Descartaron que haya sido por una «epilepsia secundaria» 22-4-03

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ROCA (AR).- Roberto García sufrió un derrame cerebro vascular en octubre de 2000. Esto le causó una hemiplejia en su lado izquierdo que lo llevó a un tratamiento psicológico y a una rehabilitación. El médico Raúl Villafañe fue quien lo asistió en la rehabilitación en ADANIL, y al declarar como testigo hizo mención a la denominada «epilepsia secundaria». El especialista indicó que esto puede traducirse en convulsiones, sacudidas de brazos o piernas, trastornos fugaces de conductas con períodos de «crisis de ausencia». Sobre este último punto, dijo que quienes sufren epilepsia secundaria, «pueden caminar, cruzar la calle, caminar tres o cuatro cuadras, y luego reaccionar». El testigo aclaró que lo dicho «es válido en sentido general, y que en el caso de García, cree que al menos el síndrome depresivo estaba». Sin embargo, los jueces rechazaron la posibilidad de una «epilepsia secundaria» al momento de los crímenes. Argumentaron que «la historia vital de García, no registra convulsiones». Incluso, resaltaron lo dicho por el profesional: «surge del examinado un relato secuencial de los momentos anteriores, contemporáneos y posteriores al hecho que se le imputa». Los camaristas concluyeron que «los episodios de violencia no necesariamente deben atribuirse a las crisis epilépticas». El camarista Gauna Kroeger concluyó en que «los hechos incriminados a García fueron cometidos con plena comprensión de su criminalidad y con plena dirección de sus acciones. No ha existido interferencia de ningún episodio epiléptico». Esta postura fue compartida por los vocales de la Cámara Primera del Crimen, Flora Susana Díaz y Mario Enrique Bufi.

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