El gran ejemplo del maestro zapatero de Picún Leufú

Lo que leímos, lo que publicamos: Esta crónica de los años 60 cuenta el emotivo ejemplo de un docente de Picún Leufú que encontró la manera de enseñarle a sus alumnos que iban sin zapatos.

“En tiempos de territorios, ocurrían las mismas situaciones. Aparte de que las escuelas en que deben desarrollar su misión son en la mayoría de los casos locales inhóspitos y sin ninguna clase de comodidades, los alumnos que a ellas concurren son hijos de gente de muy bajos recursos, que concurren a las clases sin ropas ni calzado, y muchas veces hasta con hambre. Es fácilmente comprensible que en un medio hostil y desamparado como ese, la labor de los maestros requiere cualidades extraordinarias ya que deben ingeniarse, no ya para educar a esos niños, sino para aliviar su afligente situación.


A este respecto y puntualizando el abandono en que el estado tiene relegados a esas escuelas y maestros, es interesante referir un caso reciente ocurrido en una escuela de la pequeña localidad de Picún Leufú, del entonces territorio de Neuquén.


Los escolares de aquella localidad son tan indigentes, que concurren a la escuela descalzos, recorriendo muchas veces largas distancias sobre la nieve, entumecidos por la falta de abrigo y hasta de alimentos. Y es ante este tipo de hechos cuando surge la personalidad de un humilde maestro, cuya actitud noble le hace digno de todo elogio: el señor Héctor Adaro. Condolido de la forma en que debían concurrir sus alumnos a la escuelita, solicitó le fueran enviados algunos metros de lona para zapatillas y enseguida, con afán entusiasta comenzó a enseñar a sus escolares a fabricar sus propios calzados, utilizando cubiertas viejas de automóviles para suela de estos. Con tanto empeño el buen maestro se dió a la tarea, que las zapatillas confeccionadas por él y sus alumnos resultaron excelentes, máxime teniendo en cuenta que las forraban con pieles para que fuesen más abrigadas”.

Es destacable la labor de este maestro en aquella época, como también lo siguen siendo otras actitudes que hoy llevan a cabo tantos maestros, que sumidos en el anonimato actúan y tratar de sacar adelante a sus alumnos, o por lo menos mitigar en parte la necesidad de esos niños.

Producción y textos: Edith Cabrera


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