Desbarataron una banda y recapturaron evadidos

CENTENARIO

Durante un megaoperativo, las policías de Neuquén y Río Negro desbarataron una banda de delincuentes que operaba en el Alto Valle. En seis allanamientos, que realizaron en simultáneo en Neuquén capital y Centenario, demoraron a 12 personas, entre ellos dos prófugos de la Justicia rionegrina, quienes quedaron detenidos.

Cuatro de los procedimientos se llevaron a cabo en Centenario y los otros dos en la capital neuquina, informó el inspector de Delitos, Carlos Vallejos.

Así, lograron dar con dos evadidos del Penal 2 de General Roca. Se trata de Guillermo «El Mula» Páez y Humberto Fraile González, de nacionalidad chilena, que se habían escapado de la cárcel rionegrina hace alrededor de un año y medio, y que están condenados por varios asaltos. Los dos están a disposición del juzgado a cargo de Juan Pablo Chirinos. Fraile González es conocido en el ambiente delictivo de la zona, pero además fue uno de los protagonistas del motín que en 2000 mantuvo en vilo a toda la provincia de Mendoza.

Además, ayer fueron demorados otros ocho hombres y dos mujeres, todos mayores de 30 años, y se secuestraron armas de fuego y proyectiles.

En Centenario se secuestró una escopeta calibre 28 con 19 municiones del mismo calibre, y en otros operativos se encontró una 9 milímetros (que habría sido robada a la policía neuquina) y una 38. Los procedimientos se concentraron en el barrio San Martín (calle San Pedro) y en el barrio Del Alto, en la manzana 514. De allí se llevaron a una mujer detenida.

Más de 8.500 pesos, 250 dólares, equipos de luces, equipos de humo para las fiestas, computadoras, equipos motorola tipo handys fueron hallados en esta localidad.

De los elementos secuestrados, la policía considera que al menos se correspondían con hechos denunciados en nueve robos diferentes en Neuquén capital, y en todos ellos, la característica en común fue que se produjeron con el uso de armas y con la intervención de más de tres personas (en banda). También habría elementos robados en la provincia de Río Negro.

Una de las mujeres sería «cabecilla» junto a alguno de los secuaces, en tanto se consideró que los dos delincuentes que tenían pedido de captura podrían ser del grupo coordinador de los robos. Los prófugos habrían pasado la mayor parte de su vida en cárceles rionegrinas.

La tarea de inteligencia previa a los operativos venia de la labor de las brigadas rionegrinas, se precisó.

De la totalidad de los robos que se correspondían con los secuestros, algunos habían sido «entraderas» y en otros habían captado a sus víctimas a través del ofrecimiento de algún artículo, y cuando el comprador iba a la cita, le desvalijaban la casa o le sacaban la plata que tenía encima (en el caso que el encuentro fuera en un lugar público).

«La fiscalía deberá establecer los roles, no son familiares, la mayoría son conocidos», dijo escuetamente Vallejos al solicitársele precisiones respecto al grupo de demorados.

Hasta ayer por la tarde, todos permanecían en el departamento de Delitos, mientras que la fiscalía de delitos violentos deberá definir el grado de responsabilidad que se le imputará a cada uno, y la acusación.