“Destino de los fondos: clonar tarjetas y cocaína”

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Tom Hays AP

NUEVA YORK .-Cuando un agente estadounidense encubierto se hizo pasar por un cliente nuevo y se registró en la firma de transferencias electrónicas por internet Liberty Reserve, con sede en Costa Rica, nadie en la empresa lo objetó, pese a que usó el nombre de “Juan Falso’’, residente en la “Calle Inexistente número 123’’ de la “Ciudad Inventada’’. En el mismo registro el agente encubierto escribió que las transacciones digitales de divisas eran para “trabajos de clonado en cajeros automáticos’’ y “para la cocaína’’. Tampoco hubo problemas. De hecho, fiscales federales en Manhattan dicen que el anonimato y la delincuencia eran la esencia de Liberty Reserve. “La única libertad que Liberty Reserve le daba a muchos de sus usuarios era la libertad de cometer delitos, pues se volvió un centro popular para estafadores, hackers y traficantes’’, dijo el fiscal federal de Estados Unidos en Nueva York, Preet Bharara. Agregó que “la esencia del negocio… era el anonimato, múltiples capas de anonimato’’. “Liberty Reserve se estructuró y operó deliberadamente para ayudar a otros delincuentes a permanecer en el anonimato, imposibles de rastrear e intocables’’. De acuerdo con los funcionarios estadounidenses, la empresa tenía un alcance monumental: Durante unos siete años, Liberty Reserve procesó 55 millones de transacciones ilícitas en todo el mundo para un millón de usuarios, entre ellos 200.000 en Estados Unidos. Liberty Reserve cobraba una tarifa de 1% sobre las transacciones de los operadores o intermediarios con nombres ficticios que convertían los fondos en monedas reales a dinero virtual y luego de nuevo en dinero en efectivo. El presunto fundador de Liberty Reserve, Arthur Budovsky –quien renunció oficialmente a su ciudadanía estadounidense tras decidir establecerse en Costa Rica– y otro socio acusado, identificado como Azzeddine el Amine, fueron arrestados el viernes en el aeropuerto Barajas de Madrid mientras trataban de regresar a Costa Rica. Ambos quedaron detenidos en España, a la espera de una audiencia de extradición a Estados Unidos. Otros dos hombres fueron arrestados la semana pasada en Nueva York, entre ellos Vladimir Kats, el cofundador de Liberty Reserve. Otro de los acusados fue detenido en Costa Rica.


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