“El desmedido e innecesario uso del veto”
Mediante el decreto 007/13, del 4 de enero, el intendente Horacio Quiroga vetó ordenanzas que hacen a la prevención y abordaje de la violencia de género, las que fueron suficientemente trabajadas y debatidas por el Concejo Deliberante y entre las cuales se encuentran la que adhiere a la ley provincial 2785 –régimen de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia familiar– y la que actualiza la ley 2212 e introduce cambios en las herramientas de denuncia y en las políticas públicas integrales para abordar dicha problemática. Vetó, además, la norma de creación de la casa refugio para mujeres víctimas de violencia de género. El Ejecutivo esgrime falta de presupuesto para cubrir los “gastos” que implica la conformación de equipos capacitados para abordar esta problemática, así como instrumentar refugios y/o albergues para familias en situación de vulnerabilidad social. Se aduce desde el municipio: “Nos quieren hacer solucionar problemas sociales con un presupuesto de 900 millones de pesos cuando la Provincia tiene 13.000 millones”. Con ese criterio, el gobierno provincial podría desentenderse de áreas como salud, educación, vivienda y seguridad y delegar su función al gobierno nacional, el que cuenta con un presupuesto de 500.000 millones de pesos, ampliamente superior al de la Provincia. La Carta Orgánica Municipal elaborada por la Convención Constituyente plantea que “el municipio debe establecer convenios de cooperación con el Estado provincial y nacional para la puesta en funcionamiento de planes, programas y proyectos que fomenten la promoción y prevención de políticas sociales”, lo que de aplicarse honraría su eslogan “una ciudad limpia, ordenada y segura”, y la herramienta institucional para respaldar al Ejecutivo en la adhesión a esos programas son las ordenanzas. En sus reiterados discursos, el intendente de Neuquén no menciona medidas preventivas de inclusión social que hagan a la seguridad de los ciudadanos, lo que se enlaza directamente con la violencia familiar que pretende delegar. Sería bueno incluir además el deporte y la cultura comunitaria, lo que le permitiría priorizar en serio presupuestariamente la atención de los grupos más vulnerables en lugar del gasto millonario, por ejemplo, en minutos de televisión. Que el Ejecutivo municipal ejecute los protocolos de intervención en programas preventivos y promocionales es ni más ni menos que cumplir sus obligaciones, que son indelegables; si esto no se cumple, ¿cómo se aplica en la ciudad de Neuquén el concepto de autonomía municipal? Parece que esta tan mentada autonomía es considerada sólo cuando se habla de ejecutar y licitar obra pública. ¿Por qué repentinamente un gobierno municipal, por “capricho político”, no puede sostener la calidad de las políticas implementadas por otro intendente? Sería sumamente necesario, entonces, que el actual Ejecutivo analizara el presupuesto en áreas como deporte, cultura y social como una inversión y no como un gasto; un paso acertado sería, por ejemplo, fortalecer el 0800 mujer que tan buenos resultados ha tenido. La anterior administración municipal demostró que se pueden conjugar presupuestariamente la obra pública y el área social. Si el intendente ha decidido replicar la labor realizada por su antecesor en Obras Públicas sería más que positivo que de la misma manera fortalezca presupuestariamente un área tan sensible como la social. Osvaldo Llancafilo DNI 24.877.025 Concejal Neuquén
Osvaldo Llancafilo DNI 24.877.025 Concejal Neuquén
Mediante el decreto 007/13, del 4 de enero, el intendente Horacio Quiroga vetó ordenanzas que hacen a la prevención y abordaje de la violencia de género, las que fueron suficientemente trabajadas y debatidas por el Concejo Deliberante y entre las cuales se encuentran la que adhiere a la ley provincial 2785 –régimen de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia familiar– y la que actualiza la ley 2212 e introduce cambios en las herramientas de denuncia y en las políticas públicas integrales para abordar dicha problemática. Vetó, además, la norma de creación de la casa refugio para mujeres víctimas de violencia de género. El Ejecutivo esgrime falta de presupuesto para cubrir los “gastos” que implica la conformación de equipos capacitados para abordar esta problemática, así como instrumentar refugios y/o albergues para familias en situación de vulnerabilidad social. Se aduce desde el municipio: “Nos quieren hacer solucionar problemas sociales con un presupuesto de 900 millones de pesos cuando la Provincia tiene 13.000 millones”. Con ese criterio, el gobierno provincial podría desentenderse de áreas como salud, educación, vivienda y seguridad y delegar su función al gobierno nacional, el que cuenta con un presupuesto de 500.000 millones de pesos, ampliamente superior al de la Provincia. La Carta Orgánica Municipal elaborada por la Convención Constituyente plantea que “el municipio debe establecer convenios de cooperación con el Estado provincial y nacional para la puesta en funcionamiento de planes, programas y proyectos que fomenten la promoción y prevención de políticas sociales”, lo que de aplicarse honraría su eslogan “una ciudad limpia, ordenada y segura”, y la herramienta institucional para respaldar al Ejecutivo en la adhesión a esos programas son las ordenanzas. En sus reiterados discursos, el intendente de Neuquén no menciona medidas preventivas de inclusión social que hagan a la seguridad de los ciudadanos, lo que se enlaza directamente con la violencia familiar que pretende delegar. Sería bueno incluir además el deporte y la cultura comunitaria, lo que le permitiría priorizar en serio presupuestariamente la atención de los grupos más vulnerables en lugar del gasto millonario, por ejemplo, en minutos de televisión. Que el Ejecutivo municipal ejecute los protocolos de intervención en programas preventivos y promocionales es ni más ni menos que cumplir sus obligaciones, que son indelegables; si esto no se cumple, ¿cómo se aplica en la ciudad de Neuquén el concepto de autonomía municipal? Parece que esta tan mentada autonomía es considerada sólo cuando se habla de ejecutar y licitar obra pública. ¿Por qué repentinamente un gobierno municipal, por “capricho político”, no puede sostener la calidad de las políticas implementadas por otro intendente? Sería sumamente necesario, entonces, que el actual Ejecutivo analizara el presupuesto en áreas como deporte, cultura y social como una inversión y no como un gasto; un paso acertado sería, por ejemplo, fortalecer el 0800 mujer que tan buenos resultados ha tenido. La anterior administración municipal demostró que se pueden conjugar presupuestariamente la obra pública y el área social. Si el intendente ha decidido replicar la labor realizada por su antecesor en Obras Públicas sería más que positivo que de la misma manera fortalezca presupuestariamente un área tan sensible como la social. Osvaldo Llancafilo DNI 24.877.025 Concejal Neuquén
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