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Mejor lo nuestro: un jardín de nativas para la cervecería

La propuesta supone un importante cambio para el paisajismo local, más acostumbrado a mostrar una estética exótica, lo que genera a su vez, un desafío para la creación de espacios verdes y el circuito de viveros de la región.

A partir de la iniciativa de la renombrada médica naturista, Sara Itkin, dos estudiantes, un graduado y una docente de la Tecnicatura en Viveros (TeVi) de la Universidad Nacional de Río Negro en Bariloche, trabajan desde junio del 2022 en la creación de un jardín de plantas nativas en el predio de la cervecería Patagonia.


La propuesta supone un importante cambio para el paisajismo local, más acostumbrado a mostrar una estética exótica, lo que genera a su vez, un desafío para la creación de espacios verdes y el circuito de viveros de la región.

Itkin contó que cuando le ofrecieron el espacio para generar el jardín, lo más complejo fue conseguir las nativas. “Teníamos sólo las plantas que podíamos comprar”, explica. “Nos dimos cuenta que no había muchas nativas en los viveros, y por supuesto no podíamos ir a depredar el bosque nativo para recrearlo aquí”, dice mientras señala uno de los canteros con Michay y flores de Llallanté. Y explica que para realizarlo propuso trabajar con la Tecnicatura en Viveros “porque venían trabajando y produciendo nativas. Era importante que sepan cultivar nativas y con experiencia”.

Así convocó primero a Martín Rey, graduado y docente de TeVi, de la UNRN, y a las estudiante Suyai Svampa y Brenda Rebollo. Luego se sumó la graduada y docente Luz Lattanzio, con la intensión de generar un espacio de producción de plantas nativas y el objetivo de recrear el ecosistema nativo en el predio.

La líder de higiene seguridad y medio ambiente de la cervecería, Carolina Levermann, comentó que “el objetivo es fomentar el conocimiento, cultivo, uso y conservación de nativas, y trabajar en conjunto con instituciones y organizaciones involucradas en la conservación ambiental”. Y destacó el grupo de trabajo por su compromiso y profesionalismo: “Planteamos una idea, un deseo, y ellos lograron con mucho entusiasmo y pericia hacerlo realidad”.

Los canteros del ingreso lucen ahora flora propia.


Luz, que es docente de la materia “Viveros I”, explicó que actualmente se puede decir que son varios los graduados trabajando en la producción de nativas. Algo que cuando comenzó a dictarse la carrera no parecía posible. “Nuestros estudiantes se van recibiendo y van encontrando o generando nichos de trabajo relacionados a la producción de nativas. Es fundamental el rol de la Tecnicatura en la viverización de las nativas” explica Luz.

“En la formación de los estudiantes en la Te Vi, le damos mucha importancia al cultivo de plantas nativas, esto les da muchas herramientas y plantea tanto un cambio en la lógica de la producción como en la lógica de la creación de espacios verdes y jardines”.


Berries nativos



Además del jardín, el proyecto incluye una plantación experimental para la producción de berries nativos, en específico de la Uñi, también llamada Murta.

Este berrie, con gran potencial comercial, puede utilizarse como producto gastronómico, cosmético, farmacológico (por sus propiedades cicatrizantes, analgésicas y antioxidantes) o como botánicos para bebidas alcohólicas como la cerveza o el gin. Para ello Sara convocó al Instituto de Investigaciones en Recursos Naturales, Agroecología y Desarrollo Rural (Irnad, UNRN-CONICET).

Flores de llallanté, detrás de Luz Lattanzio y Sara Itkin.


Lucas Garibaldi, director del Irnad explica que “los frutales nativos tienen excelentes propiedades nutricionales, su cultivo es más amigable con el medio ambiente que el de muchas plantas exóticas y promueve el desarrollo local y la identidad cultural”.

El predio supone un circuito para que turistas y locales conozcan las plantas nativas, y un estanque donde proliferan plantas acuáticas y de gran humedad como las nalcas (en peligro de extinción). Allí Sara remarca que “la idea es también dar a conocer las nativas para que se puedan valorar. No se puede cuidar lo que no se conoce”.


Berry, uñi, llallante, amancay y todo lo que se encuentra en ese espacio



En el jardín de nativas, los visitantes podrán ver el primer y único cultivo experimental de un berry nativo. Pero no sólo eso: allí se está rescatando y cultivando uñi o murta (Ugni milonae), arbusto de gran valor cultural y nutricional.

A su vez, el jardín cuenta con diferentes sectores al aire libre con más de 30 herbáceas nativas de atractiva floración de llamativos colores como el Llallante (Geum magellanicun), el amancay (Alstroemeria aurea), el buchu (Haplopappus glutinosus) y chilco (Fuchsia magellanica) entre tantas que atraen polinizadores autóctonos.

Todo se preparó con cuidado y mucho trabajo.


El espacio tiene 200 m2, un domo que aloja plantines que podrán usarse en reforestaciones y un espacio experimental para que los visitantes puedan disfrutar de una experiencia sensorial inmersiva

La médica naturista Sara Itkin, encargada del proyecto junto a docentes y alumnos de la UNRN, comentó en una entrevista que “hacer un jardín de nativas en la Microcervecería fue un gran compromiso con la madre tierra, fue como pedirle permiso para llevar un pedacito de su espíritu, del bosque para cultivarlo y darlo a conocer y mostrar así su inconmensurable valor. A su vez, hacer lazos desde Cerveza Patagonia con científicos que están apostando a valorar y cuidar la naturaleza y generar un mini paisaje productivo con un proyecto de recuperación y cultivo de berries nativos, me llena de orgullo”.


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