Chau súpercosecha de soja y maíz: se liquidarán menos agrodólares por la ola de calor

El extenso período de calor y sin lluvias entre enero y febrero en la región agrícola núcleo impactó negativamente en el rinde potencial de la campaña gruesa. Los precios internacionales siguen bajando.

Por su impacto fiscal y externo, la cosecha gruesa del agro es siempre fundamental en los planes económicos de los gobiernos y para los argentinos más en general. En ese sentido, hubo una corrección a la baja en el potencial de rinde de soja y maíz para este año.

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en virtud de las condiciones del cultivo tras la severa ola de calor en el centro del país, recortó sus proyecciones para la campaña gruesa. En el caso de la soja, se estima una cosecha de 49,5 millones de toneladas (MT), lo que representa una corrección a la baja de 2,5 MT respecto de lo estimado en enero.

Al respecto, la BCR señaló que la inclemencia climática «ocurrió en un momento muy sensible de la soja de primera que forzó el aborto de chauchas«, aunque aclaró que el perjuicio no fue mayor gracias a las lluvias que cayeron entre el 7 y el 14 de febrero.

En el caso del maíz, el recorte en la estimación es de 2 MT. «Al igual que en la soja, las expectativas al 17 de enero eran muy distintas; el ambiente de alta producción también hacía pensar en una excelente campaña maicera», indicó la entidad en el informe.

Excepto en Entre Ríos, en todas las provincias agrícolas importantes del país se estima un recorte en los potenciales de rinde, principalmente en La Pampa, Santa Fe y Córdoba.

Chau súpercosecha: qué efectos tiene


El impacto de los recortes en la cosecha gruesa será externa y fiscal. En particular, ingresarán menos dólares de lo esperado y se recaudará menos de lo previsto.

Una mayor liquidación de producciones del agro impacta directamente en la balanza comercial argentina. Dada la importancia del sector en la estructura productiva nacional, las correcciones a la baja de las estimaciones de los potenciales de rinde implica un recorte en la proyección de exportaciones agrícolas y, en consecuencia, de ingreso de dólares para engrosar las reservas del Banco Central.

Asimismo, un menor volumen y valor de exportaciones de origen agropecuario repercute en el fisco, por cuanto la recaudación por retenciones a las exportaciones son una partida clave en los meses de liquidación de cosechas.

A esto se suma un problema adicional: las cotizaciones de la soja y del maíz en Chicago no paran de bajar, y ya alcanzan los niveles más bajos desde 2020. Habrá que ver si estos recortes en las estimaciones de producción argentina ayuda a sostener los precios internaciones de estos commodities.

De cualquier modo, la cosecha esperada no puede considerarse mala y es de más del doble de la conseguida el año pasado, signado por una sequía histórica. Por su parte, los precios se ubican aún en niveles aceptables.


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