«El cuervo» y «Drácula», al estilo Masliah

El uruguayo Leo Masliah interrumpe una larga ausencia para mostrar "Clásicos", que incluye a grandes escritores y compositores. Hoy, en Roca, inicia una gira por valle y

NEUQUEN (AN).-Habrá que poner el espíritu a disposición de un músico de talento poco común, ya que de común no tiene un sólo gramo.

Habrá que disponerse a escucharlo, siempre afín con su línea y a la vez innovador.

Leo Masliah, no es de «lectura» fácil, aunque los «difíciles» como él, obtienen la síntesis en el mensaje, la sencillez de las almas puras después de conocer la contaminación de la vida.

Al uruguayo lo sigue una elite o algo por el estilo. Su público en número reducido, no parece preocuparlo, y así ha sobrevivido a los tiempos y los gustos.

Masliah un artista siempre bien recibido, había dejado una larga pausa entre su gente patagónica y ese rostro de inseparables y contundentes gafas.

En gira, visitará cuatro ciudades de la zona.

Pone su planta, su obra y su piano, esta noche, a las 21.30 en Casa de la Cultura de Roca; mañana –idéntico horario– en el hotel Edelweis de Bariloche.

El viernes estará en el teatro San José de San Martín de los Andes, para despedirse el sábado, a las 22, en la sala Conrado Villegas de Neuquén.

Presentará su nuevo trabajo «Clásicos», que como se verá –por sus propias palabras– abreva tanto en la literatura como en la música de enormes autores.

Y en este punto es interesante marcar la innovación del músico, que se separa de lo habitual, (escribir sus letras), para incursionar por «otros derroteros» porque «una gran parte de las músicas no es de mi autoría, hay música de Mozart, Chaikovski, Bach…»

 

Leo lo dijo y se dice de él…

 

El disco Clásicos –ha explicado– se compone de «recreaciones de obras literarias como 'El cuervo' de Edgar Allan Poe, 'La metamorfosis' de Kafka y 'Drácula' de Bram Stoker (en versiones muy apretadas, casi al estilo de los cursos ultrarrápidos ofrecidos por televisión como «Aprend guitarra en una noche»); fugas de autores clásicos donde una de las voces centrales es usada como soporte para letras; bromas sobre otras músicas (Wagner, R. Strauss, Chaicovski, entre otros), una musicalización de un poema de Delmira Agustini, y una interpretación (estrictamente fiel a la partitura) del Triste Nº 4 de Eduardo Fabini, el principal exponente de la creación musical uruguaya «culta» de la primera mitad del siglo XX; y una versión con letra de «Donna Lee», el clásico de Charlie Parker (la letra especula sobre la identidad y señas de la aludida en el título)»

Hasta aquí una explicación abreviada, aunque sin desperdicio de lo que mostrará este renovado Masliah.

Sobre qué opinan los críticos, para «El País», de España, «es un transgresor, y un excelente músico, su técnica como pianista le permite adecuar unos textos sorprendentes a composiciones muy elaboradas, de enormes riquezas armónicas y variedad de estilos».

Con «Clásicos» en cierta forma salda una deuda con sus seguidores de esta parte del mapa. Y seguramente, en algún espacio, el de los bises, dejará entrever lo que vendrá.


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