El gran salto de Barotto 24-11-03

Sergio Barotto había realizado su parte, pero no le alcanzaba. Necesitaba un milagro. Y cinco horas después que terminó el mítico Gran Premio de Turismo, se cumplió la revisión técnica y el roquense se consagró campeón argentino de rally en el Grupo N-3.

No le regalaron nada al roquense, quien a lo largo de tres etapas extenuantes se mostró en un nivel superlativo, inalcanzable para sus rivales.

Si la definición de la prueba bien se pareció a una película de suspenso, con Sebastián Beltrán respondiendo a una orden de su equipo para que ganara Roberto Sánchez (ver aparte), la consagración de Ba

rotto no se quedó atrás.

Cinco horas después de terminada la prueba llegó la novedad. «Felicitaciones, campeón», le dijo el presidente de la AVGR, Jorge «Goyo» Martínez, al roquense después de firmar la clasificación general donde se confirmaba la exclusión del tucumano José Marzoratti, quien con su tercer puesto le alcanzaba para ganarle el título a Barotto por tres puntos.

Barotto tenía que ganar y lo hizo. Afrontó el riesgo de realizar el gasto de la prueba. Cumplió un trabajo descomunal junto con su navegante Omar Sosa, pero no era suficiente y el milagro no se producía. Nadie contaba con lo de la técnica. Cuánta razón tenía aquel que afirmó que las pruebas terminan en el desarme.

El auto de Barotto pasó sin problemas y el equipo se fue tranquilo a festejar el triunfo. No contaban con la sorpresa que se llevaron los técnicos cuando comprobaron que la tapa de cilindros del Seat de Marzoratti no correspondía con la medida de homologación por tres milímetros. Exclusión directa y título para el roquense.

El catrielense catrielense Maximiliano Debasa se tuvo que conformar con el subcampeonato en la Copa Palio, mientras que el mejor regional en la general fue el reginense Raúl Martínez, quien se ubicó sexto.

Debasa se manejó todo en la última etapa. Recuperó un montón, pero no fue suficiente. Por apenas cuatro décimas, después de tres días de andar a fondo en medio de una dureza tremenda ganó el santacruceño Sergio Quintana. En tanto, el cutralquense Roberto Raimondi terminó sexto.

En el Grupo N-4 el «Rauli» Martínez aceleró todo tratando de avanzar al cuarto lugar, pero el chileno Luis Rosselot aguantó como pudo. El piloto del equipo Raies también quedó sexto en la general.

También hubo otros dos regionales que hicieron podio: el barilochense Horacio Estrada festejó en la A-7 y el roquense José Luis Gómez fue segundo en la A-6. Nada mal, para lo que tenían para acelerar.

Agua perfumada

En el único vado con agua que había en todo el rally, el reginense Raúl Martínez tuvo un contratiempo.

Justo cuando lo iba a cruzar, se le abrió la puerta del navegante y su Mitsubishi se llenó de un líquido con mucho olor.

¿Agua? Para nada. El vado se formó con líquidos cloacales, por lo que el olor no fue para nada agradable.

Fueron dos tramos que se le hicieron interminables a piloto y navegante, hasta que llegaron al parque de servicio y el equipo tuvo que lavar el auto con detergente.

Aromatizador en mano, el «Rauli» trató de mejorar el ambiente, mientras que Rodolfo Ortiz se tuvo que cambiar de buzo, porque era imposible estar a su lado.

Nota asociada: Una orden cambió el final de la película

Nota asociada: Una orden cambió el final de la película  


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios