Falta de gasoil: la escasez del combustible llegó a Neuquén y Río Negro

La Fadeeac publicó un nuevo registro donde reflejan que ambas provincias ya establecieron un límite de carga entre 51 y 100 litros por unidad. Según detallaron desde Cámara de Expendedores de Combustibles regional aumentó la demanda además del desabastecimiento, por lo que las estaciones de servicio racionalizan la venta.

La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) publicó un nuevo mapa de abastecimiento de gasoil donde registró que Neuquén y Río Negro tienen un límite que va desde 51 a 100 litros por unidad. Según detallaron fuentes de la cámara de expendedores regional, además del conocido desabastecimiento, se produjo un aumento en la demanda por clientes que antes compraban de forma mayorista.

El presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Río Negro y Neuquén, Carlos Pinto detalló en diálogo con Energía On que esto sucede porque «cada estación de servicio regula la entrega de acuerdo a como le va suministrando la petrolera«. Según lo que tenga históricamente vendido la estación, será el cupo que recibirá.

Esta situación comenzó «hace más de un año atrás, cuando el gobierno nacional le puso un freno a los aumentos y no deja que el incremento de los combustibles sea paralelo o equivalente a la misma inflación», explicó Pinto. Al no aumentar según el Indice de precios al Consumidor, «ahora estamos sufriendo las consecuencias en su máximo nivel«. 

Un hecho que complejiza la situación se relaciona con el aumento de la demanda en las estaciones de servicio. Al tener un precio mayorista superior al minorista, «hay clientes que aparecen dada esta situación de escasez«, señaló Pinto. Por ejemplo, las industrias.

Hoy en el mercado mayorista «cuanto más se compra mas caro cuesta. La industria que tenía su propio suministro, que compraba para abastecer camiones completos o por lo menos cisternas completas, se han volcado a las estaciones de servicio porque es más barato«, detalló el referente. Al tener reguladas las entregas, las expendedoras «se tienen que arreglar para todo el mes«, por lo que limitan el cupo.

En tanto el precio minorista al que venden las estaciones de servicio «es el precio ventajoso que estipula el gobierno nacional y que precisamente es lo que ha causado todo este daño, este perjuicio de abastecimiento, porque a nivel internacional los precios están mucho más altos«, subrayó.

Cuando la petrolera le vende a la estación de servicio por fuera del cupo que le habían establecido, se lo vende «a precio mayorista, que es muchísimo más caro. Entonces, cuando eso sucede, ese precio que la petrolera le vende más caro a la estación de servicio lo tienen que poner en el surtidor«, señaló el referente. De esta forma, se explica el aumento en algunas estaciones de servicio.

Uno de los casos que se destacan en términos de demanda según el informe de la consultora Economía & Energía es Villa la Angostura. Esta es una de las localidades fronterizas que aumentó un 26% su venta de gasoil en comparación con el primer cuatrimestre de 2019.

En este caso, influye no sólo el mercado mayorista que se volcó a las estaciones de servicio, sino también «el precio más caro de gasoil que tiene el país vecino. Ni hablar de otros países: los precios en Argentina están totalmente desfasados y fuera de cualquier realidad. A su vez, influye el aumento del turismo, que también aumenta el consumo».


La fijación de precios, un punto marcado también por la ubicación


Los precios se determinan según el que establece YPF, que domina «el 70% del mercado en la zona y cuando pone un precio, es el precio testigo para el resto de las petroleras«, subrayó Pinto. Los precios varían según las zonas del país «sin una explicación lógica al respecto, porque cuando nosotros preguntamos porqué esas diferencias de precios, nos dicen que son estrategias de mercado». 

En este sentido, hizo eco al otro relevamiento hecho por la Fadeeac, que evidenció la «discrecionalidad en la fijación del precio y una marcada divergencia según la zona geográfica en la que se encuentren» los transportistas. En seis provincias el precio por litro superó los $250, mientras que en el sur, específicamente Chubut y Santa Cruz, el valor máximo solicitado fue de $140 por litro.

Desde la Fadeeac explicaron que la diferencia tiene relación con «el complejo entramado impositivo de la Argentina. La potestad de los tres niveles de gobierno (nacional, provincial y municipal) para aplicar impuestos diversos sobre el combustible es uno de los factores que alimenta las diferencias estructurales en el costo final del litro de combustible».

Los especialistas en Energía de la federación detallaron que “la Argentina presenta grandes disociaciones en la infraestructura de almacenaje y transporte de combustible, lo que define un Norte más caro en precios, y un Sur que recibe subsidios para lograr su competitividad. En un país extenso la divergencia de precios de los combustibles es parte del problema original”.


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