Eduardo Sacheri: “El mundo del cine me gusta, pero voy sólo cuando me llaman”

Eduardo Sacheri estará hoy en la Feria del Libro de Cipolletti, donde dará una charla que tendrá como disparador la relación entre literatura y cine. Antes, se entrevistó con “Río Negro”.

Eduardo Sacheri se imaginaba un futuro ligado a la historia, dedicado a la investigación en el oeste del Gran Buenos Aires, donde pasó toda su vida, entre libros y canchitas de fútbol. En cambio, no pensaba en viajar por el mundo por sus libros ni mucho menos escribir el guión de una película que ganaría el Oscar. Sin embargo, Sacheri lleva casi 20 años en lo que podría ser una bifurcación de aquel destino que planeó para su vida. No soñaba con ser escritor, pero lo es. Y de los buenos. Hoy, a las 20 subirá al teatro mayor del Complejo Cultural Cipolletti para charlar con los cipoleños sobre cine y literatura, en el marco de la Feria del Libro de la ciudad.

“Ahora me conoce más gente, viajo mucho y ando por el mundo con mis libros, tengo más exposición, pero sigo viviendo en el mismo pueblito, casado con la misma mujer y con los mismos hijos. Diría que, de lo fundamental, no cambió nada”, explica con cierta didáctica.

Si bien la Municipalidad de Cipolletti lo convocó para una disertación sobre sus obras literarias que se convirtieron en éxitos de la pantalla grande, siente que “lo más lindo es charlar de lo que vaya saliendo, y que sea un diálogo, no que yo agarre el micrófono y hable 40 minutos solo”, advierte.

Admirador de Soriano y Fontanarrosa, descubrió sus cuentos futboleros después de haber imaginado y creado sus propios relatos del juego. “Cuando uno va escribiendo siempre toma partes de su vida, sus intereses”, señala y asegura haber recurrido a su niñez, en los comienzos de su escritura.

“Me topé con directores que coinciden conmigo en las historias que nos gusta contar”.

Eduardo Sacheri

“En mi niñez, en el barrio, el fútbol necesariamente tuvo un lugar muy importante, y precisamente porque para mí fue una experiencia fundante, diría, fue saliendo y rememorando ese material, pero no es que me propuse escribir sobre eso”, aclaró.

Por eso, a Soriano y Fontanarrosa los descubrió en Radio Continental, cuando Alejandro Apo “mezclaba los cuentos de fútbol” y el propio Sacheri aparecía en esos relatos. “Fue esencial para que yo me dé a conocer, de hecho, muchos oyentes nos acercamos a los cuentos de fútbol gracias a ese programa”, sostiene.

Sus libros “La pregunta de sus ojos”, “Papeles en el viento” y “La noche de la Usina” dispararon tres películas más que exitosas, y en el caso de “El secreto de sus ojos”, en ganadora del Oscar. Sin embargo, Eduardo no vendió los derechos, sino que se involucró en la realización y, de alguna forma, hoy se podría considerar guionista.

“Me metí en la escritura del guión, siempre busco escribirlo junto con el director. Si bien da mucho trabajo, se trata de ponerse de acuerdo entre lo que él quiere y lo que busco conservar del escrito original”, enfatizó. “Por suerte Juan José Campanella, Juan Taratuto y Sebastián Borensztein entendieron esto y quedaron muy bien las adaptaciones” De todas ellas, Sacheri se queda con “Metegol”, el guión que escribió con Campanella y que está inspirado en el cuento de Roberto Fontanarrosa, “Memorias de un Wing Derecho”.

Es posible que su forma clásica -por decirlo de alguna forma- de narrar, en la que ocurren cosas, hay mucho movimiento, y sus personajes llevan adelante elaborados diálogos, haya sido un determinante para que sus libros sean éxitos tan rotundos en el cine. “O capaz que me topé con directores que coinciden conmigo en las historias que nos gusta contar, capaz que eso los entusiasma”, especula para entender lo que pasó en sus últimos 20 años.

Su inspiración proviene de una mixtura, reflexiona. “Entre lo que hay alrededor, lo que ves en tu mundo, la gente que conoces, los trabajos que tenés las geografías que recorres y como tu propio mundo interior te ocupa”, esboza. “Es como un guiso, está todo mezclado y cuesta distinguir lo que viene de afuera y lo que ya está adentro”, aclara.

Eduardo Sacheri (1967) nació y se crió en Castelar, oeste del conurbano bonaerense. En uno de los tantos pueblos que creció alrededor de la estación del tren, tan parecido a muchas localidades de la provincia de Buenos Aires. “En los años 70 era un pueblo”, recuerda, y relata que prefirió quedarse siempre cerca de allí. Su pareja también es de la zona, y actualmente sus hijos viven a pocas cuadras.

“Me siento cómodo en la periferia, estamos cerca de la ciudad, pero acá hay casas bajas, veredas, arbolitos, la geografía de mis libros es esta, no la de la capital”, dice como un manifiesto.

Mientras el éxito acapara su vida, él se sigue considerando “un tipo del gran Buenos Aires que fue sumando trabajos que le gustan”, y enumera: “Soy profesor de historia, empecé a escribir y ahora también hago guiones”, se ríe. “Medio que todo pasó por casualidad”, aseguró. El cine, sigue siendo algo secundario para él. “El mundo del cine me gusta, pero voy a ese mundo solo cuando me llaman, mis libros no nacen como películas”.

Sacheri y el Oscar

“La pregunta de sus ojos” (2005), llevada al cine por Camnpanella, ganó el Oscar a Mejor Película Extranjera en 2009.

“La noche de la usina” (2016) fue adaptada por Sebastián Borensztein como “La odisea de los giles” (2019) e inició su largo camino al Oscar 2020.


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