El testigo al que un instante le cambió la vida
Pablo se transformó en una pieza clave en el juicio por el crimen de Paula Vera. Está en el programa de testigos protegidos y se fue de Bariloche. “No lo olvido nunca más”, dijo.
Crimen Paula Vera: el testigo al que un instante le cambió la vida
El testigo al que un instante le cambió la vida
Hasta la noche del 7 de abril de 2013, Pablo vivía tranquilo con su familia en el barrio 28 de Abril. Tenía un pequeño kiosco, que le permitía generar el sustento diario. Pero vio un hecho que cambió su vida, la de su esposa y sus hijos. “No me lo olvido nunca más”, afirmó ayer ante el tribunal.
Su testimonio se transformó en una pieza clave para la imputación contra Heriberto Miguel y Sebastian Aravena como presuntos autores del homicidio de Paula Vera.
Ayer, Pablo declaró que circulaba en su Renault 12 por la calle Beschtedt y observó a Miguel con un arma de fuego y a Aravena. “Yo no iba a decir nada”, explicó. “Si hablaba qué iba a hacer si vivía en el mismo barrio que ellos”, añadió.
Tras el homicidio, dijo que tuvo que ir a dormir con su esposa y sus hijos a la casa de familiares. Pero un grupo de jóvenes le quemó la casa y el kiosco. Decidió contar lo que había visto, pero tuvo que abandonar el barrio e irse de Bariloche. Hace cuatro años que está radicado en una localidad del Valle Medio porque está dentro del programa provincial de testigo protegido.
Recordó que antes de que le incendiaran su casa, estaba en el kiosco, mientras sus hijos jugaban en su casa, y vio que Miguel pasaba por el frente. Contó que el imputado regresó en dirección al comercio portando un arma de fuego. “Le pedí a Dios que me ayudara. Quería ver crecer a mis hijos”, rememoró.
Bandas rivales
Heriberto Miguel admitió ayer que el crimen de la joven “generó una guerra” entre bandas rivales. Miguel era medio hermano de Lucas Bascur, que había sido asesinado la tarde del 9 de febrero de 2013, en una calle del barrio Vivero Municipal de esta ciudad.
Por el crimen de Bascur, la Cámara Criminal Primera condenó a finales de diciembre de 2015 a Edgardo Omar “Enano” Vera y a Héctor Bahamonde a 19 y 18 años de cárcel respectivamente. Paula era hermana del “Enano” Vera.
Miguel tiene 31 años. A finales de 2004 recibió su primera condena a 9 años de prisión por matar de un balazo a una chica de 13. Recuperó la libertad y en septiembre de 2010 fue condenado a 6 años de prisión por un robo agravado por el uso de armas.
Sebastián Aravena cumple una condena de 10 años de prisión por el homicidio de Hugo Báez Guerrero y tiene otra condena de 4 años de prisión por un intento de robo calificado por el uso de arma de fuego. Las dos condenas se las impusieron en abril de 2015.
Miguel cumple su condena en el penal de Viedma, mientras que Aravena, en Roca. Ambos protagonizaron fugas de los penales de Viedma, Bariloche y Roca.
Ayer, trece policías custodiaron a los imputados durante la primera jornada del juicio, que comenzó con más de dos horas de retraso, porque los defensores de los imputados intentaron hasta último momento llegar a un acuerdo con la fiscalía para un juicio abreviado.
Miguel y Aravena habían logrado eludir el juicio en mayo de 2014 y en abril de 2015. La primera vez por errores en la requisitoria de elevación a juicio y la segunda por errores insalvables en el expediente. En ambas ocasiones se declaró la nulidad y la causa volvió al juez de Instrucción Marcos Burgos para que corrija los errores. El juicio continuará hoy por la mañana con más testigos.
“Desconozco el hecho que se me imputa. Soy inocente de lo que se me está acusando”
afirmó Sebastián, alias Mecha, Aravena.
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- “Desconozco el hecho que se me imputa. Soy inocente de lo que se me está acusando”
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