El comodoro Py

El nombre del comodoro Py aparece cotidianamente en los medios, gráficos, televisivos y radiales, debido a que el ignoto marino, le da la nominación a la calle de los tribunales ubicados al 2.002 en la capital federal, donde muchos argentinos poderosos, en los últimos años, han acudido como imputados o sospechosos, para ser juzgados. A través de los medios, al hacer mención de los distintos juicios, el comodoro Py desde su anonimato ha pasado a ser mencionado reiteradamente sin que la mayoría se preocupe por saber la trayectoria de su vida. De tal manera que el periodista Hugo Presman acertadamente lo ha definido como “El anónimo más conocido de la Argentina”. Luis Py nació en Barcelona en l819. En 1843, cuando contaba 24 años, llegó al Río de la Plata y de inmediato ingresó en la Escuadra Argentina, debutando a bordo de la goleta “Chacabuco”, en el bloqueo a Montevideo, formando parte de la flota del almirante Brown. Con el grado de teniente coronel, en 1865, combatió contra el Paraguay, en la cruenta Guerra de la Triple Alianza, donde perdió la vida su hijo Enrique Py. Al concluir la contienda, regresó a Buenos Aires. Entre 1871 y 1872 fue comandante militar en la isla Martín García. Cuando el presidente Sarmiento adquirió en 1874, una nueva escuadra, que puso al mando de Muratore, como segundo fue designado el comodoro Py. Posteriormente fue nombrado jefe de la división encargada de perseguir a la cañonera “Paraná” que se había sublevado. En esa escuadra iba Leandro Alem en calidad de secretario. Su actividad en el Atlántico sur se debió a que en 1878, Chile había instalado una capitanía en la margen sur del río Santa Cruz, y las naves chilenas de guerra habían comenzado a patrullar el mar austral, en clara ostentación de dominio de nuestras tierras y mares patagónicos. La captura por parte de la cañonera chilena “Magallanes” de las naves guaneras “Jeanne Amelie” y “Devonshire” de banderas francesa y norteamericana respectivamente, que operaban con permiso argentino, hizo que las relaciones con el país trasandino, estuvieron a punto de romperse en forma violenta. Gracias a los buenos oficios de los embajadores de ambos países no llegaron a un enfrentamiento armado. El presidente Nicolás Avellaneda asumió la responsabilidad de preservar el patrimonio de la República, al hacer respetar los tratados firmados en 1826 y 1855, donde ambos países se comprometieron a conservar los límites que tenían al momento de sus emancipaciones de España. El ministro de Guerra y Marina, General Roca, dispuso una escuadra armada al mando del comodoro Py, que zarpó de Buenos Aires el 8 de noviembre de 1878, estaba integrada por el monitor “Los Andes”, la cañonera “Uruguay” y la bombardera “Constitución”. Las naves argentinas eran modestas embarcaciones de río, que llevaban fuerzas de ocupación. Se sabía que Chile tenía una flota moderna, superior en número y poder, no obstante la orden era la de desalojar de Santa Cruz a los chilenos. El 30 de noviembre de 1878, toda la División Naval, fondeó al frente del Cañadón de los Misionero, donde encontraron una casilla construida por los chilenos con destino a una eventual capitanía. Por un ballenero norteamericano, supieron que los chilenos habían arriado su pabellón y se habían marchado dos días antes del arribo argentino. El 1 de diciembre de 1878, en una solemne ceremonia se procedió al izamiento del Pabellón Argentino, afianzando nuestra soberanía en las tierras patagónicas. Durante la estadía en el estuario del río Santa Cruz, la División Naval recibió las visitas de la corbeta “Cabo de Horno”, la bombardera “República” y el cutter “Los Estados”, al mando del capitán Luis Piedrabuena como segundo Martín Rivadavia. En la tripulación se destacaba la primera promoción de Oficiales de la Escuela Naval Militar fundada por Sarmiento. El 19 de enero de 1879, llegó desde Punta Arenas, el ex gobernador de Magallanes Diego Dublé Almeida, se entrevistó con el comodoro Py y le expresó, que venía a interiorizarse de la situación y anticiparle que la cuestión de límites estaba en vías de un arreglo pacífico. En Cañadón Misionero se instaló una subprefectura, a cargo del te-niente Carlos María Moyano, que hasta entonces tenía asiento en la isla Pavón. El 13 de marzo de 1879, la Comisión Naval a cargo del comodoro Py concluyó su labor y regresó a Buenos Aires. A su regreso, don Luis Py fue ascendido a comodoro y se le otorgó una medalla de oro, cuando contaba 60 años de edad. Falleció en 1884, precisamente un año después de que la Nación Argentina ocupara institucionalmente las costas patagónicas, mediante la creación de distintas subprefecturas. Una pequeña localidad de la provincia de Buenos Aires lleva su nombre. Es un pueblo rural, de 700 habitantes, que está ubicado a 8 kilómetros de la Ruta Nacional 5 y a 30 de la ciudad de Bragado. Comodoro Py se ha convertido en estos últimos años en un término muy mediático, por lo que considero, vale la pena conocer, aunque sea someramente, que detrás de un pequeño apellido, de sólo dos letras, hubo un gran hombre, que dedicó toda su vida, a prestarle importantes servicios a nuestra Nación.

ABEL SANDRO MANCA

HISTORIAS BAJO CERO


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