River fue el imán y la Copa Argentina puso su encanto

El equipo de Gallardo fue la gran atracción en el estadio Padre Martiarena de Salta. Para los hinchas y también para sus ocasionales rivales.

La Copa Argentina tiene guardada en su génesis el ADN de los viejos Torneos Nacionales, donde de tanto en tanto los hinchas del interior disfrutaban, alambrado de por medio, de los ídolos que en ese tiempo sólo llegaban impresos en diarios y revistas.

Hoy lo hacen a través de formatos más modernos, pero la fascinación del simpatizante sigue siendo la misma. Anoche River se presentó ante Deportivo Laferrere en el Padre Martearena de Salta y el deslumbramiento fue total. El 5-0 final del Millo fue casi la anécdota final de la fiesta.

No solamente de los hinchas salteños, sino también de todo el mundo interior del popular ‘Lafe’, cuyo entrenador Cristian Aldirico anticipó que el duelo por los 32avos de final ante el Millo sería “el partido más importante de la historia del club”.
También quisieron ser parte de esa historia, los más de 4.000 los hinchas del Villero que cruzaron medio país en colectivo para estar junto a su equipo.

Sin dudas el arquero de Laferrere, Carlos Morel, no olvidará jamás que al minuto de partido, le ganó un mano a mano a Julián Álvarez, la última joya que acuñó el fútbol argentino y que acaba ser vendido al Manchester City de Pep Guardiola.
El delantero, que no había estado ante San Lorenzo por la Copa de la Liga a causa de fuertes mareos de último momento, reapareció en Salta y fue la principal preocupación del fondo Villero, que aguantó el marcador en cero hasta donde pudo.

El abrumador poderío de River sobre el equipo de la Primera C se manifestó en el marcador cuando a los 25’ un centro de Juanfer Quintero, encontró la cabeza de Bruno Zuculini. Ya no hubo vuelta atrás claro.
Flaqueó Laferrere con la desventaja y el equipo de Marcelo Gallardo, por lógica futbolera, decantó el juego a su favor.

Se activó la dupla Juanfer y Esequiel Barco para que Álvarez, de cabeza a la media hora, amplíe una ventaja que antes del descanso se transformó en goleada con el gol de penal de Quintero.

Por plantel, jerarquía, presupuesto y un abismo de cosas más, para el ST sólo se esperaba por cuántos goles ganaría River su partido debut en esta edición de la Copa Argentina. Elías Herrera se dio el lujo de marcar su primer gol con la camiseta de River y fue José Paradela el encargado de cerrar la cuenta en cinco para un estreno a puro grito y celebración.

Esta fue ese imán que tienen los grandes lo activó River, quien atrajo hinchas, y también rivales, a su alrededor. Una vez más, la Copa Argentina hizo su parte: acercar a través de una competencia al equipo ostentoso con otro entusiasta que va por la gloria, como este Laferrere que el año pasado dio el gran golpe dejando en el camino a Estudiante. Esta vez la gesta no pudo repetirse. Es que enfrente estuvo este River, que por Copa Argentina alcanzó anoche nada menos que 27 partidos sin perder en los 90′.

Boca lo venció por penales el año pasado en octavos tras un 0-0 en tiempo reglametario, y si ambos siguen su ruta victoriosa, podrian encontrase en semifinales, pero esa ya es otra historia…


La Copa Argentina tiene guardada en su génesis el ADN de los viejos Torneos Nacionales, donde de tanto en tanto los hinchas del interior disfrutaban, alambrado de por medio, de los ídolos que en ese tiempo sólo llegaban impresos en diarios y revistas.

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