Qué gana y qué pierde Guzmán con el traspaso de Comercio Interior al ministerio de Economía
El ministro toma el control total de la lucha contra la inflación. El costo político de no bajarla puede ser muy alto.
Martín Guzmán pasó a tener bajo su órbita la secretaria de Comercio Interior, el área que ejecuta las acciones contra la inflación y sobre la que tenía control el kirchnerismo con Roberto Feletti a la cabeza.
La mudanza se realiza por estas horas y es a fondo: además de todas las herramientas que aplica la oficina, cambiarán de organigrama todo el equipo que encabeza Feletti, que desde octubre pasado está al frente de esa oficina que hasta ahora formó parte del organigrama del Ministerio de Desarrollo Productivo, a cargo de Matías Kulfas.
Al sumar Comercio Interior, el ministro de Economía se involucra de modo más directo en las políticas antiinflacionarias, y en el mismo movimiento gana poder dentro del gobierno de cara a los cuestionamientos de sectores del kirchnerismo, lo que abrió una fuerte interna en el Frente de Todos.
El gran desafío y condicionamiento del ministro de Economía es que sólo cuenta con un mes y medio para bajar el déficit fiscal y cumplir así con una de las metas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el segundo trimestre. Estas exigencias pueden tener un alto costo político para al titular de Hacienda.
El ministro de Economía debe reducir la inflación a menores niveles que los provocó el shock de la guerra de Ucrania en marzo (6,7%) y abril (6%). Esa es la espada de damocles que enfrenta Guzmán.
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