El caso del odontólogo: no se respetó el protocolo de acceso a la información

El juez de juicio Marcelo Gómez no trató el pedido de Río Negro para participar de la audiencia. No es la primera vez que ocurre en torno a este caso por abuso sexual.

El caso del odontólogo de Cipolletti acusado de abusar sexualmente de una paciente derivó en una seguidilla de prácticas que favorecen el secretismo de lo que está ocurriendo. En la audiencia del miércoles no sólo no se resolvió el pedido de las partes acusadoras para que el hombre regrese a la cárcel sino que se incumplió con un protocolo elaborado por el Superior Tribunal de Justicia. El profesional pasó las Fiestas en su casa con tobillera electrónica.

Río Negro solicitó conocer los fundamentos legales de la restricción que impuso el juez Marcelo Gómez en la audiencia del miércoles, pero no hubo respuestas. La querellante confirmó que el defensor Gustavo Lucero pidió que fuese una audiencia privada y que solo se discutió la presencia del comunicador institucional del Poder Judicial. Es decir no se le dio curso al pedido de este medio para entrar a la audiencia.


Así, el juez Marcelo Gómez incumplió la resolución 419/20 que lleva la firma de la jueza Liliana Piccinini presidenta del STJ. Esa norma aprueba un protocolo para garantizar la publicidad de las audiencias judiciales que se realizan por Zoom. Y dice expresamente que el juez o el tribunal pueden ejercer sus facultades y “por resolución fundada” imponer restricciones cuando sea perjudicial para el desarrollo del debate o puedan afectarse intereses.

Lo que sucedió ayer es el que el juez, a pedido de la defensa del odontólogo, impuso restricciones: no nombrar al acusado, ni tomar fotografías ni publicar su domicilio. Sin embargo, según confirmaron las partes, no hubo fundamentos que sostuvieran esas condiciones. En conclusión fue una decisión arbitraria.

Tan arbitraria como la exclusión que se hizo a Río Negro. Este medio solicitó al área de Comunicación el registro para participar de la audiencia tal como indica el protocolo firmado por Piccinini. La Oficina Judicial informó al juez y el magistrado respondió directamente que solo iba a participar un representante del área de comunicación institucional.


La querellante solicitó presencia del periodismo pero se mantuvo la decisión de la jueza Laura González Vitale que en la audiencia anterior excluyó tanto a Río Negro como a los comunicadores del STJ y de la Procuración. En ese momento dijo que “detestaba las actuaciones mediáticas”. El fiscal jefe Santiago Márquez Gauna, que ayer participó de la audiencia, también se manfiestó a favor del acceso a los medios de comunicación.


No se conoce si las restricciones que impuso Gómez son para garantizar la defensa en juicio, o los derechos de la víctima o alguna cuestión ajena que puede levantar sospechas.

Mientras tanto el odontólogo permanece en su casa con tobillera electrónica en un costoso barrio de Cipolletti. La jueza le dio la domiciliaria pese a que los informes médicos daban cuenta de que su estado de salud no ameritaba ni siquiera una internación. Solo detectaron los profesionales un sentimiento de angustia por la situación desfavorable en esta causa.


González Vitale, anteriormente, la había dado cuatro meses de prisión preventiva al odontólogo. Fue acusado de abuso sexual con acceso carnal. Según la teoría de la fiscalía y de la querella abusó de su paciente en su consultorio de la calle Mengelle de Cipolletti. Luego intentó manipular a la victima para que no denunciara y como no lo consiguió escapó en su camioneta Hilux. La policía lo detuvo en la Ruta 151.


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