El subsecretario que tiene más poder que el ministro Guzmán

Se profundiza la interna en el Gobierno. El titular de Economía, con muy poco margen de acción, estudia dejar su cargo. Nuevo embate de Cristina Kirchner para condicionar el poder del presidente.

Argentina insólita. La decisión del ministro Economía de la Nación Martín Guzmán, consensuada con el presidente Alberto Fernández y el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, estaba encaminada. Ayer al mediodía se le comunicó al subsecretario de Energía, Federico Basualdo, que debía abandonar su cargo.

Hasta ahí nada distinto de lo que ocurre en cualquier país del globo. Pero los tres personajes del Ejecutivo se olvidaron de un dato clave antes de esta toma de decisión: el llamado al Instituto Patria.

Conocido el pedido de Guzmán, todo el kirchnerismo cerró filas en defensa de Basualdo, hombre de referencia en el tema energético dentro de los jóvenes de La Cámpora. El presidente Fernández intentó, por la tarde, comunicarse con Cristina Fernández, pero por alguna razón la vicepresidenta no respondió a los llamados.

El golpe al poder Ejecutivo se hizo sentir. Otra vez Cristina Fernández poniendo límites a la gestión del presidente. ¿Es viable este tipo de esquema político donde el poder esta centrado en la vicepresidenta? El ministro Guzmán adelantó que no lo es y por ello aseguró que si sigue Basualdo en su cargo el deja el ministerio.

“Son momentos complicados. El subsecretario ya recibió la orden de presentar su renuncia”, señalaba anoche un funcionario allegado a Guzmán dejando en claro que la decisión está tomada y que no hay marcha atrás. Pero pese al optimismo que intenta dar la fuente de Economía, lejos está de resolverse el problema entre Guzmán y su subordinado.

Independientemente del resultado de esta pulseada, lo que termina de salir a la superficie tras este incidente es que Guzmán perdió el control sobre su cartera: un subsecretario tiene más poder que su ministro. Anoche Alberto Fernández lo contactó para darle su respaldo. Pero con eso solo a Guzmán no le alcanza. El escarnio público que significó el desplante de Basualdo fue un límite para el ministro que, para sus allegados, será difícil de cruzar.

El presidente intentó ayer convencer al ministro para que se mantenga en su puesto. (Archivo)

Por otra parte, el presidente es consciente de que no puede dejar ir al titular de la cartera de Economía en medio de las conversaciones que está manteniendo con el FMI por la reestructuración de la deuda y a meses de las elecciones de medio término.

Guzmán sabe que tiene todavía esa carta para jugar, aunque con muy poco margen de acción. Dejar ahora el ministerio podría generar un caos en el mercado ya que para los empresarios e inversores es considerada “una persona que le pone algo de racionalidad a este Gobierno”. Hasta altas horas de la noche de ayer continuaban las negociaciones.

Desde el Gobierno se trataba de dar una salida elegante a Basualdo con algún puesto alternativo por fuera del ministerio. Pero el kirchnerismo desechaba esta posibilidad, marcando nuevamente la cancha al presidente y mostrándole quien tiene el verdadero poder en la Argentina.


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