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Carbajales: “No es fácil hacer políticas públicas como el Plan Gas.Ar”

El exsubsecretario de Hidrocarburos de Nación, Juan José Carbajales, destacó las ventajas del programa de promoción a la producción. “Lograr continuidad de una política de 8 años no es poca cosa”, agregó.

El consultor energético y exsubsecretario de Hidrocarburos de la Nación, Juan José Carbajales, resaltó la importancia del Plan Gas.Ar para la industria y el país, y aseguró que “no es fácil” hacer políticas públicas que perduren en el tiempo. Describió cómo se diseñó el programa de estímulos y enumeró sus principales claves.

“No es fácil hacer políticas públicas porque los funcionarios cambian no solo entre gestiones, sino también en cada gobierno”, afirmó Carbajales, luego de nombrar la sucesión de titulares de la cartera de Energía desde 2016 hasta la fecha.

Y agregó: “Es difícil ver continuidad cuando los elencos son tan inestables. Lograr ver continuidad de una política de 8 años como el Plan Gas.Ar no es poca cosa”.

El ahora consultor participó de la primera jornada nacional de Energía e Hidrocarburos que organizó la Facultad Regional Neuquén de la UTN, en Plaza Huincul.


Panorama previo al Plan Gas.Ar


Carbajales, que formó parte del equipo que diseño el vigente programa, señaló que en diciembre de 2019 se encontraron con dos situaciones “preocupantes”. Primero, que la producción tenía un declino en la producción de gas natural del 8% al 10% anual y, segundo, que los usuarios no podían pagar el precio pleno de lo que salía sacar, transportar, producir y distribuir el gas.

Explicó que el programa juntó la demanda residencial y comercial y se creó lo que denominaron demanda agregada. De esta forma se les garantizó a los productores una demanda flat de 70 millones de metros cúbicos por día, para que puedan tener previsibilidad a la hora de invertir.

El programa reactivó el segmento que venía en declino. (Foto: archivo Matías Subat)

La única salvedad que se incluyó fue que, durante los meses de bajas temperaturas -cuando la demanda residencial aumenta sustancialmente- se optó por sacarle gas a las usinas y se lo agregó a las distribuidoras. La generación se volcó al gas importado de Bolivia y GNL.

Para la demanda industrial y GNC, que implican cerca de 30 millones de metros cúbicos por día, el Estado no fijó bases para los contratos, y se les dio libertad para que negocien de manera privada. Sin embargo, el Estado controló que esa oferta esté el mercado.

El objetivo principal del plan gas se cumplió, que era conseguir 70 millones de metros cúbicos por día por cuatro años, más otros 30 que las empresas tienen que producir para venderle a las industrias.
Hoy tenemos un bloque de 100 millones hasta fines de 2024 garantizado”, indicó.


Precios


La mayoría de la letra chica del programa se discutió a través de reuniones virtuales y los precios no fueron la excepción. Los operadores pidieron valores de entre 1,50 a casi 7 dólares para el gas.

En números

3,70
dólares fue el techo que fijó la reglamentación.

Se ideó la herramienta que fijó el techo de precio de 3,70 dólares para que las empresas productoras compitan por colocar su producción de esa manera. Al final promediaron los 3,53 dólares, más bajo que el techo.

“El Estado le paga una parte del precio al productor para que invierta y haya gas, pero es un subsidio indirecto a los usuarios que ven un menor costo en la factura”, dijo Carbajales.


Ventajas


Por último, entre las principales ventajas del Plan Gas.Ar, que se extenderá hasta 2028, Carbajales subrayó que se consolidó un sistema de triple efecto que da previsibilidad a la industria, resiliencia a la demanda y certeza al fisco.

Además se afianzó un precio en torno a los 3,50 dólares como referencia para todo el gas local de base. Y se logró desacoplar de forma significativa respecto a valores de importación de invierno, 7 dólares frente a los 30/40 dólares de GNL y gasoil para 2022/2023.

Por otra parte, se reforzó la confianza de clientes regionales como Chile. Y, además, se garantizó que el gas de Vaca Muerta siga teniendo horizonte que habilite en algún momento proyectos de exportación de GNL.


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