Desde Provincia criticaron el fallo que reivindicó el «trabajo sexual»

La subsecretaria de las Mujeres, Patricia Maistegui, aseguró que no se ajusta a derecho, genera confusión y promueve el consumo de prostitución.

El polémico fallo del juez Alejandro Cabral que reivindicó el «trabajo sexual» fue criticado por la subsecretaria provincial de las Mujeres, Patricia Maistegui. «No está conforme a derecho», aseguró. El magistrado absolvió a un hombre que fue acusado de haber prestado colaboración secundaria a otra persona con el fin de prostituir a diez mujeres en el local «Anfitrión» de Plaza Huincul.

“¿Qué es más digno, ser trabajadora sexual o trabajar como empleada doméstica, barrendero, limpiador de cloacas, o en trabajos precarizados como los de Glovo, Uber, etc.? Algunos de estos se pagan muy mal y en negro, ¿no es eso explotación?”, preguntó Cabral.

Maistegui explicó que no se puede comparar la prostitución con un delivery o cualquier otro trabajo físico por las consecuencias que tiene en las mujeres: «es aberrante, pierden su libertad». La funcionaria resaltó que la experiencia con víctimas rescatadas muestra que terminan fuertemente afectadas, tanto a nivel corporal como psíquico.

Es una real vergüenza, cualquier persona tiene que conocer las leyes, más un juez»,

criticó la subsecretaria de las Mujeres, Patricia Maistegui.

Además, la subsecretaria enfatizó que no se trata de un contrato bilateral entre partes porque hay un hombre consumiendo el cuerpo de una mujer que es tratado como un objeto, «no importa que pague». Describió que las mujeres se encuentran en un estado de vulnerabilidad, por lo que existe un alto grado de violencia.

Maistegui también le respondió a Cabral por su aseveración de que en el sitio “se realizaba copeo”, y que eso “no integra de ninguna manera la prostitución”. La funcionaria, que es abogada y especialista en los temas de trata y prostitución, detalló que una «copera» es una mujer prostituida porque se dispone el contexto para que esto suceda. Resaltó que queda probado en la descripción de los hechos, como que el hombre retenía el 50% de lo que los hombres pagaban.

La investigación también fue puesta en duda. Cabral escribió que las «presuntas víctimas» declararon que «iban al boliche cuando querían, que algunas cumplían un horario, otras no. Algunas dijeron que esa noche del allanamiento fue la única vez que habían ido”. Maistegui respondió: «hay que ver cómo tomaron las declaraciones» y contó que en casos de mujeres rescatadas es habitual que ellas mismas «no se consideren víctimas» hasta que salen del contexto de violencia y pueden procesar lo que les ocurrió.


La Provincia es abolicionista


La subsecretaria afirmó que la provincia de Neuquén «es abolicionista» porque sigue la línea de la Constitución Nacional, que incorporó convenios y leyes en este sentido. Explicó que el abolicionismo es una línea que busca proteger a las mujeres, niñas y niños víctimas de prostitución.

Maiestegui aseguró que, en este sentido, el fallo de Cabral no está conforme a derecho porque no respeta normas como el «Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena», la «Convención de Belém do Pará» y la «Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer» (Cedaw por sus siglas en inglés).

Consideró que tampoco se respetaron las leyes «Palacios» contra la explotación sexual, de 1913, y de profilaxis, sancionada en 1936.

«Acá hay una cuestión de derecho que se tiene respetar, sobre todo alguien que imparte justicia», exigió Maistegui.

Lamentó que con el fallo se genera confusión en la ciudadanía, dando por tierra todo el trabajo que se realiza desde los organismos para generar consciencia, y se fomenta el consumo de la prostitución.


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