El BPN invertirá de nuevo en un cambio informático

Hubo una millonaria inversión en 1997. Aparentemente, las fallas son insalvables.

NEUQUEN (AN).- Parece que la tecnología se ha transformado en ingobernable para los funcionarios del Banco de la Provincia de Neuquén (BPN). Luego de una millonaria inversión realizada hace poco más de tres años para renovar programas y equipamiento informático, las nuevas autoridades de la institución han decidido cambiar el sistema una vez más.

El nuevo equipo de conducción que lidera Luis Manganaro, que el 10 de diciembre de 1999 reemplazó al de Omar Negretti, sostiene que el trabajo anterior, que insumió gastos por 2,5 millones de pesos, tiene fallas aparentemente insalvables y no existe otro remedio que volver a invertir en tecnología.

Es probable que si algo semejante ocurriera en un banco privado, el resultado desataría un escándalo de insospechadas proporciones en los niveles donde se toman decisiones. Sin embargo, el proceso de recambio en el que se embarcó en el BPN viene con perfil bajo y en silencio, y no se habla en público ni de lo ocurrido en el pasado y mucho menos del presente.

Una fuente del gobierno confirmó que se están evaluando alternativas de solución al problema, e informó que se contrató el servicio de una consultora que ya trabaja sobre los dos sistemas operativos instalados en el BPN, el antiguo Wang, de 1990, y el Solbank, de 1997.

Ambos programas conviven, aparentemente de mal modo, en las computadoras de este banco que tiene más de 600 empleados y 150 a punto de jubilarse. La consultora deberá formular un diagnóstico y a partir de allí proponer los cambios.

La misma información sobre el recambio informático la maneja Adrián Fernández, secretario de Acción Gremial de la Asociación Bancaria y delegado general del sindicato en el BPN. Y también dos diputados, uno del oficialismo y otro de la oposición, que fueron consultados por este diario y que estaban al tanto, al menos de modo general, de los problemas del BPN: lo escucharon de boca de un gerente que planteó las dificultades del sistema en una reunión de comisión realizada el año último en la que se analizó el proyecto de transformación del banco en sociedad anónima.

Un ex directivo del BPN que desempeñó un alto cargo en la institución durante el gobierno de Felipe Sapag reconoció que al finalizar la gestión había problemas, pero aseguró que “todos eran solucionables”. El vocero afirmó que más del 60% del banco funcionaba en condiciones normales, pero advirtió que al asumir Manganaro la gerencia departamental de Sistemas fue descabezada por completo. “A lo mejor eso les trajo mayores problemas”, mencionó como hipótesis.

El BPN tiene algunos síntomas que no hablan bien de su tecnología. Un ejemplo surgió de la investigación que realizó “Río Negro” sobre los morosos, muchos de ellos calificados como irrecuperables, que acumulan deudas superiores a los 180 millones de pesos.

De la difusión de las listas con los respectivos nombres y las posteriores aclaraciones quedó claro que el BPN no tiene, tal vez porque no puede hacerlo, actualizada la información de sus clientes en la base de datos del BCRA e incluso en el temible Veraz. Tal situación perjudica y ocasiona problemas graves a clientes que figuran con mala calificación cuando en realidad su comportamiento es el contrario. Para remediar el mal, gerentes de Casa Matriz han estado firmando certificados de buena conducta en el sistema más seguro que pueden ofrecer: a mano y con lapicera.

El otro problema lo sufren los empleados. Fernández, el dirigentes del gremio de los bancarios, dijo que el sistema de pago de impuestos tiene dificultades y es uno de los motivos que desencadena en largas filas y demoras en la atención al público cuando corren los vencimientos de los impuestos.

El sindicalista explicó que los cajeros no pueden obtener resultados parciales cuando cobran servicios y sólo están en condiciones de cerrar los números al final de la jornada. Esto, indicó el bancario, se traduce en sobrecarga laboral y en el pago de horas extras innecesarias si el programa estuviera funcionando correctamente.

Por estas deficiencias, los empleados del banco suelen extender hasta diez y once horas la jornada laboral que, por convenio, corresponde a siete horas y media.

Cajeros y otros gastos

NEUQUEN (AN).- En el gobierno de Felipe Sapag, el Banco de la Provincia de Neuquén resolvió poner en marcha un plan de renovación tecnológica. Y lo hizo en 1997 a un costo de cuatro millones de pesos.

La inversión se dividió del siguiente modo: 1,5 millón para la compra de 30 cajeros automáticos y 2,5 millones a la adquisición de computadoras y programas modernos que tenían como fin cruzar la frontera de 2000 y el llamado efecto Y2K sin problemas.

Los cajeros eran de 1988 y las autoridades del BPN buscaban máquinas último modelo. En materia de programas informáticos había que reemplazar, sin traumas, el Wang, creado en 1990, por otro más nuevo.

Así desembarcó en la banca provincial el Solbank, un diseño de programa informático que ahora está cuestionado por las nuevas autoridades y que implicará un nuevo gasto para corregir, dicen ahora, los errores del pasado.

Una de las decisiones más polémicas de la anterior conducción del banco contratar un servicio de Internet con una empresa minorista relacionada con el poder a través de Luis Sapag, hijo del ex gobernador y funcionario de la provincia. El negocio no era demasiado atractivo para el BPN que manejaba un paquete inicial de 200 conexiones full destinadas a clientes fijos: le vendía al Estado.

Supuestamente el negocio iba a crecer y la oferta estaba a disposición de los clientes. Nunca se supo de una explosiva demanda del servicio de Internet que ofrecía el BPN a través de un contrato que en su momento fue objeto de investigación de este diario.

Los problemas tecnológicos se solucionan con más trabajo

NEUQUEN (AN).- Adrián Fernández, secretario de Acción Gremial de la Asociación Bancaria, se encuentra solo en el local sindical. Sus compañeros de conducción están de vacaciones y él hace un poco de todo: atiende desde el teléfono hasta los afiliados que desfilan por el lugar.

“En estos momentos hay una consultora internacional haciendo la evaluación” de los programas informáticos del Banco Provincia de Neuquén, le dijo Fernández a este diario. Explicó que la institución se encuentra en un plan de reorganización interna que incluye un banco con menos gente y mejor tecnología.

Fernández habla de las dificultades informáticas y enumera la lista de pesadillas que enfrentan a diario los cajeros y cajeras cuando cargan los impuestos que cobran todos los meses. “Hay que grabar impuesto por impuesto, no se puede leer código de barras y el trabajo se duplica porque hay que hacer operación por operación”, explica el sindicalista.

Todo esto incide en el horario de trabajo del personal. Los empleados bancarios tienen un régimen de siete horas y media, pero los problemas informáticos derivan en mayor carga laboral y en el pago de horas extras.” Por este motivo, muchos trabajan entre 10 y 11 horas por día”, explicó Fernández.

El sindicalista señaló que los temores que generaron el año 2000 fueron superados, pero reconoció que, entre otros problemas, el BPN tiene dificultades para actualizar información en el Banco Central de la República Argentina.

Recordó cuando el banco enfrentó un problema con el depósito de los sueldos de los agentes públicos. Esta fue también una crisis informática por desinteligencias entre la base de datos del sistema de la provincia (el CUIN) y los programas del banco. Ese tema fue superado.


NEUQUEN (AN).- Parece que la tecnología se ha transformado en ingobernable para los funcionarios del Banco de la Provincia de Neuquén (BPN). Luego de una millonaria inversión realizada hace poco más de tres años para renovar programas y equipamiento informático, las nuevas autoridades de la institución han decidido cambiar el sistema una vez más.

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