Dos mujeres, dos historias: un camino hacia la identidad

Ana Laura y Marisol integran “Te estoy buscando Patagonia” una organización que nuclea a personas adultas cuya adopción no consta en los papeles. No son nietos ni hijos de desaparecidos. Luchan por el reconocimiento y el ejercicio del derecho humano a la identidad.

El acceso a la verdad genética se ha transformado en un elemento primordial para los integrantes de “Te estoy buscando Patagonia”, una agrupación orientada a la búsqueda de la identidad y origen biológico de las personas, en casos que no corresponden al periodo de la última dictadura militar. La agrupación, de Río Negro y Neuquén, está integrada por adultos descubrieron que son adoptados sin papeles que certifiquen ese proceso. No son nietos ni hijos de desaparecidos, pero sus historias se entrelazan con bandera de lucha por el reconocimiento y ejercicio del derecho humano a la identidad. Comenzaron siendo solo seis personas en un grupo de WhatsApp hasta que decidieron contar sus historias en las redes sociales. Hoy superan varios centenares más allá de la provincia.

“No existe un Estado que nos respalde en nuestra búsqueda, es todo nuevo para ellos. Por eso nos convertimos en detectives, abogados, psicólogos de nosotros mismos ante la falta de acompañamiento” expresó Ana Laura Ruiz, integrante de la agrupación.

Reconstruir la historia personal, conocer a los padres, el lugar donde nacieron, el nombre que los identifica antes de haber sido adoptados no es tarea sencilla.

Hace quince años, Marisol Bilbao supo que no era hija biológica de sus padres. Tras consultar a sus allegados, descubrió la verdad, aunque en su certificado de nacimiento figura como hija legítima de sus padres de crianza. “Mi mamá en un momento no podía tener hijos y tenía que hacerse tratamientos agresivos. Como no dieron resultado, decidieron adoptarme. El tema es que en la provincia hace 50 años no había registro de adopción, por eso se trasladaron a Neuquén”, indicó Bilbao. Ella cree no haber nacido en Roca, sino en Zapala, y que su madre biológica en estado de vulnerabilidad ha sido inducida a separarse de ella para recibir una mejor calidad de vida. “No se si mi nombre me lo puso mi verdadera madre o la enfermera. Puede ser Marisol o María Sol. Mis padres adoptivos me fueron a buscar al hospital de Zapala el 1 de septiembre de 1972 y me anotaron como su hija natural”, aseguró.

Ana Laura Ruíz nació en 1977, fue adoptada desde bebé y sus padres del corazón figuran como sus padres naturales en los registros de su nacimiento. A los 23 años decidió buscar sostén en su entorno. “Si no te están buscando, no busques. Eso me aconsejaron”, indicó. En 2015 se realizó análisis de sangre con la organización de Abuelas de Plaza de Mayo, y descartó vínculos con desaparecidos de la última dictadura. Decidida a no bajar los brazos, investiga para conocer quiénes son sus padres y las circunstancias de su nacimiento. “Decidí buscar al hombre que había firmado mi partida de nacimiento y era mi pediatra. Me confirmó que los datos estaban adulterados, pero me afirmó que lo hizo por cariño a mis padres adoptivos”, comentó Ruíz.

En el proceso marcado por silencios, angustias e ilusiones, es sinuoso el camino hacia la identidad negada. Certezas hay muy pocas. Ana Laura cree haber nacido en el hospital de Roca y que llegó a los brazos de sus padres por una asistente social. Ahora, presiente que está cerca de esclarecer sus primeros días de vida. “Como no tengo fecha exacta de nacimiento estoy buscando en los libros de actas del hospital”, contó.

La necesidad de descifrar los casos es el motor que no se apaga. “Te estoy buscando Patagonia” comenzó como una campaña de resilientes, pero pasó a ser un emblema para muchas familias que acompañan el movimiento, brindando datos que ayudan en las investigaciones. Conscientes del poder que tienen entre sus manos, de sanación y de reconstrucción de la propia historia, piden políticas públicas. “El Estado sabe lo que pasaba en la época en que nacimos. Somos cerca de tres millones los que estamos en la misma circunstancia en el país”, cerró Ana.

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Es ley el Programa de Búsqueda de la Identidad


La CONADI, es el organismo creado a pedido de Las Abuelas de Plaza de Mayo que desde 1992 trabaja para que el Estado ayude restitución de la identidad de los hijos de desaparecidos por razones políticas.

Para ampliar el universo de personas y hacer efectivo este derecho, el jueves pasado, la legislatura de Río Negro aprobó el proyecto de ley presentado por el Poder Ejecutivo que tiene como objetivo la creación del programa provincial de búsqueda de la identidad biológica o de origen, que facilitará asesoramiento jurídico, facilidades para exámenes de ADN, como así también garantizar el acceso a la información y documentación respaldatoria necesarias para dar respuestas a las peticiones por el derecho a la identidad.


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