Dr. Alderete, el neuquino que dibuja el rock
Entrevista a Jorge Alderete, el artista que encontró su lugar en la música y en la lucha libre a través del diseño y la ilustración. El elegido de los Cadillacs, Calamaro y Melero vive en México y de visita en su ciudad, habló con “Río Negro”
Personajes
Se enamoró de la posibilidad de decir y de contar a partir de dibujos apasionados y ya no se detuvo. Es ilustrador de tapas de discos de los Fabulosos Cadillacs, de Andrés Calamaro, de Daniel Melero, aunque también de libros y de mil muestras. Cada trazo suyo cautiva a los miles que miran.
Como sea, Jorge Alderete -o Dr. Alderete, como se lo conoce desde que se inventó un personaje para la MTV que finalmente jamás salió al aire, aunque el nombre se quedó con él-, el neuquino que vive en México desde hace 18 años, vuelve a visitar a su familia y “Río Negro” aprovechó ese viaje para conocer un poco más sobre su actualidad. Es un artista inquieto y reconocido, aunque actúe tan normal y siempre se quede con las ganas de exponer en esta zona. “Soy de acá, de Neuquén, estuve hasta que me fui a estudiar (Diseño, a La Plata) y mis viejos viven acá. Mi hermano está en Plottier vengo seguido”, cuenta.
PAULA GINGINS
pgingins@rionegro.com.ar
-¿En qué estás por estos días?
-Hago una exposición en México (Museo Nacional de las Culturas) que hice en 2013 en la Isla de Pascua. Estuve varios años investigando aspectos relacionados con la Isla y saldrá también un libro que tiene vida propia. Aprovechamos la apertura de la exposición.
– La sensación es que estás indagando siempre sobre los orígenes de los pueblos de este continente.
– Hay temas recurrentes. Lo de la Isla fue que primero me acerqué al tema de una manera superficial y muy pop, si se quiere, como apropiándome de la imaginería de la Polinesia, del Pacífico Sur y demás, y de pronto estaba leyendo de antropología o de historia. El trabajo fue mutando y dejó de ser tan pop y empezó a tener una base más científica, si se quiere.
Después hay veces que no lo hago tan consciente en el caso de la Isla de Pascua sí, era muy consciente de lo que estaba haciendo-, pero mirando hacia atrás puedo ver que hay una búsqueda que tiene que ver con la cultura popular, vista desde distintos lugares.
-Entonces sabés bien cómo aparece.
-Me ayudó mucho mudarme a México y encontrarme con distintos olores, distintas personas, distintas costumbres y sabores. Te refresca. Ahora trato de hacer más consiente la mirada del extranjero, de quien mira desde afuera sin ningún tipo de prejuicio. Me di cuenta desde el momento en que puse un pie en México y ya antes de ir aparecieron cosas vinculadas con mi infancia y cierta nostalgia. La lucha libre sigue siendo en México un juego-deporte-teatro al que todos juegan, incluso el público. Juegan a que se están pegando de verdad, es para adultos y, sobre todo, se da en los sectores populares. Hace 17 años estaba muy estigmatizado -ahora menos-. Me acercaba a eso y, para mí, era alucinante, súper rico, para mi trabajo era muy rico y lo nutría y para muchos mexicanos era un poder verlo de otra manera, a pesar de que siempre lo habían tenido ahí.
Ahora siempre trato de acercarme a las cosas sin tener esos prejuicios. No hacen otra cosa que cerrarnos puertas y dejarnos fuera de algo que capaz es interesantísimo. Cuando alguien mira desde afuera, lo refresca. Tengo que poder acercarme desde afuera y asombrarme. Me queda más claro ahora cuando miro a mi hijo -que tiene un año y medio- porque ve todo el mundo así. Espero no perder eso.
-Hay cuestiones afectivas también ahí.
-Para mí es fundamental. En las universidades nos enseñan que no, que es un trabajo más, pero yo necesito involucrar la pasión en mi trabajo. Tu trabajo gana cuando involucrás eso. No puedo pensarlo desde el dinero. Lo hice más o menos porque me pagaron poco. ¡No!
-Como que el alma pasa por otro lado.
-Y debería ser así en muchos más trabajos. Para mí es fundamental. Si le ponés corazón, tu trabajo va a quedar mejor y te lo van a pagar mejor -si lo querés ver del lado más capitalista-. Si buscara sólo la remuneración económica, hay proyectos que ni encaro. Lo cuento mucho en las charlas de las universidades cuando me invitan. Existen otras formas. Viajar me enriquece, por ejemplo, entonces lo hago ahora.
