El municipio endurece controles a pubs y boliches
Multaron a 22 locales por no declarar la cantidad de personas que pueden admitir. Además advierten sobre el indebido avance de zonas para fumar de bares sobre veredas.
NEUQUÉN (AN).- La municipalidad de Neuquén endureció la política de controles a los pubs, confiterías y locales bailables de la ciudad y solo en el fin de semana aplicó infracciones a 22 locales por no declarar la cantidad de clientes que pueden admitir. Desde la dirección de Comercio se advirtió que varias confiterías han avanzado indebidamente sobre las veredas impidiendo el paso a los peatones.
La «mano dura» comenzó el sábado, a menos de una semana de la asunción del nuevo director de Comercio e Industria, Pablo Piccinini. Desde la noche del viernes los controles hicieron foco en los bares, confiterías y boliches en donde se labraron infracciones a 22 comercios -entre ellos, todos los locales bailables- por no presentar una memoria técnica sobre la capacidad de clientes que posee su local. «Hay un incumplimiento a la ordenanza 10.677 que fija el factor ocupacional de los locales bailables y que los comercios tenían que informar a partir de agosto», explicó Piccinini y agregó que «del total de comercios alcanzados por la ordenanza son los menos los que han cumplido con este requisito que es fundamental para su control».
El funcionario señaló que la normativa fija como máxima la admisión de 2,8 personas por metro cuadrado en los locales bailables y de 3 en el caso de los cafés, pero solo en el 30% de la superficie que debe quedar libre de mesas. «Cada comercio debe informar el máximo que por su estructura admite, y eso es lo que estos 22 locales no habían hecho», señaló.
Las irregularidades que desde el municipio se busca controlar en las confiterías no quedan sólo allí, ya que según advirtió Piccinini «hay todo una serie de irregularidades que surgieron en los comercios a partir de la ordenanza que prohibió fumar en la ciudad».
Las anomalías consiste en la colocación de mesas y toldos en las veredas, ocupando parte del espacio público destinado al paso de los peatones. Esta situación ya fue denunciada por varios vecinos que padecen ceguera, ya que se advirtió que «es prácticamente imposible poder caminar en las veredas donde hay mesas, sillas, sombrillas, y mozos ocupando hasta las esquinas». Piccinini lanzó un alerta respecto a esta situación ya que advirtió que el control de las veredas es compartido con el área de Ordenamiento Urbano dependiente de la subsecretaría de Gestión Ambiental, por lo que los inspectores de Comercio no podrían infraccionar a los locales sin una resolución del área ambiental.
«Hay que ver si respetan los dos metros de ancho que deben quedar libres al paso de los peatones y si los toldos semicerrados que han colocado están permitidos», advirtió Piccinini. «El uso de las veredas está permitido en la ciudad pero deben además pagar un canon por ello».
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