Jardín: Una buena época para acondicionar la tierra

Despedimos el mes de julio, ideal para oxigenar y acondicionar la tierra del jardín y prepararla para nuevas especies y renovar las que ya tenemos. Repasamos los consejos de la mano de la experta Ester Escalona, encargada del vivero municipal de Roca.

Durante el invierno, la mayoría de las plantas presentan un estado vegetativo, y es el momento ideal para preparar la tierra del jardín con el objetivo de enriquecerla, aportar más nutrientes, y “airear” para ayudar a futuras siembras.


“Es el momento ideal para preparar la tierra, acondicionarla y oxigenarla. Además hay que remover e incorporar materia orgánica al suelo, tarea muy importante porque sirve para mejorar la capacidad de retención de agua y de nutrientes, así como también la textura y aireación de la tierra dando como resultado un suelo más blando y adecuado, que facilitará a futuras semillas o raíces nuevas para su arraigue”, explicó la experta Ester Escalona, del vivero municipal de Roca.

Según afirma, “es importante realizar esta tarea antes de la llegada de la primavera”. El aporte de mantillo o estiércol en el suelo en invierno garantiza el asentamiento dejando la tierra a punto para las futuras plantaciones, y sirve tanto en plantaciones de jardines como en huertas, donde la materia orgánica estabilizada hace su aporte ya sea de forma directa sobre el suelo o alrededor de los cultivos.

El mantillo y el estiércol de caballo se obtienen mediante el proceso de compostaje, una herramienta muy apropiada tanto en jardín como en huertas. Es rico en materia orgánica, hummus y cuenta con un bajo contenido en sales. Una vez removido y limpio el suelo, con la ayuda de una azada se va incorporando el mantillo o el estiércol para luego rastrillar y después regar bien el suelo.

En el caso plantas en macetas o macetones, en esta época invernal también es necesario remover el sustrato e incluso se lo puede proteger con cubresuelos, cortezas decorativas o astillas de madera. Estas se deben colocar a una distancia entre 5 y 7 centímetros alrededor de las plantas y sobre la tierra; y esta tarea ayudará a proteger la tierra de los vientos y también del frío.

La Iris germánica, una especie que aporta mucha belleza.


Escalona explica que “el riego en general se debe realizar una vez por semana, y se adapta a toda clase de suelo. En lo posible cuando mas blando sea, es mejor para la planta. Cuando muestra las hojas con puntas secas es a causa de la necesidad de agua y riego, en este tiempo se limpian todas esas hojas secas”.

Ante la presencia de bichos bolitas -que suelen estar muy presentes-, podemos “limpiar” con una mezcla de agua oxigenada de 10 (volúmen de agua 50 mililitros diluída en 300 mililitros de agua potable), dando un riego moderado.

Sin ninguna duda, “lo más importante es no dejar endurecer los suelos”, asegura la experta. Para eso, se debe trabajar dándole aportes nutricionales -no en demasía, para no intoxicar las plantas- cada 3 o 4 meses; y además remover la tierra seguido para oxigenarla. Una vez preparada la tierra, limpia y libre de elementos extraños que se puedan manipular con las manos, se procede al sembrado. Y esta es una buena oportunidad para darle lugar a las “bulbosas”.

“La especie Iris germánica no son bulbos en sí, sino que son Actorus, que es una raíz alargada y gruesa de donde salen las raíces mas pequeñas, donde se encuentran los pelos absorbentes”, explica la experta. Estas plantas no tienen demasiadas exigencias en cuanto a suelo, pero se necesita que tengan buen drenaje. En este sentido, Escalona asegura que “si el suelo tiene mucho nitrógeno, los acorus tienden a pudrirse”.

Los lirios también pueden ser blancos, y aportan variedad a nuestro jardín.


Cuando se colocan acorus en un cantero o parte del jardín, estos deberán ser levantados y replantados por completo cada 3 años; en lo posible a 3 bolillos, dejando un espacio entre sí de 10 a 15 centímetros.

“Cuando los acorus- una raíz que va semi enterrada- asoman a la superficie, me están indicando que debo levantarlos completos”, explica la experta. Esta acción se realiza con la ayuda de una horquilla. Allí nos disponemos a limpiar de malezas el suelo y separar la plantación entre sí, y es una buena oportunidad para hacer propagación con todo el excedente en los lirios comunes que se llaman Iris germánica.

En los lirios comunes, las hojas son perennes porque hacen un recambio estacional y cada tanto se secan para dar lugar a hojas nuevas y también a flores. Cuando las puntas de las hojas se secan, nos indica un pronunciado estado de desidratación, pero a la vez tienen que contar con un buen drenaje, porque si se produce encharcamiento se pueden pudrir los acorus.


Calas y Narcisos



Otras especies bonitas para colocar en canteros, macizos o macetas, y que tienen un margen de floración desde los primeros días de agosto hasta septiembre -e incluso hasta los primeros días de octubre- son las calas y los narcisos.

“En el caso de las calas son demasiadas palustres”, señala la experta, “y necesitan vivir cerca del agua y con mucha humedad… y en lo posible sombra. Actualmente hay mejoramiento genético y se aprecian calas de colores como el amarillo, morado y hasta incluso negro, que se destacan en comparación a las calas que todos conocemos, de color blanca”. Ester añade que “el tema con las calas es que tienen una demanda de suelo más rico y fértil, de sombra y sobre todo de mucho más agua, por lo tanto no pueden convivir con las especies de tipo Iris germánicas, que tienen menor demanda de riego”.

En cuanto a los narcisos, existen una amplia variedad además de los “narcisos enanos” y también de “flores más grandes”. A diferencias de los lirios, las calas y los narcisos necesitan un suelo bien drenado, pero mucha más presencia de humedad. Además, según argumenta Escalona, en el caso de la cala se necesita de lugares sombreados, mientras que en el caso de los narcisos, estos necesitan suelos bien drenados, nutridos y pueden ubicarse tanto en sombra como al sol.

En el caso de los narcisos, existe una amplia variedad con algunas especies “enanos” y “flores grandes”.


Por último, para tener en cuenta y hacer buenas combinaciones de colores, tener un margen de floracion continua y que se puedan acompañar a especies como la Iris germánicas -o a plantas que tienen una floración con un determinado tiempo-, se aconseja realizar una siembra directa de caléndulas, que después se puede ralear.

Otra opción es poder intercalar con prímulas y margaritas, que van a florecer entre octubre y diciembre. “En algunos casos, las Margarita blancas -llamada también romántica- tienen floraciones tardías; y en el caso de las caléndulas, tanto de flor simple como doble, y de diferentes colores, llaman a la actividad de abejas y garantiza una muy buena polinización”, argumenta la experta.

Así las cosas, este tiempo es ideal para aprovechar y diseñar una buena combinación de plantas a medida de cada época y seguida de floración, para poder despedir el invierno con flores continuas acordes a las estaciones siguientes, y aguardar con ansias la llegada de la primavera y el verano.


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