El escándalo crece: se supo cuál era el rol de los policías en la banda narco

La investigación de los fiscales federales dejó al descubierto cómo operaba la banda mixta de policías, expolicías y civiles que comercializaba cocaína en Neuquén.

“Papi tengo el mundo en mis manos, es mío Neuquén”. A Omar Asef, alias «El Viejo», «El Turco» o «Gasper» le gustaba presumir. Su poder no era para tanto ni tan poco: la organización narco que dirigía comercializaba cocaína con relativa tranquilidad en la ciudad, a partir de los sobornos que pagaba semanalmente a un comisario y a varios oficiales en actividad de la Policía provincial.

La investigación de un grupo de fiscales federales permitió desmantelar la banda y poner al descubierto una modalidad delictiva que llevaba más de un año. Así trascendió ayer de las fuentes vinculadas con el caso.

Se informó oficialmente que durante los 17 allanamientos del jueves hubo nueve detenidos.

Pero además estos operativos simultáneos en Neuquén, Senillosa y Vista Alegre permitieron el secuestro de aproximadamente un kilogramo de cocaína ya fraccionado y listo para su venta; más de medio millón de pesos; múltiples vehículos utilizados por la organización; armas de fuego y balanzas de precisión, entre otros elementos de interés.


«Neuquén te cuida»


Los policías detenidos son: comisario Miguel Ángel Muñoz; oficial principal Pablo Ángel García Saldías; oficial principal Christian Damián Navarro y sargento Gustavo Samuel Ortega.

Prestaban funciones en la Dirección Antinarcóticos, la Comisaría N° 18, la Comisaría Tercera y el Departamento de Delitos Contra la Propiedad.

Uno de ellos era quien personalmente atendía las denuncias del programa «Neuquén te cuida”, referidas al narcotráfico.

Según pudieron averiguar los investigadores, los policías detenidos cobraban un “salario” semanal por sus servicios en dinero y vehículos.


El rol de los policías


A cambio, realizaban una serie de tareas que le brindaban cobertura y protección a la banda. Los ejemplos que dieron las fuentes de la fiscalía son escandalosos:

Les avisaban sobre investigaciones en marcha y posibles allanamientos a sus lugares de venta de droga.

Les proveían de armas de fuego y drogas secuestradas en otros allanamientos.

• Inventaban excusas para allanar a otras organizaciones dedicadas a la venta de droga. El objetivo era doble: «barrer» a los competidores y demostrarles que el único que gozaba de protección era Asef, por lo que les convenía trabajar para él (de ahí su frase «tengo el mundo en mis manos»).


Sobornos y favores


Los policías, según los investigadores, cobraban una suma fija semanal y recibían extras por tareas especiales, como allanar a un vendedor de la competencia.

La banda les satisfacía además otra clase de demandas: los ayudaba a cambiar el auto, les facilitaba la compra de inmuebles, y a uno de ellos le dio el dinero para la fiesta de cumpleaños de la hija.


Los pasos de la investigación


La organización era investigada desde mediados de 2019 en diversos expedientes judiciales, pero a pesar de dos allanamientos realizados, su actividad no se interrumpió.

Como adelantó Río Negro, el panorama cambió cuando en mayo pasado se ordenó la acumulación de las diversas causas, lo cual permitió analizar el fenómeno de forma global y de esta manera advertir el complejo entramado narcocriminal y de corrupción policial en el que operaba la banda.

El trabajo estuvo a cargo de la fiscal federal Cristina Beute, el fiscal federal Miguel Palazzani, ambos de Neuquén, y Diego Iglesias, de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) con intervención del juzgado federal de Gustavo Villanueva.


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