El sufrimiento azucarado con humor
Mañana se estrena "Campocómico...", una obra de "humor incorrecto".
NEUQUEN (AN).- «Esta raza especial que ha sobrevivido al Holocausto desafiando su suerte nos ha dejado una fuerte lección de lucha, y esto se ve en el 'Campocómico'».
Algunos de los sensibles detalles que destila el comentario periodístico acerca de «Campocómico, diatriba agridulce sobre la salvación y el hundimiento», el unipersonal de Javier Santanera que es dirigido por José Luis Valenzuela y que se estrenará mañana a las 21.30 en la sala II del teatro capitalino Conrado Villegas -Yrigoyen 138-. Continuará los dos viernes siguientes.
«Campocómico…» es, desde la mirada de sus mentores, «una obra de humor incorrecto» que tuvo como musa los textos de Primo Levi durante su desgraciada reclusión en los campos de Auschwitz. Valenzuela y Santanera moldearon la pieza teatral mezclando cuentos humorísticos de salón con aquellos que es habitual escuchar de boca de algún cómico judío.
Un preso judío que se ríe de sus pesares y de las bestias que serán sus ejecutores. A pesar de que la comicidad distiende, la atmósfera no pierde esa densidad que produce la incertidumbre de no ver un futuro más allá de cuatro paredes.
«Lo más fuerte, y que escapa completamente del humor, es el paralelismo final con la realidad del mundo: la desidia del ser humano por el ser humano mismo, el olvido de las guerras, y el remate por ese ser humano, el que evidentemente para muchos tiene muy poco precio», reseñó con precisión la crónica. A pesar de la temporalidad, es una obra que desnuda las contradicciones humanas y que roza la piel con la cercanía de la universalidad temática, problemática y existencial.
Santanera y Valenzuela -cuentan con el apoyo de Claudia Salari en vestuario, el luthier Ariel Santanera y el sonidista Jorge Enei- dicen que la obra exalta «la tradición nacional de los contadores de chistes, a los cuales quisimos rendir homenaje» y «hemos invitado a acompañarnos a la zona gris de los moralmente inclasificables».
También dicen que hay que ver «Campocómico…» porque es un espectáculos que se inmiscuye en «esa común condición de 'moralmente grises' que Primo Levi ha descripto en sus inquietantes testimonios sobre la reclusión terminal de los disidentes del régimen nazi y que no deja de salpicar las almas bellas de todo color político. Ni blancos ángeles ni negros demonios, los seres humanos solemos ser tan buenas personas como las circunstancias nos permiten…».
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