El escándalo Petraeus salpica a otro alto militar

Envió mails “inoportunos” a una involucrada en el affaire.

AP

John Allen (izquierda) es investigado por el FBI. Es el segundo militar de alto rango tras Petraeus (centro) involucrado en el escándalo.

WASHINGTON.- El escándalo en torno al último director de la CIA David Petraeus tras la revelación de una relación extramatrimonial salpicó ahora al actual comandante de las tropas de la OTAN en Afganistán, el general estadounidense John Allen, que es investigado por el Pentágono. La BBC informó ayer que Allen al parecer sería quien envió los “inoportunos” mails a Jill Kelley, amiga de la familia Petraeus que destapó el “affaire”. Por ahora se desconoce la naturaleza de esa correspondencia electrónica. Allen rechazó estas acusaciones, pero por ahora se suspende su designación como nuevo alto mando de la OTAN en Europa, dijo el secretario de Defensa, Leon Panetta, a los periodistas que lo acompañan en su viaje a Australia. Primero deben aclararse estas afirmaciones, indicó el funcionario. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, también ha apoyado esta decisión. Allen iba a asumir este puesto a comienzos de año. Panetta ordenó ayer una investigación del Pentágono sobre Allen, que contempla la revisión de entre 20.000 y 30.000 páginas de documentos, según indicaron medios locales. Antes el FBI había entregado el caso al Departamento de Defensa. El jueves estaba previsto que el Senado confirmara a Allen como sucesor del admiral James Stavridis. El general viajó especialmente a Washington para asistir al evento. De todas formas, estaba previsto que asumiera el nuevo cargo a principios del año próximo. Según Panetta, Allen seguirá siendo por ahora el comandante de las tropas de la OTAN. En tanto, el diario “The Washington Post”, que se remite a personas próximas al general, reveló ayer que Petraeus no quería dejar el cargo. De acuerdo con la información, el militar decidió presentar su dimisión la semana pasada cuando quedó claro que iba a salir a la luz su relación extramatrimonial con su biógrafa Paula Broadwell. Después de admitir ante el FBI su relación Petraeus tampoco quería dimitir al frente de la CIA. Petraeus dejó el viernes la jefatura de la CIA después de que en el marco de una investigación del FBI se supiera de su relación extramatrimonial. La relación, al parecer, acabó hace unos cuatro meses. Jill Kelly se dirigió al FBI pidiendo ayuda después de haber recibido mails amenazadores de la ex amante de Petraeus, Paula Broadwell, quien al parecer veía en ella una rival. Fue así como el FBI descubrió la relación extramatrimonial que Petraeus mantuvo con su biógrafa. La prensa estadounidense no deja de aportar nuevos detalles sobre el escándalo. “The Washington Post” informó que Petraeus se enojó cuando supo de los mails amenazadores de su amante a la presunta rival. El diario señaló que el militar exigió a Broadwell que dejase en paz a Kelley, identificada como una amiga de la familia. Según personas próximas al general condecorado, Petraeus puso fin a la relación cuando tuvo conocimiento de estos mails amenazadores, hace unos cuatro meses. La policía federal investigó también si el affaire supuso un riesgo para la seguridad nacional y Broadwell tuvo conocimiento de secretos de la CIA. En la noche del lunes, el FBI registró la casa de Broadwell, de 40 años, que vive con su familia en Charlotte, Carolina del Norte. Según el “Charlotte Observer”, varios agentes del FBI entraron la noche del lunes con cajas vacías en la casa de la examante de Petraeus. La CNN informó que una portavoz local del FBI confirmó la visita pero no detalló qué era lo que los agentes buscaban. (DPA)


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