de Puerto Santa Cruz para trabajar el calamar y allí fue donde agarró el kayac, para ver de qué se trataba. Tenía casi 60 años.


“Cuando volví de allá , continué remando hasta que un día se me dio por venir a correr la Regata, allá por el 2017″, recuerda Raúl quien ya lleva cuatro travesías corridas. “En las tres anteriores llegué a Viedma, vamos a ver qué pasa con esta. No venimos muy preparados esta vez con mi compañero, pero estamos disfrutando de la prueba”. Montiel comparte bote con Néstor Trivino, están en la categoría K2 travesía caballeros D y representan a la Escuela Municipal de Kayac de la Lobería.


El apego de Raúl por el deporte es absoluto y se puede decir que lo ha disfrutado en todas sus formas. En un campo de juego, sobre y bajo del agua (practicó buceo y caza submarina) y también en el aire. “Soy instructor de paracaidismo. Lo hice durante mucho tiempo, pero tenés que estar preparado para hacerlo, ahí no podés improvisar. Hace bastante ya que dejé de practicarlo. No se pierde la licencia, sólo que todos los años tenés que renovar un apto físico para volver a saltar”.


Para esta travesía, el objetivo de Raúl sigue siendo llegar a las playas de Viedma y está confiado porque para él lo peor ya pasó. “El calor estuvo muy bravo, principalmente en la primera etapa. En cuanto al recorrido, en las últimas tres el río es más ancho, sin tanta correntada. La segunda etapa fue complicada, muy técnica, intricada. Tenés que estar muy concentrado si no querés dañar el bote en las correderas y los pedreros”.


Raúl es el más veterano de esta edición y estuvo a punto de hacer dupla con el que hubiera sido el más joven, aunque por pocos meses no pudo hacerlo. Valentino Nenna, cerca de cumplir los 15 años, también es de Necochea y está tomando parte del Touring, la categoría recreativa que se reflotó este año en la Regata. “El año que viene, o la corro con Raúl, o me subo a un olímpico para estar en el K2 junior con otro compañero de allá”, dice con entusiasmo Valentino.

Raúl Montiel y Valentino Nenna. Foto: Walter Rodríguez


La pasión por la Regata no sabe de calendarios. El llamado del río se vive y se siente, y para eso no hay edad.


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