La dolarización vuelve a ser rumor en una semana signada por la salida de Posse y por la Ley Bases
De manera casi imperceptible, el gobierno da pasos rumbo a la declamada "competencia de monedas", que incluso ya tendría el visto bueno del FMI. Esta semana un decreto de necesidad y urgencia, una circular del Banco Central, y varias reacciones de Milei en las redes, volvieron a agitar los rumores.
Fue una de las principales consignas de Javier Milei en su campaña rumbo a la presidencia y se convirtió en tendencia al ritmo de la depreciación progresiva del peso argentino. La «dolarización» de la economía argentina es una de las apuestas más arriesgadas a las que apeló el presidente en su ascenso al poder.
El eufemismo que resultó efectista en época electoral, mutó desde que el presidente asumió en diciembre en un esquema que Milei prefiere llamar «competencia de monedas» ahora que tiene el timón de la economía en sus manos. Una idea que el mandatario nunca abandonó, que sigue persiguiendo, y que si bien se postergó al inicio de la gestión por la urgencia que impone la coyuntura, está más viva que nunca.
En repetidas ocasiones el presidente y su ministro de economía Luis Caputo, han referido a la intención de caminar progresivamente hacia la competencia de monedas, un esquema en que otras divisas como el dólar estadounidense, se conviertan en monedas de curso legal, habilitando la libre elección de los agentes económicos para decidir el signo monetario en que desean realizar sus transacciones, contratos, ahorros o inversiones.
La potencia con la que otros temas ocuparon la agenda pública en los primeros seis meses de gestión libertaria, hizo que el foco dejara de posarse sobre la dolarización. La reducción de la inflación, la sostenibilidad del superávit fiscal, la suerte del DNU 70/23 o el devenir legislativo de la Ley Bases, se llevaron toda la atención. Sin embargo ello no implica que el gobierno haya abandonado su intención de procurar la competencia de monedas.
Las versiones sobre competencia de monedas volvieron a cobrarar fuerza esta semana tras el rebrote cambiario, se rubricaron con un decreto de necesidad y urgencia y una comunicación del BCRA, y se confirmaron con el visto bueno del propio Milei en Twitter.
El obstáculo principal sigue siendo el que siempre se señaló entre economistas y especialistas, incluso entre los que tienen un perfil ideológico más afin al gobierno: para poder dolarizar es necesario tener dólares. Luego de años de restricciones cambiarias, es natural esperar un «efecto Puerta 12» en el momento en que se determine la disponibilidad de dólares en paridad libre con el peso.
Es precisamente en ello que el gobierno viene trabajando en silencio y de forma cuasi imperceptible. Las versiones cobraron fuerza esta semana tras el rebrote de la cotización de los dólares paralelos, se rubricaron con un decreto de necesidad y urgencia y una comunicación del BCRA, y se confirmaron con el visto bueno del propio Milei en su red social preferida, el «X» (ex twitter).
La estrategia que estaría desplegando el gobierno rumbo a lo que esperan sea la implementación de la competencia de monedas antes de fin de año, se desarrolla «a tres frentes». El primero de ellos se relaciona con el Banco Central y su balance, el segundo con la normativa que daría marco al nuevo esquema monetario, y el tercero con la disponibilidad de fondos frescos.
El gobierno trabaja «a tres frentes» en la implementación de la competencia de monedas antes de fin de año. El Banco Central y su balance, la normativa que daría marco al nuevo esquema monetario, y la disponibilidad de fondos frescos.
En relación al saneamiento de los pasivos remunerados del BCRA, en el gobierno insisten en que el trabajo que viene llevando adelante Santiago Bausilli es consistente y permitirá «limpiar» el balance de la entidad antes de finalizar el 2024. El DNU 459/2024 publicado ayer en el Boletín Oficial va en esa dirección. La norma habilita a emitir Letras del Tesoro a 90 días por un importe máximo de hasta $30 billones. La intención es reemplazar deuda del BCRA por deuda del Tesoro. O en otras palabras, blanquear que la deuda del BCRA es en realidad deuda del Tesoro.
