Diez cajeros por mes son agredidos por consumidores en Neuquén

Alrededor de diez trabajadores mercantiles deben ser asistidos cada mes por la violencia que ejercen los consumidores en su contra.
“Se da principalmente en la línea de cajas de los grandes supermercados”, explicó el secretario gremial del Centro de Empleados de Comercio, Ramón Fernández.

El Deliberante tiene en estudio un proyecto de ordenanza en el que se prevé modificar el estatuto de “cajas preferenciales” por el de “cajas exclusivas” para que finalicen las controversias en la hilera entre los compradores cuando las personas que tienen preferencia en la línea de cajas son atendidas antes que las que no tienen dificultades.

“Ha habido casos en las que personas con alguna discapacidad, o una persona mayor o una mujer con un niño en brazos ha tenido dificultades para acceder a la prioridad porque otros clientes en la fila se niegan a ceder el espacio, pese a que saben que esa caja es preferencial”, sostuvo la autora de la iniciativa, María Eugenia Ferrareso.

El proyecto no se tratará en la sesión pautada para hoy. Estaba previsto agregar otros ítems, como por ejemplo, la obligatoriedad del supermercado a tener más cajas de este tipo abiertas si las tiene disponibles. Sin embargo, no hay un consenso al respecto. “Hubo una discusión sobre el tema pero no se pudo conciliar si esto era o no competencia del supermercado”, dijo el secretario de la comisión, Francisco Baggio

Fernández del CEC indicó que “los clientes se desquitan con la persona de la caja permanentemente, principalmente en las grandes superficies”, dijo. Agregó que la violencia va desde la verbal (insultos y gritos) hasta la física (empujones o cachetadas).

“Cuando tenemos delegados gremiales hacemos control. Pedimos personal de vigilancia, efectivos policiales, que la empresa realice la denuncia y que el trabajador tenga la contención que corresponde”, sostuvo el gremialista.
Indicó que debido al estrés y los nervios, en oportunidades requiere de una licencia por el día o una certificación mayor para la atención de un profesional.

“Desde hace unos años tenemos una campaña de no violencia contra los cajeros, a contrapelo del slogan de que el cliente siempre tienen la razón. Hay cosas que son de sentido común como darle prioridad a una embarazada en una caja preferencial, pero si no hay control, no se le cede el paso”, dijo.

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Agregó que “muchas veces esto se produce por la multiplicidad de tareas: el de la caja es a su vez el repositor y según la necesidad del supermercado, prioriza esta tarea y se cierra una caja. Si falta el precio en una mercadería, o si el cliente pide hablar con el gerente o el supervisor y no aparece, se la agarran con la persona de la caja”, ejemplificó.
Esto ocurre por lo general cuando el comprador lleva horas en una hilera de pago de mercadería.

Describió que si en una superficie grande hay al menos unas 20 cajas “deberían estar abiertas el 75 por ciento durante el día en aquellos días de mayor afluencia, y el 100 por ciento cubiertas en los horarios picos de esos días”, opinó.