Trabas jurídicas mantienen al odontólogo de Cipolletti preso en su casa

Un error de la Oficina Judicial volvió a dilatar la resolución.La fiscalía y la querella impugnaron la prisión domiciliaria que otorgó la jueza Laura González Vitale.

El caso del odontólogo acusado de abusar sexualmente de una paciente en su consultorio suma impericias por parte de los operadores del Poder Judicial. Hoy se desarrolló una nueva audiencia a puertas cerradas, sin la participación del periodismo a pesar de que la víctima solicitó publicidad en las actuaciones. Finalmente, no se resolvió su situación por un error de la Oficina Judicial. El profesional sigue detenido en su casa bajo prisión domiciliaria.

Río Negro solicitó el ingreso a través del área de Comunicación del Superior Tribunal de Justicia y pese a las gestiones no se permitió la participación del periodismo. No solo eso sino que se sumaron restricciones. El juez Marcelo Gómez dio la orden de que no se del nombre del odontólogo, ni se difundan imágenes ni se consigne el domicilio donde cumple prisión domiciliaria, todo a pedido del defensor.

Oficialmente el área de Comunicación, que esta vez sí pudo participar, informó que la audiencia de hoy no concluyó porque se debe analizar “la admisibilidad de un recurso de la querella”. Una cuestión técnica imprescindible para llevar adelante la audiencia.

Lo que se pretendía discutir es la polémica decisión de la jueza Laura González Vítale quien en diciembre le otorgó al odontólogo prisión domiciliaria. El hombre no padece ningún problema de salud, el hospital no lo quiso recibir en calidad de internado porque no es necesario y los peritos del Poder Judicial solo indicaron que estaba angustiado por su situación desventajosa en esta causa.

Pese a esos argumentos, la jueza González Vitale lo autorizó de todas formas a pasar las Fiestas en su casa, en un costoso barrio de Cipolletti (cuyo domicilio no se pueda difundir) con pulsera electrónica y con un acompañante terapéutico permanente a costa de su propio bolsillo o de su obra social.

Restricciones a la prensa


La magistrada, además, no permitió el ingreso de este medio ni de los comunicadores institucionales del STJ y de la Procuración. La víctima solicitó expresamente la presencia de este diario puesto que en conversaciones previas se acordó un tratamiento periodístico con perspectiva de género. A pesar de que tuvo tres mujeres – la fiscalía, la querellante y la víctima – que pedían una audiencia pública la magistrada hizo lugar al planteo del defensor Gustavo Lucero. Se supo luego que su decisión causó malestar en el ámbito del Poder Judicial.

No se informó oficialmente porque hay un manto de secretismo en torno a esta causa, pero las partes le atribuyeron la omisión (respecto del recurso de la querellante) a la Oficina Judicial de Cipolletti, cuyo desempeño ha sido duramente cuestionado tanto por la fiscalía como por la defensa pública en distintas audiencias durante el último tiempo.

Ahora se deberá subsanar el error y nuevamente habrá una audiencia con el juez Marcelo Gómez, bajo los parámetros de secretismo fijados hoy. No es habitual que sucedan estas cuestiones en causas donde los involucrados son personas de escasos recursos. En general la publicidad es amplia conforme a lo que establece el nuevo código procesal penal. Pero la del odontólogo parece tener un tratamiento distinto.

Críticas a la jueza



Se supo además que en la audiencia de hoy la fiscalía y la querella criticaron duramente a González Vitale por la forma en que llevó adelante la audiencia que empezó como un habeas corpus y terminó con el cambio en la modalidad de detención. Además las partes acusadoras le recriminan que habló con los médicos forenses por fuera de la audiencia.

En pandemia, muchos detenidos con enfermedades crónicas solicitaron la prisión domiciliaria. Sin embargo, la mayoría de los jueces tuvieron un criterio estricto y no otorgaron esos beneficios. Las fuentes consultadas además informaron que ya no hay pulseras electrónicas. No se conoce como hizo el odontólogo para conseguirla.

El profesional fue acusado de abusar sexualmente de una paciente en su consultorio de la calle Mengelle. Además, trató de “manipular” a la víctima para que no contara lo sucedido y como no lo consiguió escapó en su camioneta Hilux. La policía lo detuvo en la Ruta 151 y la jueza González Vitale le dio cuatro meses de prisión preventiva.


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