Las versiones que circulan en el mercado y entre especialistas cercanos a las filas de La Libertad Avanza, indican que habría un nuevo canje de Letras Intransferibles por Bonares, y que estiman una fuerte reducción de los depósitos remunerados en el BCRA, considerando que el 65% de los mismos corresponde al sector público en su conjunto.
En relación a la normativa que daría marco a la competencia de monedas, en el gobierno también reina el optimismo. Considerando las dificultades que afronta el gobierno para obtener el aval del Congreso de la Nación en relación a la Ley Bases, desestiman la posibilidad de discutir la dolarización en el ámbito legislativo. Creen en cambio, que alcanzará con un entramado de DNUs, circulares del BCRA y disposiciones de la CNV.
🚨 Rumbo a la competencia de monedas: El BCRA eliminó las restricciones adicionales para la APERTURA DE CAJA DE AHORRO EN DOLARES.
— Javier Milei (@JMileiElecto) May 26, 2024
VLLC! https://t.co/sDM2SaOjZK
Una de esas normativas se publicó la semana pasada cuando el BCRA emitió la Comunicación “A” 8027, con la cuál el Banco Central anunció la desregulación de la apertura de cajas de ahorro en dólares o en cualquier otra moneda extranjera. Al respecto, el presidente Milei dio «retweet» a una nota que anunciaba «Rumbo a la competencia de monedas: El BCRA eliminó las restricciones adicionales para la apertura de cajas de ahorro en dólares».
En la práctica sin embargo, el problema sigue siendo el mismo, hay que juntar los dólares necesarios para iniciar la «competencia de monedas». En una de sus últimas apariciones públicas, el ministro de economía refirió al tema indicando que «la economía tiene que monetizarse», y que ese proceso puede darse «tanto en pesos como en dólares».
Anunció también que «la cantidad de pesos va a quedar relativamente fija» y que será «la gente» que terminará sacando los dólares de abajo del colchón, que eso sucederá cuando el gobierno pueda «mostrar resultados», y que el esquema de competencia de monedas ya está listo desde el año pasado. El presidente también reposteó el fragmento de esa entrevista.
🗣️ @LuisCaputoAR "Tenemos todo armado para la competencia de monedas"
— Javier Milei (@JMileiElecto) May 16, 2024
El ministro de Economía Luis Caputo reconoció que continúa en marcha el plan del Gobierno para llegar a la dolarización.pic.twitter.com/hQPSA7psh5
Con todo ello, en el escenario ideal que manejan en Casa Rosada, hay dos proyecciones de base que son clave. La primera es que en caso de contar con un escenario de inflación a la baja y la mencionada disponibilidad de fondos, el tipo de cambio de conversión podría ser similar al que tienen los tipos de cambio paralelos al día de hoy ($1.150/$1.200).
La segunda es que una vez lanzada la competencia de monedas, la libre elección de los agentes por la moneda norteamericana permitiría dolarizar al menos el 50% de la base monetaria en un plazo no mayor a 120 días.
Los cálculos que realizan en el gobierno indican que luego de sanear el balance del BCRA se contaría con reservas líquidas por unos u$s 5.000 millones, que habría fungibilidad de encajes por u$s 10.000 millones (dólares disponibles en el sistema), y que la campaña del agro podría aportar superávit comercial por otros u$s 5.000 millones este año. A ello esperan sumar en la segunda mitad del año un aporte extraordinario del Fondo Monetario Internacional que terminaría de abrir la puerta al esquema.
El organismo hizo un guiño a la idea de Milei en el comunicado del staff técnico en el que se dio visto bueno a la última revisión del acuerdo vigente. “En la transición hacia un nuevo régimen monetario (que involucra la competencia de monedas), la política monetaria evolucionará para seguir anclando las expectativas de inflación y la política cambiaria se hará más flexible”, señaló textual el FMI.
No obstante, a la hora de contar los votos en el Board para otorgar nuevos fondos a la Argentina, son más los ceños fruncidos que las sonrisas. Entre los directores más duros se encuentran el de Japón y los europeos, donde los desplantes geopolíticos del presidente no caen nada simpáticos. La llave para destrabar esa decisión política solo la tiene el gobierno de los Estados Unidos, hacia donde Milei ya viajó cinco veces en los seis meses que lleva de mandato.
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