El desafío de esquiar y volar al mismo tiempo

Snowkite en el cerro Mocho. En Chapelco, un nuevo espacio al comando de un equipo de instructores permite que tiren trucos los que ya conocen el deporte y que se animen los principiantes.

Con la reorganización del área esquiable en el extremo este del complejo, Chapelco inauguró un espacio para practicar un nuevo deporte: el snowkite. Volar y esquiar a la vez ahora es posible. Hacerlo en las laderas del cerro Mocho, además, es seguro.

Un equipo de profesionales, expertos en vuelos en parapente y kitesurf, implementaron aquí una modalidad para deslizarse sobre la nieve que recién está empezando a imponerse en los principales centros invernales del mundo.

El snowkite es un deporte similar al kitesurf, con una creciente cantidad de adeptos en lagos y mares de todo el planeta, y que relegó al windsurf por tratarse de una ejercicio atlético de enorme emoción y adrenalina.

Esta nueva práctica ha comenzado a ganar entusiastas en Rusia, Canadá, Estados Unidos y Noruega en los últimos años.

Llegó a la Patagonia de la mano de Diego Duverges, instructor matriculado de la Asociación Argentina de Kite, quien junto a su par y reconocido rider local Paulo “Chommpi” Poggi, montaron una escuela que permanecerá abierta en Chapelco hasta el fin de la temporada de nieve.

El ingreso al espacio destinado a este deporte no tiene costo adicional. Está armado como el parque de nieve, con sus saltos, barandas y cajones, donde los esquiadores y snowboardistas más avezados tiran trucos.

En Pradera del Puma

Quienes practican kitesurf pueden llevar sus velas en la mochila y lanzarse a la aventura, luego de atravesar todo el cerro sobre sus tablas de esquí o snowboard hasta llegar al sector sobre los 1.800 metros sobre el nivel del mar en la zona de Pradera del Puma donde se organiza esta actividad.

Allí, Duverges y Poggi confirmarán ante todo que el deportista es conocedor de las normas y reglas básicas para realizar una práctica segura de la actividad.

Entre otras cosas, se le exigirá el uso de caso y que sepa dominar la vela, pueda aplicar las denominadas maniobras de eyección (neutralizar el kite ante emergencias), técnicas de autorrescate y las reglas de paso (para no enredarse ni chocarse con otros).

Los deportistas que habitualmente practican kitesurf dominan estos conocimientos. Además, el hecho de haber llegado hasta esa zona de Cerro Chapelco implica que los aventureros tengan un buen manejo de las tablas sobre la nieve.

Sin embargo, la combinación de estos dos deportes genera un desafío superior. El relieve de la montaña agrega dos variables a las que se ponen en juego sobre las superficies horizontales de lagos y mares.

Al principio, los conocedores del kitesurf no entienden bien cómo afecta la gravedad ladera abajo y necesitan algunos movimientos iniciales para ir acomodando el cuerpo y procesar cómo incide el nuevo terreno.

Por otro lado, la pendiente de la montaña genera en ciertos lugares vientos ascendentes que son la delicia de esta práctica deportiva sobre la nieve, pero que hay que saberlos manejar. También pueden divertirse con la vela de kite en Chapelco los que nunca hayan practicado kitesurf.

Los instructores Duverges y Poggi también dan clases para principiantes y quienes requieran de un breve entrenamiento para sentirse seguros. La hora de clases cuesta 900 pesos e incluye la provisión de todo el equipo de kite y arnés de sujeción, no así las tablas de esquí o snowboard.

Dependiendo de la habilidad de cada cual, están los que a las 4 horas de práctica ya han logrado aprender las técnicas básicas, y a los que les lleva 20 horas alcanzar su dominio.

Para los que saben pero se olvidaron sus velas en casa, se alquilan los equipos de tracción y arneses a 500 pesos la hora. El número de teléfono de contacto para llevar a cabo la actividad es +54 9 11 5754 1000.

El espacio destinado a snowkite en Chapelco está ideado como un parque de entrenamiento, con algunas rampas y módulos tipo cajones para hacer slide.

Allí, se puede desarrollar las técnicas del freestyle (saltos sobre todo), freeride o backcountry (para los expertos, en la cara sur del cerro Mocho), y big air (que recrean de alguna manera los vuelos en parapente y el aterrizaje sobre la nieve, para luego seguir esquiando).

En números

Testimonios

en las alturas

Con velocidades

entre 30 y 40 km/h

Cómo llegar

a la zona de despegue

Voy + Nuevas experiencias

Voy

Datos

$ 900
cuesta la hora de clases de snowkite para iniciados y principiantes. Incluye la provisión del equipo de kite.
$ 500
el alquiler de la vela y el arnés para quienes ya saben manejar el kite, por hora.
$ 0
El ingreso al snowkite park no tiene costo adicional para quienes practican kitesurf habitualmente y llevan sus velas a Chapelco en la mochila.
“Poder bajar y subir la montaña solo con el kite y el viento te da una libertad única”.
Emanuel Bahnmüller Zovich (29), de Neuquén.
“Esquío desde chica. Y cuando vi que se podía kitear y juntar los dos me pareció alucinante!
Laura Busch (50), de San Isidro, Buenos Aires.
“Es una hermosa mezcla al aire libre entre dos deportes de tabla que me encantan ”.
Juan Manuel Moreira (37), de
San Fernando, Buenos Aires
El aprendizaje del kite requiere de buen estado físico. Estiman que en el país hay más de 6.000 aficionados al kitesurf, con creciente nivel de adeptos.
El snowkite en la montaña se practica con vientos que van desde los 8 hasta los 25 nudos. Mediante este nuevo deporte invernal se alcanzan velocidades que oscilan entre los 30 y 40 km/h.
Para medir la intensidad de la aventura hay distintos tamaños de vela, que van desde 6 hasta 18 m². Las mayores superficies de tela se usan los días de escaso viento.
Los kite tienen 4 líneas (sogas) que unen la vela con el arnés que se coloca en la cintura. Dos de ellas son de sujeción, mientras que las otras dos son de comando.
En la nieve, se emplea mucha fuerza de piernas para ir deslizándose, de la zona abdominal para mantener la posición y de brazos al manejar la barra de control para pilotear la vela.
Para llegar hasta el parque de snowkite hay que tomar la silla cuádruple Del Mallín hasta la cumbre del cerro Teta, y recorrer la pista roja Travesía Alta, a la que se accede después de transitar el primer tramo de la pista negra Norte.
En su defecto, se puede llegar hasta el sector a 1.800 msnm en la zona de Pradera del Puma andando por la pista azul Travesía Baja, que empieza a la salida del T-bar Del Palito, en la zona del refugio Graeff. Luego, hay que tomar la silla Del Mocho y lanzarse por la Travesía Alta.
En ese sector de la montaña, donde predominan los vientos del oeste, se producen efectos térmicos que desprenden “burbujas” de aire. Esas burbujas ascendentes generan una especie de vacío que pasa a ocupar la masa atmosférica, lo que se denomina viento ascendente. Ello es producto de las diferencias térmicas de piedras y masa forestal en contraposición a la fría nieve.

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