El rol de la generación distribuida

El desarrollo de este segmento renovable tiene un alto potencial de ahorro en el uso de gas. El Estado debe sumar beneficios que promuevan su crecimiento.

Redacción

Por Redacción

Por Carlos Soraire (*)

La generación distribuida es el empleo de fuentes renovables para generar energía eléctrica destinada al autoconsumo y a su vez para inyectar los excedentes a la red de distribución, lo que permite ahorros en el servicio.

El sol, el viento, los ríos, la biomasa y otros recursos son las fuentes ilimitadas e inagotables de energía que pueden abastecernos y cubrir nuestras necesidades y, al mismo tiempo, contribuir a reducir el consumo de gas y otras fuentes.

Los equipos que se utilizan son: paneles solares, pequeños aerogeneradores, mini turbinas u otras tecnologías que pueden instalarse en hogares, PyMEs e industrias, generando un ahorro económico importante en la factura del servicio eléctrico y contribuyendo a la mitigación del efecto invernadero y cambio climático.

Según el último censo -que se realizó en 2010- existen en nuestro país cerca de 12 millones de viviendas. Por lo que si se instalaran paneles solares en solo el 50% de esos hogares, se podría generar una potencia suficiente solo para autoconsumo que permitiría un ahorro en gas que sería superior a los 6 millones de metros cúbicos por día (m3/d). Volumen que se puede ver incrementado con las incorporaciones en PyMEs e Industrias. Además, en pleno invierno puede significar un 3,5% del consumo total de gas del país.

La Ley 27.424, que establece el Régimen de Fomento a la Generación Distribuida de Energía Renovable integrada a la Red Eléctrica Pública, fija con claridad el reglamento y los beneficios de autoproducir energía sumado a los regímenes de promoción.

Actualmente (feb de 2022); se han instalado más de 9.800 kW de potencia a lo largo de todo el país y los montajes continúan en aumento. Si bien los costos tienen un período de repago superior a los 8 años, a medida que evoluciona el mercado, el montaje continúa incrementándose y los precios disminuyendo. Las empresas dedicadas a estos tipos de energía han sabido incorporar las mejores tecnologías por lo que las hacen muy confiables.


Ventajas


1) Una de las ventajas de la generación distribuida es disminuir las pérdidas por transporte que tiene el sistema eléctrico y por ende aumentar la eficiencia del mismo.

Las grandes distancias originan pérdidas de energía, al localizarse los generadores en diversos lugares y lejos de los centros de producción, disminuye la longitud de las líneas de transporte y aumenta la eficacia en la distribución.

2) La energía que producen estos proyectos es sustentable o sostenible y respeta el medio ambiente con un impacto casi nulo.

3) Al aumentar el número de “generadores”, disminuye la dependencia de energía que se produce a grandes distancias amplificando la disponibilidad local o cercana. Inclusive, disminuyen los cortes generalizados que producen y que originan innumerables pérdidas.

4) Aumenta el desarrollo económico de empresas fabricantes de estos servicios.

5) Por último, la disminución en el consumo de gas implica un significativo y valioso ahorro de divisas para las ajustadas cuentas del Estado.

Estos sistemas de generación (paneles solares, aerogeneradores, mini turbinas, etc.) también son muy importantes en los lugares donde no existe acceso a red de gas o red eléctrica. La autogeneración es una forma muy sencilla de contar con los servicios esenciales en lugares aislados que de lo contrario deben utilizar generadores más contaminantes y peligros.

Los países de la comunidad europea vienen desarrollando este tipo de tecnología en forma generalizada. En Italia, los bancos, las empresas fabricantes y los usuarios disponen de un sistema de pago que va asociado en forma directa al ahorro de gas que se produce con el uso de paneles solares.

En las últimas semanas, en España, comenzó a discutirse la posibilidad de eliminar el IVA en las inversiones que estén asociadas a instalar este tipo de proyectos. Lamentablemente en nuestro país no existe una política de Estado que regule este tipo de promociones que además tienen gran potencial en el ahorro de gas.

(*) El autor es ingeniero Industrial especializado en petróleo.


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