El primer trasplante entre amigos
Por primera vez en el país, un juez autorizó la donación de un órgano de una persona viva que no es familiar sanguíneo ni el cónyuge del enfermo. Un hombre de 27 años recibirá parte del hígado de una amiga.
LA PLATA- Por primera vez en el país y por vía de excepción la justicia autorizó la donación para un transplante hepático de una persona viva que no es familiar del enfermo. En este caso el enfermo padece una patología que por carácter genético no permite donaciones de familiares directos y el hígado de su esposa no es compatible.
En las próximas horas el fallo judicial se comunicará a los médicos del Hospital Argerich, donde se concretará el transplante que salvará la vida de Mauro Dorado, de 27 años, quien padece una amiloidosis genética crónica.
La enfermedad es padecida además por sus doce hermanos, quienes saben que portan el mal pero todavía no se les desarrolló.
La ley nacional 24.193 que reglamenta las operaciones de transplantes, no autoriza cesiones de órganos de donantes vivos que no pertenezcan a la familia del paciente (consanguíneos).
En su artículo 15 la ley establece que sólo está permitida la donación de órganos de personas relacionadas, pariente consanguíneo o por adopción hasta cuarto grado o bien su cónyuge.
Obviamente esta ley fue promulgada para evitar la comercialización de órganos.
Sin embargo, esta norma no fue tenida en cuenta por el juez de Paz de Brandsen -distrito distante a 60 kilómetros de la Capital Federal – Francisco Maine-ro, quien el lunes autorizó «por vía de excepción» que Adriana Vivier de Córdoba done la mitad de su hígado a Mauro Dorado, amigo íntimo de su esposo.
«Cuando me entero que el grupo sanguíneo de ella (por la esposa de Mauro) no coincidía con el de él, me decidí a donar la mitad de mi hígado», señaló Adriana.
Para Mauro, Adriana «ya no es una amiga, es una hermana, porque con un amigo podés ir a tomar algo, a pasear, esto es algo fuertísimo».
«Carácter altruista»
El magistrado, luego de una audiencia celebrada la pasada semana y de la que participaron la donante, la fiscal Beatriz Castellano y peritos médicos y psicólogos señaló a un medio local que «comprobado el carácter altruista de la donación, la agente fiscal aconsejó llevar adelante la acción, por lo que me tomé un tiem-po para analizar las circunstancias presentadas y acceder a este requerimiento».
«Hoy -dijo el juez- se librarán los testimonio para que los interesados puedan presentarse ante el Hospital Argerich de Buenos Aires, en donde se realizará la operación».
Mauro, tiene tres hijos de siete, cuatro y un año, y conoció a la donante Adriana Vivier de Córdoba a través de su marido, con quien trabajaba en la panadería San Martín, de Brandsen.
Vivier de Córdoba, quien trabaja en la Cámara de Comercio de Brandsen, comentó que «comenzamos a ver que a Mauro le iban apareciendo los síntomas (ver aparte) y pensamos en que yo fuera la donante ya que tengo el mismo grupo sanguíneo».
Tanto la familia de Mauro como la de Adriana esperaban los resultados finales de los estudios de compatibilidad, realizados en el hospital Argerich, para viajar a Capital Federal y someterse a la intervención quirúrgica.
El fallo judicial del juez de Paz de Brandsen, Francisco Mainero, quien alegó que el gesto de Adriana tiene un «carácter altruista», está amparado en el artículo 56 de la ley nacional de trasplantes 24.193.
Ignacio Maglio, abogado del Incucai, explicó que «este artículo establece un procedimiento extrapatrimonial relativo a la ablación, donde se da el derecho a disponer a uno del propio cuerpo».
«Lo que debe hacer el juez al que se le presenta la demanda con la petición de la ablación, es tomar conocimiento del asunto y despejar dudas sobre cualquier forma de retribución por la donación», aseguró finalmente Maglio. (DyN/Télam)
«No llega a ser una cirrosis»
Oscar Invertarza, jefe del servicio de Trasplante Hepático del Hospital Argerich, donde se realizará la ablación, explicó que «existen portadores sanos y enfermos de amiloidosis, enfermedad que tarda entre 25 y 30 años en desarrollarse y origina un problema en la transtietrina, que hace que el hígado deje de funcionar, pero que no llega a ser una cirrosis».
La amiloidosis ocasiona un problema en el funcionamiento del hígado que, sin llegar a ser una cirrosis, causa en el enfermo problemas de invalidez debido a trastornos en las terminaciones nerviosas.
Los síntomas se caracterizan por una baja abrupta de peso, diarrea, vómitos y la pérdida progresiva de la sensibilidad de los miembros inferiores.
Invertarza señaló que actualmente un equipo del hospital está investigando el grupo familiar de los hermanos Dorado, quienes «heredaron la enfermedad de su madre», según contó Maribel, la esposa de Mauro.
«El hermano mayor de Mauro y la mamá murieron, sin saberlo, por esa enfermedad», agregó Maribel, quien se sometió a los estudios para ser donante pero no pudo porque tiene incompatibilidad de grupo sanguíneo con su esposo. (Télam/DyN)
LA PLATA- Por primera vez en el país y por vía de excepción la justicia autorizó la donación para un transplante hepático de una persona viva que no es familiar del enfermo. En este caso el enfermo padece una patología que por carácter genético no permite donaciones de familiares directos y el hígado de su esposa no es compatible.
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