ARTE DE TAPA
Dr. Alderete trabajó con en las tapas de discos de más de 80 bandas. En Argentina, la mayoría no resultan populares, pero él accede encantado a ilustrarlas, aunque sean del under de la tierra azteca. Es una experiencia enriquecedora que no quiere perderse.
-Tu trabajo con los discos asombra. Algunas tapas, como la de “La luz del ritmo” (Fabulosos Cadillacs), quedan impresas en la memoria colectiva.
-Justo los Fabulosos iniciaron aquella gira en México, que fue como el regreso de la banda, con dos shows impresionantes ahí. Salió todo fácil.
-Entonces, ¿podés pensar en laburos que te hayan impactado?
– Bueno, el de los Cadillacs fue un laburo importante. Trato de encarar todos los laburos, cualquier nuevo disco, con el mismo entusiasmo. A veces ya no depende de mí la trascendencia de ese disco. La mayoría de las tapas son de bandas underground de México, bandas pequeñitas, de una escena más particular. Con los Cadillacs fue la primera vez que trabajé con una banda multinacional.
En Argentina fueron cuatro discos de Andrés Calamaro y acaba de salir el disco de Daniel Melero. Disfruto todo y trato de encararlo con el mismo espíritu. Trabajar directamente con los músicos y no preocuparnos por el departamento de márketing, dejar que la música sea la que decida el rumbo es la forma en la que trabajé siempre. No tuve que lidiar con la estructura de los grandes artistas: ellos me presentaban directamente como el artista y como todo el mundo puede opinar de diseño pero no de arte, entonces fue un poco llámenme como quieran mientras me dejen trabajar (ironiza).
LITERATURA Y DISEÑO UNIDOS POR EL VALLE
Pivotea entre norte y sur, entre música y costumbres antiguas y entre las letras y los cuerpos. Es un artista que se atreve a probar aquello que le genere curiosidad, como lo fue ilustrar la tapa del libro “El telo de papá”, de Florencia Werchowsky.
-¿Cómo hacés para lograr esa síntesis?
-Es algo que aprendí mucho con las tapas de los discos. La forma en la que trabajo quizás no es la habitual: no puedo mirar a las bandas como clientes. Trato de involucrarme mucho más para entenderlos mejor. Con Florencia pasó lo mismo: ella es de Allen pero nos conocimos en México. Fue a una exposición mía, nos pusimos a charlar. Ella estaba hacía muy poquito en México, me empezó a contar que estaba escribiendo la historia de su familia, que su papá tenía un motel, el Cu-cú y entonces fue como: ‘no te lo puedo creer’, yo soy de Neuquén y ella era de Allen y resultó que mi gran amigo era el hermano. Como son hijos de distintos padres, no los había relacionado nunca por los apellidos. Quiero hacer la tapa de ese libro, dije. Ya tenía mucha información y no me costó. No tuve que ponerme a ver de qué se trataba. Ahí se juntaron muchas coincidencias afortunadas. Trato de involucrarme igual con todos, porque se nota en mi trabajo cuando pasa eso y el receptor también lo nota.
Hay muchos laburos míos que se venden en la calle, en óleo o en tela. Me causa gracia cuando me los mandan indignados. Para mí es maravilloso cuando dan la vuelta. Un amigo me propuso que haga una muestra con mis laburos que están la calle. ¡Estaría buenísimo! El proceso que siga el laburo qué te preocupa si ya lo cobraste (se ríe).
EL HOMBRE ILUSTRADO
Según su biografía autorizada, publicada en su página web (www.jorgealderete.com, que vale la pena visitar para conocer todos sus trabajos) Jorge Alderete nació en Neuquén, en 1971. A los 18 años viajó a La Plata, a estudiar Diseño en Comunicación Visual y de allí partió a México, junto a su mujer, Clarisa Moura, para encontrar su destino. En realidad, según contó en varias entrevistas, fue para hacer una experiencia de un año. Pero México se convirtió en su lugar en el mundo. Sobre todo cuando conoció a la banda Lost Acapulco, y les hizo la tapa de su disco. Alderete no sólo estaba diseñando el primer disco en su vida, sino que, sin saberlo, estaba iniciando su camino como ilustrador del rock.
Lo cierto es que la fama de este ilustrador traspasó las fronteras latinoamericanas de México y Argentina, para llegar a otros rincones del mundo. Prueba de ello es que su trabajo ha sido publicado en libros como “Illustration Now”, o “DiseñoGráfico Latinoamericano”, ambos de la famosa editorial Taschen.
Además de la ilustración, el diseño gráfico y el arte, forman parte del universo Alderete un sello discográfico de bandas independientes llamado Isotonic Records y una tienda de arte, Kong, donde se puede comprar desde revistas y objetos varios relacionados con el mundo del diseño contemporáneo hasta disfrutar de exposiciones, charlas o la presentación de un libro .
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