Derrames de petróleo sin control

El Día del Medio Ambiente encuentra a la localidad petrolera de Rincón de los Sauces con serios problemas derivados de la contaminación que acarrean las empresas petroleras, que sin embargo no son denunciadas ni desde los organismos del Estado ni desde las organizaciones dedicadas a la controlar los problemas ambientales.

RINCON DE LOS SAUCES (ARS).- Los derrames de petróleo se siguen produciendo en la zona de Rincón de los Sauces, por el desinterés ecológico de algunas empresas y el precario control de los entes oficiales.

Los principales yacimientos petrolíferos y gasíferos de la provincia del Neuquén, están dentro del ejido municipal de esta ciudad (el 80 por ciento del petróleo de Neuquén y el 60 por ciento del gas de la provincia se extrae de Rincón).

«Puesto Hernández», «Lomitas», «Chigüido», «Aguada Chivato», «Desfiladero Bayo» y «Cerro Bayo», son algunas de las áreas ricas en hidrocarburos explotadas activamente por las productoras que operan en la cuenca.

La proximidad del río «Colorado» con algunos de los yacimientos antes mencionados, incrementa la complejidad de los planes de contingencia que las compañías deberían realizar ante un impacto ambiental.

Algunos de los derrames más recientes producidos en la zona, llegaron hasta el río y otros afectaron seriamente la fauna y flora autóctona del lugar contaminado.

A mediados del pasado mes de mayo, una alta concentración de petróleo se observó en el «Colorado» a 10 kilómetros de esta localidad, río arriba.

«Río Negro», estuvo en el lugar con un grupo de periodistas locales que contemplaban con preocupación la oscura mancha.

La furiosa correntada producida por fuertes lluvias, lavó rápidamente ambas orillas del río despojando al curso fluvial de la evidencia más visible.

Sin embargo, viejos petroleros que se desempeñan en el área, tomaron muestras de los vestigios del derrame que quedaron hasta una semana después del hecho.

En la oportunidad, la Dirección Municipal de Medio Ambiente, informó que «nosotros recorrimos el área pero no pudimos ver nada, estaba oscuro y llovía», dijeron.

Ninguna de las empresas petroleras denunció irregularidades durante el temporal, quedando como un episodio dudoso que ninguna autoridad quiso investigar. (ver recuadro)

Días después, un derrame de increíbles dimensiones, recorrió entre cinco y siete kilómetros en la zona conocida como «Aguada Chivato».

El espeso líquido contaminante acumulado en un río seco, no llegó al río Colorado, ya que las lluvias cesaron horas antes de que una batería de la empresa «Gas Medanito» reventara por excesiva presión.

«El camino estaba bloqueado por el mal tiempo y nuestros camiones no pudieron llegar hasta la batería para bajar el nivel de petróleo», se excusó Néstor Colado, jefe de operaciones de «Gas Medanito».

Consultado sobre los recorredores de las instalaciones que deben obligatoriamente verificar a diario la presión de los tanques, Colado respondió que «los operarios hicieron su trabajo», terminó.

Medio Ambiente de la municipalidad tomó conocimiento del problema a través de este diario y tuvo una desinteresada intervención ante la empresa responsable.

«Ya pusimos sobre aviso a las autoridades de Neuquén», manifestó Néstor Figueroa, encargado del sector.

Tres días después de que «Río Negro» publicara la información sobre el hecho, efectivos de Gendarmería Nacional llegaron al área en conficto para «levantar muestras de lo ocurrido».

En forma evidente, la empresa se había encargado de «limpiar» el zanjón empetrolado quedando escasas manchas para hacer los estudios de impacto ambiental.

Este diario llegó al contaminante escenario un día después del derrame y un día antes de que se inicien las tareas de limpieza.

Desde la municipalidad informaron que «ningún funcionario de la provincia arribó al lugar y nosotros nos limitamos a comunicarle lo ocurrido a quienes corresponde, pero tenemos otros inconvenientes más urgentes que resolver», enfatizaron.

Los derrames de petróleo ocurridos en 1996 por las negligentes instalaciones de la empresa «YPF», actualmente «Repsol-YPF», provocaron dos importantes cortes de ruta, uno de los cuales fue protagonizado por toda la comunidad rinconense.

Esta compañía mejoró los planes de contingencia para eventuales derrames, pero en ocasiones sigue siendo noticia por contaminación.

El último derrame de gran magnitud en campos explotados por «Repsol-YPF», ocurrió a fines de 1999 a 15 kilómetros de Rincón.

La fuga de petróleo se originó a dos kilómetros de la ruta provincial número 6 y llegó rápidamente a la capa asfáltica. A sólo 200 metros se encuentra el río Colorado.

Despreocupado interés de funcionarios y autoridades

Rincón de los Sauces (ARS).- Las autoridades ejecutivas, legislativas y funcionarios de esta ciudad, demostraron escaso interés por los últimos derrames de petróleo.

La noticia de nuevos sucesos contaminantes cercanos a Rincón de los Sauces el pasado mes de mayo, se difundió rápidamente por las radios F. M. locales.

Sin embargo, la mayoría de los siete ediles que componen el cuerpo deliberativo de la localidad petrolera, emitieron escasas opiniones con respecto al tema.

«Y, lo que sucede es que estamos atados de pies y manos con las petroleras. Todos sabemos que arreglan arriba y nosotros no podemos hacer nada», señalaron desde el bloque del Movimiento Popular Neuquino.

Los justicialistas se mantuvieron al margen de la situación y con perfil bajo lograron desentenderse del conflicto.

Por último, el tercer bloque que compone el Concejo Deliberante, «Mover» (Movimiento Vecinal Rinconense) mostró gran preocupación por los continuos derrames en Rincón desde principio de año.

Sin embargo, por tratarse de un bloque unipersonal, el único concejal que lo compone, Migue Napal, carece de fuerza al momento de someter a votación proyectos ambientales y otros referidos a la ecología.

Por su parte, el intendente Omar Rueda no realizó declaraciones sobre la situación y tampoco lo hicieron sus colaboradores más cercanos, a pesar de las insistentes preguntas de este diario.

El gobierno de turno se limitó a responder pobremente que «pusimos sobre aviso a los funcionarios de Neuquén».

Una amplia franja de vecinos que dialogaron con «Río Negro», se mostraron molestos por la mínima preocupación de quienes llegaron al poder, con promesas de «fuertes multas para las petroleras que contaminen el suelo de nuestros hijos».


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