Dúo Tuopali e indescriptibles sensaciones
Sorprendente concierto en el Festival de Percusión.
ROCA (AR).- Tal como presentíamos el dúo Tuopali sorprendió. Generaron muchas sensaciones. Interpretaron pasajes que hicieron viajar desde lo sacro a lo afro, con una vestimenta fuera de lo común. El martes a la noche los que asistimos al Festival Internacional de Percusión estuvimos frente a una tendencia diferente.
Desde la disposición de los instrumentos hasta los peinados de Juan Francisco Díaz Martín y Charli Llàcer, todo marcó algo nuevo que no hace mucho se puede apreciar en el mundo de la percusión.
El uso de la voz con diferentes matices en la mayoría de las obras, recordó la técnica utilizada por Hermeto Pascoal.
Otro signo de distinción fue la vestimenta: pantalones blancos sueltos, remeras negras con la inscripción Dúo Tuopali y sandalias que dejaban los pies al descubierto.
Fue un concierto monográfico sin interrupciones.
Las obras se sucedían una tras otra, sin dejar silencios durante una hora. Díaz Martín y Llàcer saltaban de las teclas de aleación al bombo de orquesta o del xilofón al bongó.
La influencia del teatro negro se evidenció en la última obra, donde de repente y cuando parecía que lo habían explorado todo, el auditorio se oscureció totalmente y lo único que se podía ver eran los palillos fluorescentes rebotando contra los bongó y los ópera gongs -instrumentos que se originaron en la ópera tradicional de Pekín.
Otro instrumento que llamó la atención del auditorio, que durante todo el concierto permaneció en completo silencio y atento a los movimientos del dúo, fue el «zumbador», una paleta de madera que tiene en sus extremos sogas.
Cuando Charli Llàcer lo hizo girar en el aire, detrás de todos los demás elementos que estaban usando para su performance y a los pies de los inscriptos al festival, generó un sonido similar al pro
vocado por el viento.
Los efectos de las voces variaron entre los cantos de los integrantes de alguna tribu africana realizando un ritual, y la reverberancia, simulando grandes ambientes, al estilo del canto gregoriano.
Enriquecidos con instrumentos informales como el palo de agua, el «zumbador», las semillas, el dúo Tuopali supo sorprender y generar en un público ansioso por disfrutarlos sensaciones que apenas pueden bajarse al lenguaje escrito.
Otra cuestión importante de resaltar fue la puesta en escena. El movimiento en el escenario habló de una propuesta claramente trasgresora e innovadora.
Dispusieron los instrumentos de manera tal que comenzaron en el centro del escenario, luego se trasladaron a los costados. Al terminar esa obra regresaron al centro pero un poco más alejados del público y terminaron en el costado derecho, con las luces apagadas y con un público que apenas podía reaccionar.
De la misma manera en que se desplazaban por el escenario lo hicieron con el sonido. Las obras subían frenéticamente y abruptamente bajaban el tempo a niveles donde la canción se volvía lenta y espesa, y las notas se dejaban ver una a una.
María Emilia Pugni
Un público joven y entusiasta
La reacción del público es a veces imposible de relatar. Esta vez los que estábamos presentes quedamos atónitos ante tal despliegue de energía. Cuando aparecieron estos dos percusionistas en escena se generó un gran aplauso y al final de la actuación casi todo el auditorio aplaudió de pie.
El ingrediente joven y casi adolescente llamó la atención. Alumnos de los primeros años de las carreras del Instituto Universitario Patagónico de Artes (IUPA), niños con sus padres, y jóvenes es el común denominador, que se repite, una vez más en este festival.
Pero esta vez parece ser mayor, por el evidente contenido contemporáneo y popular de algunas de las obras.
Hoy a las 18 se presenta Keiko Kotoku, la percusionista proveniente de Japón, que ha cosechado innumerables premios en Canadá, Estados Unidos, Suecia.
Actualmente está becada por la Escuela de Música Pitea de ese país y estudia con Daniel Saur. Se ha perfeccionado en marimba y seguramente interpretará temas de su disco «Gaku», que ha recibido muy buenas críticas alrededor del mundo.
Esta noche es el turno del Global Percussion Group proveniente de Suecia y que según los organizadores del evento traen una obra con muchos ingredientes teatrales y con improvisaciones e ingredientes del jazz. Veremos cuál es su manera de sorprender. (MEP)
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