Donde manda capitán…

<b>Con buenas alternativas para armar el equipo, Tito Vázquez se abre como una pieza clave para hacer realidad el sueño de ganar la Ensaladera de Plata.</b>

BUENOS AIRES (Cristian Helou, enviado especial).- Modesto Vázquez fue resistido cuando lo eligieron como heredero de Luli Mancini y, con el correr de las series, se ganó la confianza de casi todos. Hasta la serie con Rumania le faltaba la aprobación popular y la tuvo: minutos después del salto NBA entre Chela-Schwank para festejar el 3-0, Tito recibió una ovación desde todos los costados del Parque Roca.

Si Juan Martín Del Potro está para volver, si David Nalbandian tiene margen para recuperarse de sus lesiones, si Schwank agrandó su palmarés como doblista, si Juan Mónaco es más confiable, si Juan Ignacio Chela aparece como una gran opción para cualquier punto, si Horacio Zeballos arma tal vez- el mejor dobles posible, si Leo Mayer está en gateras.

Si pasan todas estas cosas y hay tantas alternativas, es Tito el hombre a seguir con mucha atención. Ni más ni menos porque es el que tiene que elegir. El capitán de 62 años cuenta con un buen potencial para ir por la Ensaladera de Plata y cortar con la interminable sequía. Ya demostró que tiene buen ojo, porque los resultados lo avalan. Y en medio de tantas alternativas, entran en escena cuestiones extra deportivas y disyuntivas que pueden darle paso a situaciones clave.

¿Hizo bien Tito en poner a un Nalbandian tan disminuido ante el 183 del planeta? Ésa fue la pregunta que se hicieron todos con el diario del lunes, en el mismo instante en que David cerró el partido con Adrian Ungur. Vázquez se la jugó seguramente presionado por Nalbandian-, pero se la jugó al fin. Y eso es lo que se necesita de un capitán. ¿Le pudo salir mal? Le salió bien y a otra cosa. Al fin y al cabo era una serie ganable en todos sus puntos y el del cordobés ante el rumano fue el primero, con mucho margen de cara al futuro inmediato.

Seguramente Tito entendió que David en un 80% era más que Chela o Schwank en un 100×100. El tema fue que ese 80 se transformó en 60 en la primera bola y terminó vaya a saber en qué porcentaje. ¿Qué pensó el capitán después del juego? Sólo él lo sabe y seguramente tomó nota.

En cuanto a lo extra deportivo, hay laburo para Vázquez. Mucho. El año pasado, cuando estuvo en Neuquén, dijo que no pretende que Del Potro y Nalbandian vayan juntos a misa. Al tiempo, el Gato Gaudio dijo en Cipolletti que hay una cuestión de egos entre dos grandes jugadores, que quieren la gloria y ninguno afloja. Y el sábado, después de ganar el punto 3, Chela, con su habitual perfil bajo, largó: Si todos tiramos para el mismo lado y nos apoyamos, podemos ganar la Copa Davis”.

Tres voces con manchas de polvo de ladrillo que confirman que el de Unquillo y el de Tandil están a un campo de tener una buena relación. Dicen que tuvieron una charla en Auckland y que hicieron una especie de pacto, pero Del Potro estuvo en tierras bonaerenses y hasta se dio una vuelta por la Capital Federal durante la serie, pero ni asomó por el Parque Roca. Mayer, afuera del equipo por lesión, se pegó una vuelta y festejó con los muchachos.

Argentina puso en marcha un nuevo sueño copero y el líder de la ilusión es Vázquez. Tiene la chance de juntar a dos top-top, pero también la facultad de bajar el pulgar y en la serie con Rumania se terminó de ganar la confianza. El es el capitán. Nalbandian y Del Potro, en esta historia, son marineros. Y todo el mundo sabe quién es el que manda.


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