El radicalismo apostaría a un acuerdo electoral con Duhalde
Alfonsín apoyaría a Moreau-Losada con el fin de llevar las internas a marzo
Por otro lado, el alfonsinismo ratifica el acuerdo con Duhalde. Hoy por hoy, Moreau es el más duhladista de los radicales y el más oficialista de los opositores.
En realidad, la apuesta de Raúl Alfonsín es presionar al Gobierno para que lleve las elecciones a marzo. Eso le posibilitaría ganar tiempo para reanimar al menos un poco al alicaído y culposo radicalismo, que aún yace sobre las cenizas del fracaso delarruista. El ex presidente expresó ayer su esperanza: «Yo creo que con un poco más de campaña, la UCR puede llegar al ballotage». Mientras otros candidatos siguen en la pendiente decreciente, Alfonsín confía que el peso de la estructura partidaria a nivel nacional terminará jugando a favor. Aunque el objetivo central será imponer a un radical como compañero de fórmula del candidato oficialista, estirando así el pacto Alfonsín-Duhalde que posibilitó la llegada del bonaerense a la Casa Rosada.
El caudillo de Chascomús no deja por estos días de alabar la gestión del Presidente. Está orgulloso de la administración de Lavagna, un hombre que considera propio, y deja en claro cada vez que puede que las tareas del radical Horacio Jaunarena y del peronista Ginés García son «ejemplares». Aunque Alfonsín mantenía una larga disputa con Moreau, después de la excelente relación que duró años, ahora parece dispuesto a apoyarlo, por sobre los otros dos precandidatos radicales, Terragno y Alvarez Guerrero. Terragno, apoyado sobre el bastión bonaerense que le suma Federico Storani, se ha convertido en el blanco predilecto del alfonsinismo. Además, el ex ministro ha conseguido un buen compañero de fórmula, el intendente bahiense Jaime Linares, de alto predicamento en el sur de Buenos Aires. Alvarez Guerrero, que ayer sumó el apoyo de «el japonés» García, intendente de Vicente López, llevaría como compañero de fórmula al contador Gustavo Callejas, ex secretario de Combustibles de la Nación.
Moreau aparece como el más funcional a las expectativas alfonsinistas. El senador se convirtió en una espada fundamental del Gobierno en el Congreso, y sabe que su imagen no es la mejor fuera de la UCR. Por lo tanto, no tendría problemas en abandonar la carrera presidencial si el premio mayor es la confirmación de una alianza electoral con el PJ. Así como Terragno aparece como el primer adversario, el enemigo a largo aliento es compartido por todo el espectro duhalduista-alfonsinista: Carlos Saúl Menem.
El alfonsinismo debió insistir para convencer a Losada. Fue fundamental en esta tarea la gestión de «Coti» Nosiglia, operador estrella de la UCR y primo del misionero. Nosiglia, que mantiene estrecho vínculo con Adolfo Rodríguez Saá y con el senador ahora hiper duhaldista Luis Barrionuevo, está convencido de la necesidad imperiosa de establecer un pacto radical- peronista «para salvar al país».
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