Desgarrador relato del salvaje crimen en Regina
Florencia (6) fue asesinada a hachazos. Su mamá y su hermano estuvieron graves.
César Izza
ROCA/VILLA REGINA (AVR).- Comenzó ayer en la Cámara Criminal Segunda el juicio contra Joaquín Rolando Oyarzún (20), acusado por el crimen de Florencia Ochoa (6) y la tentativa de homicidio contra la madre de la pequeña, Verónica Rivas, y el hermanito de la víctima, Mateo, de 8 meses.
Oyarzún se defendió diciendo que no recordaba nada del ataque porque en las horas previas había consumido alcohol y cocaína; mientras que Rivas, quien logró reponerse de las gravísimas heridas con un hacha que sufrió en la noche del 24 de noviembre de 2011 en su casa del barrio Matadero de Villa Regina, sostuvo que la brutal agresión tuvo una connotación sexual, porque ella se negó a mantener relaciones con el imputado, que es su primo.
Hoy sigue el juicio ante los jueces Oscar Gatti, María Evelina García Balduini y Gastón Martín, quienes deberá resolver el pedido realizado por la defensora oficial Flavia Rojas para que se practique una pericia psiquiátrica y psicológica al detenido.
El testimonio de la mujer y otras pruebas señalan a Oyarzún como el único responsable del ataque. “Siempre me pregunté por qué hizo esto, más que todo a mis hijos, y jamás tuve respuesta”, señaló Rivas. “A Florencia la atacó para que no hable, si ya lo había hecho conmigo, y al nene porque es hijo de (Pablo) Reyes”, actual pareja de la mujer, agregó.
Rivas relató cómo fue atacada hasta el momento en que quedó semiinconsciente. Dijo que su primo llegó a su casa esa madrugada aduciendo que le llevaba dinero de parte de Reyes. “Cuando abrí la puerta sentí un escalofrío, tenía una mirada rara. Me pidió agua. Ahí Florencia se despertó y prendió la luz, cuando me di vuelta me empezó a atacar, dijo que me amaba y que me tenía que matar, empezó a ahorcarme con un alambre o algo que me pinchaba el cuello”, contó la mujer, y señaló que mientras la atacaba la manoseaba.
La nena, desesperada, tomó a su hermanito en brazos y pedía que no le pegara a la madre. “Estaba desvaneciéndome cuando me dio con un hacha en la cabeza y luego en la espalda, después no podía ver ni moverme”, contó Rivas. Dijo que no vio el ataque a sus hijos “pero sentía que lloraban mucho”.
Un vecino, Javier Vázquez Ruiz, contó que esa madrugada no escuchó gritos pero sí durante unos ocho minutos oyó golpes constantes y repetitivos contra las paredes; su hija sí escuchó el llanto de los pequeños. “De golpe todo el ruido cesó”, y diez minutos más tarde oyó los gritos desgarradores de Reyes, quien había ingresado a la casa y se había encontrado con el cuadro atroz.
Su esposa, Fresia Oñate, también acudió a la casa y creyó que Verónica estaba muerta. “Mi hija me dio al bebé, y yo que fui enfermera lo llevé a mi casa y lo empecé a lavar porque tenía sangre y tierra. En un momento se me descompensó y se puso cianótico”, relató. Enseguida a Mateo lo trasladaron en un patrullero al hospital. “El policía que estaba en el auto me dijo que tenía que esperar la ambulancia, pero otro intervino y le ordenó que llevara al bebé porque se estaba muriendo”, recordó.
Florencia sobrevivió y ayer relató terribles detalles.
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