“El puente carretero y La Bombonera, una misma raíz”

Jornada de fiesta y acontecimiento de legítima magnitud constituyó la del sábado 20 de febrero de 1937 en ocasión de inaugurarse el puente que uniría los territorios de Neuquén y Río Negro, obra finalizada casi 45 días antes del plazo fijado para su entrega.

Destacar que ese día literalmente se ubicó junto al coloso de cemento toda la población regional no entraña la más mínima exageración. El corte de la cinta protocolar estuvo a cargo del gobernador neuquino Enrique Pilotto, junto a Augusto Mengelle en representación del gobierno rionegrino. En tanto Geopé, la empresa constructora con sede oficial en Buenos Aires, bajo la dirección del ingeniero Omar Lettner, se enorgullecía del “deber cumplido”, comenzaba a analizar todos los aspectos inherentes a la puesta en marcha del futuro estadio del club Boca Júniors, cuyas autoridades encabezadas por Eduardo Sánchez Terrero ponían sobre la mesa de las consideraciones previas el antecedente del imponente trabajo que el proveedor terminaba de entregar sobre las aguas sureñas. Transcurrido entonces poco más de tres años del acontecimiento de nuestro Puente Carretero, la Geopé –ahora con la dirección del Ing. José Luis Delpini– dejaba en manos de las autoridades xeneizes las llaves de la obra que se convertiría en la mítica Bombonera, y cuya foto aparece en una vista aérea tomada poco días después de su inauguración.

Las estadísticas señalan que en las primeras seis horas de la habilitación del puente cruzaron 1.842 coches; en tanto a la jornada inaugural del estadio boquense –25 de mayo de 1940, amistoso Boca 2-San Lorenzo 0– concurrieron 26.835 espectadores.

Pequeña historia de dos hermanos de cemento.

Dante Morosani

DNI 7.298.605

Dante Morosani

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