Dilma se impuso por amplio margen, pero no logró eludir el balotaje

AP

BRASILIA (DPA/AFP/AP) – La candidata oficialista, Dilma Rousseff, lideró ayer con claridad (casi 13 millones de votos) las elecciones presidenciales, pero fracasó en su intento de asegurarse el gobierno y tendrá que disputar una segunda ronda contra el opositor José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

La “delfín” del presidente Luiz Inácio Lula da Silva no logró concretar en las urnas el amplio favoritismo en las encuestas, en gran parte por el excelente desempeño de la tercera candidata, la ecologista Marina Silva, que llegó cerca del 20% de los votos.

Tras el recuento oficial del 99,2 % de las urnas, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) sumó un 46.74%de los votos válidos, un índice que está muy lejos de la mayoría absoluta (50,1%) que necesitaba para conquistar la presidencia en la primera vuelta.

La relativa “derrota” obligará a la ex jefa de Gabinete de Lula a cumplir casi un mes más de campaña para enfrentar el 31 de octubre a Serra, quien suma casi 33 millones de votos, (un 32,68% de los válidos), unos once millones menos que Rousseff.

Lo más sorprendente del escrutinio fue el desempeño en las urnas de la candidata del Partido Verde (PV), Marina Silva, quien más que duplicó su apoyo electoral en las últimas semanas y suma más de 19 millones de sufragios (un 19,43 % del total).

Rousseff, que pese a todo queda perfilada como favorita para el balotaje, no logró superar al fundador y líder del Partido de los Trabajadores (PT), el presidente Luiz Lula da Silva, quien ganó en segunda vuelta las dos presidencias consecutivas que está a punto de terminar.

Tal vez por esa experiencia, tanto la candidata como el mandatario restaron importancia, en las declaraciones que hicieron luego de emitir sus votos, a la posibilidad de tener que dirimir la Presidencia en el balotaje.

“Sea en el primer turno o en el segundo, quien hace un buen combate sale más fortalecido de lo que entró; ya es una victoria haber llegado hasta aquí”, dijo Rousseff. “En Brasil es muy difícil lograr más de la mitad de los votos en el primer turno”, completó Lula, quien aseguró que continuará “haciendo política”.

Rousseff dijo que encarará “con mucha garra y energía” la campaña que viene y anticipó los principales temas de su propuesta de gobierno. “Vamos a seguir trabajando para que los 190 millones de brasileños puedan disfrutar de las riquezas de Brasil y que nuestro país llegue a ser una economía desarrollada, no solo por el crecimiento del PIB (producto interno bruto), sino asegurando condiciones de vida adecuadas, con salud y seguridad pública de calidad’’, declaró .

En tanto, Marina Silva, anunció anoche que se reunirá para definir su postura frente a la segunda vuelta de los comicios

Según Silva, quien obtuvo casi 20 millones de votos, el apoyo a cualquiera de los candidatos en el balotaje será decidido también en base a consultas a “los núcleos vivos de la sociedad”, como organizaciones ecologistas y sociales que apoyaron su candidatura.

En un discurso ante sus correligionarios, Silva dijo que se siente “feliz y profundamente victoriosa” por haber logrado su principal objetivo: evitar que la elección presidencial de este año se convirtiera en un “plebiscito” en tre Rousseff y Serra.

Las sorpresas en los escrutinios cerraron una jornada electoral extremadamente pacífica en Brasil y con un recuento veloz. (Ver aparte)

Avance en el Congreso

En estos 135,8 millones de brasileños fueron convocados a las urnas no sólo para elegir al sucesor de Lula en la presidencia, sino también para escoger a gobernadores de los 27 estados y renovar dos tercios del Senado y la totalidad de la Cámara Baja y de las Asambleas Legislativas.

Proyecciones oficiales indican que la coalición oficialista tendrá una cómoda mayoría en ambas cámaras del Congreso, lo que facilitaría la gestión de Rousseff en caso de ganar la segunda vuelta.

La candidata del PT le restó importancia al relativo traspié y recordó que Lula fue electo en las dos ocasiones en segunda vuelta.

Acudieron masivamente a votar al sucesor de Lula, que por primera vez desde 1983 no es candidato.