Gasoducto Norte: Una obra contrarreloj para evitar una caída del 10% en la generación eléctrica del país

Las centrales térmicas del Noroeste Argentino corren riesgo de salir de operación por la falta de gas, que hoy llega desde esa región y Bolivia. Representan 3.500 MW de potencia instalada. Nación anunció que antes de fin de mes se licitan los trabajos de reversión del Gasoducto Norte.

En el mundo de la energía no es un invento decir que todo tiene que ver con todo. Y esto cobra especial relevancia en la obra de reversión del Gasoducto Norte que el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció que se licitará antes de fin de mes. Es que el 10% de la potencia instalada en generación térmica del país corre riesgo de quedar indisponible si no se garantiza el gas para Tucumán y Salta.

El director de Energía Argentina (Enarsa) la firma a cargo del gasoducto Néstor Kirchner y de estas obras, y director del Centro de Estudios de Política, Energía y Sociedad, Víctor Bronstein, explicó la importancia estratégica de la obra para todo el sistema energético argentino y que parte del importante declino de la producción que hoy se importa desde Bolivia, pero también de la propia Cuenca del Noroeste argentino.

La reversión del Gasoducto Norte consiste, en resumen, en la inversión del sentido de circulación del gas por el ducto. Hoy el gas fluye desde Córdoba hacia el norte, hasta la frontera con Bolivia.

Pero como se marcó, la producción en esas zonas está en marcada caída y según precisó el mismo Bronstein “al contrato de importación con Bolivia le quedan dos años pero terminarlo antes no depende tanto de nosotros sino de Bolivia, que se está quedando sin gas”.

El trabajo diseñado por el gobierno nacional, y que Massa anunció que será licitado “en 15 días”, el presidente de Enarsa aseguró que se licitará la semana que viene, incluye además una conexión estratégica: el gasoducto Tío Pujio – La Carlota, una línea de 120 kilómetros de extensión en Córdoba, que permitirá una suerte de anillado del gas, al unir allí los sistemas de dos de los grandes gasoductos del país, el Norte con Centro Oeste.


El 10% de la generación térmica del país está en riesgo


“Para nosotros es fundamental la reversión del Gasoducto Norte porque tenemos que garantizar el gas para el NOA, donde hay centrales térmicas que aportan al sistema alrededor de 3.500 MW instalados”, aseguró Bronstein a Cosechas y Negocios y sumó que “es casi el 10% de la capacidad de potencia que tiene Argentina”.

La preocupación de Enarsa radica en que esas centrales solo pueden funcionar quemando gas para generar electricidad.

“Las centrales del norte, que están fundamentalmente en Tucumán y Salta, no son duales. Solamente funcionan a gas. Hay centrales que son las que están más cerca de Rosario que pueden funcionar a gas o con líquidos, pero las centrales térmicas que están en la traza del Gasoducto Norte funcionan solamente a gas”, explicó.

Y alertó que “si no tenemos gas, estas centrales dejan de aportar al sistema y complica el aporte de generación eléctrica” de todo el país.

El director de Enarsa señaló que junto a la reversión en sí de las plantas compresoras del Gasoducto Norte “la obra está asociada al gasoducto La Carlota – Tío Pujio, que por suerte el financiamiento ya se consiguió que lo da el CAF, con lo cual en agosto calculamos que se va a licitar para empezar las obras”.

Y destacó que lo estratégico de esta reversión no es solo garantizar el flujo de gas y que el mismo llegue a las centrales térmicas. “El gas que le estamos comprando a Bolivia está alrededor de 12 dólares el millón de BTU y con el Plan Gas.AR vamos a tener un gas de 4,5 dólares por millón de BTU. Eso es un ahorro fiscal muy importante para el gobierno, además de darnos la posibilidad de mejorar la capacidad de exportación”.

El dato

12 dólares
por millón de BTU percibe Bolivia por su gas, el mismo valor que hoy tiene el GNL y casi el triple que el precio del gas nacional encuadrado en el Plan Gas.Ar.

Esto implica que Bolivia -cuyo precio se determina en una fórmula que lo vincula con el precio de los combustibles líquidos- está percibiendo hoy un precio por su gas enviado por gasoducto igual al precio de comercialización actual del gas natural licuado (GNL) en el mercado sport, que ayer era de 12 dólares también por millón de BTU.

Un beneficio múltiple al que sumó que “además la reversión del Gasoducto Norte nos va a permitir también aportar al desarrollo de los proyectos mineros del litio que también necesitan energía”.


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