La industria petrolera mira al 2023: el miedo al déjà vu del año electoral

La preocupación por lo que pueda suceder el año que viene permeó el festejo del Día del Petróleo. La industria cerró un buen año pero está atenta a las incógnitas del año que viene.

La industria del gas y el petróleo festejó esta semana el 115 aniversario del descubrimiento de los hidrocarburos en el país, y pese al muy buen año que está a punto de cerrar, el ánimo en buena parte de los directivos del sector no era tan de festejo como podría esperarse. Es que el sector se enfrenta en estos días a una foto que parece un déjà vú del 2019, cuando el año electoral con complicaciones macroeconómicas fue erosionando los hitos alcanzados y sumió a la industria en desarrollo en una parálisis.

La imagen del 2023 en ciernes es bastante parecida y por eso son varias las empresas que se preparan para un largo “wait and see”, ese fenómeno de solo seguir adelante con los desarrollos en marcha y esperar a que se despejen las incógnitas de fondo para definir nuevas inversiones.

En 2019 la definición de la espera fue negativa y las “cosas que pasaron” llevaron a que la industria no solo se frenara sino que incluso retrocedió y retiró equipos de actividad al calor de medidas rompe ruedas como fue el decreto de congelamiento del petróleo y los combustibles en la víspera de las elecciones nacionales.

La secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón, se esmeró en el almuerzo del Día Nacional del Petróleo por llevar anuncios positivos para la industria: financiamiento a la vista para el tramo 2 del gasoducto Néstor Kirchner, avances en los proyectos de ley de Gas Natural Licuado (GNL) e Hidrógeno, la extensión de la concesión de Oiltaking Ebytem para que amplíe la capacidad de almacenamiento.

Pero el doble asterisco del año electoral recalentado por la macroeconomía en ebullición del país no escapó en las caras de los directivos de las empresas a la hora del brindis.

La obra del gasoducto Néstor Kirchner está en marcha y ya se recibieron las ofertas para el Plan Gas 4 y 5. (Foto: Matías Subat)

Con mayor o menor fuerza las preocupaciones están en cómo puedan influir las elecciones en el sector que hoy es clave para las exportaciones. Y en ese interrogante no solo los CEOs y presidentes señalaron esta semana las elecciones nacionales para suceder a Alberto Fernández, sino también las elecciones en Neuquén, en donde la preocupación radica en la posibilidad de que por primera vez el “gobernador de Vaca Muerta” no sea del Movimiento Popular Neuquino (MPN).

Pero además, varios CEOs sumaron a la serie de interrogantes por delante aspectos bien específicos del sector. El primero atañe al segmento del gas natural y es que si bien desde el gobierno se lanzaron las convocatorias al Plan Gas 4 y 5 (que cerraron esta semana), la propuesta se hizo en momentos en los que el gobierno mantiene una importante deuda con las empresas por los pagos del actual Plan Gas.Ar.

“No solo la convocatoria propicia un menor precio para el gas a partir del año que viene, sino que nos están pidiendo que ofertemos más gas, a menor precio, cuando aún nos deben por el gas que ya entregamos”, planteó con preocupación el CEOs de una de las productoras del segmento.

Por el lado del petróleo también se manifestaron señales de alerta, y la más clara es qué sucederá con el precio de los combustibles. Tras el acuerdo de Precios Máximos con las refinadoras del país para aplicar subas prefijadas hasta marzo, las empresas consultadas plantearon que “va a ser difícil que después de marzo el gobierno acepte más aumentos cerca de las elecciones”.

Si bien un congelamiento de este tipo, un déjà vu del 2019, dejaría al sector con una suba de casi un 12% en el primer trimestre del año, las empresas consultadas advirtieron que ese escenario está minado de incógnitas, ya que una dispara del precio internacional del crudo, del dólar o de la inflación doméstica terminarán golpeando con fuerza multiplicada al sector si se avanza en el déjà vu del congelamiento de los surtidores.

Pero la amenaza es aún peor y es que para las empresas integradas, la venta de combustibles es al final del día “la nafta” que alimenta el motor de sus desarrollos en el upstream, más puntualmente en Vaca Muerta.

Y en esto aspecto otro directivo advirtió que “menos precio en los surtidores, es menos plata para el plan de inversión, que termina en menos producción”.

En el “wait and see” las autoridades de Neuquén son una isla de optimismo. Y es que tras una inversión que este año superó los 5.000 millones de dólares en Vaca Muerta, ya esperan que para el año que viene se alcance un récord con un total de inversiones del orden de los 7.000 millones de dólares.

Un congelamiento en los combustibles afecta los planes de inversión de las firmas integradas.

Energía On consultó si ese valor es una expectativa o algo concreto, y desde el gobierno neuquino se destacó que “es lo que se puede anticipar de los compromisos de inversión que las empresas ya han presentado”.

En la mirada del vaso medio lleno del gobierno neuquino hubo sin embargo una situación en medio del festejo por el Día Nacional del Petróleo que no pasó inadvertida para las máximas autoridades de las empresas que impulsan el shale nacional, y es que el gran ausente en el festejo que organizó el IAPG fue el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez.

No se explicaron las razones de su ausencia, pero la simple falta a un acto alimentó la preocupación de la cola del año electoral en la política de la provincia que concentra a Vaca Muerta.

El clima en un sector clave como es el de los hidrocarburos, con un fuerte potencial de multiplicar las exportaciones el año que viene, dejó en claro esta semana que de cara al 2023 el escenario de auge está rodeado de interrogantes y variables que pueden afectarlo, como en el dicho del aleteo de una mariposa en el Caribe.


La distancia entre los anuncios de Nación y el pedido del IAPG


En la celebración del Día del Petróleo se dio un interesante contrapunto entre los pedidos que hizo el presidente del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), Ernesto López Anadón, y los anuncios que lanzó la titular de Energía, Flavia Royón.

Es que mientras el titular de la entidad que nuclea a las principales empresas del país sostuvo que es urgente una definición en torno a la liberación de exportaciones, acceso al mercado de capitales y que el Estado no encare obras de infraestructura, sino que le de las condiciones a las empresas para que éstas las hagan. Royón terminó anunciando todo lo contrario.

Royón, López Anadón y el presidente de YPF Pablo González en el Día del Petróleo. (Foto Gentileza)

No abordó el pedido -común a todos los sectores industriales- de liberación del mercado de cambios y exportador, pero sí se refirió a obras de infraestructura fundamentales como es el tramo 2 del Gasoducto Néstor Kirchner.

Al contrario del planteo de López Anadón, contó que se está avanzando en el cierre de un acuerdo de financiamiento con la Banco de Desarrollo de America Latina (CAF) que sumado al acuerdo ya cerrado con el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDES) permitirán financiar la obra que irá desde Salliqueló a San Jerónimo.

Sin embargo, Royón precisó que el acuerdo de financiamiento recién se definirá en marzo del año que viene, sumando un plazo de tres meses de espera para avanzar o no en la obra clave.


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