Los subsidios a la energía sumarán 150.000 millones de dólares en poco más de una década

Es el cúmulo de aportes desde el 2011. Las erogaciones en poco más de una década alcanzan para construir 60 gasoductos como el Néstor Kirchner o 30 plantas de GNL.

Los subsidios a la energía han sido el talón de Aquiles de los gobiernos argentinos durante más de una década y no es para menos, ya que a fines de este año el acumulado de aportes para cubrir el costo de la energía llegará prácticamente a la extravagante suma de 150.000 millones de dólares en solo 12 años.

Para los gobierno más afines a las políticas sociales como es el caso de los gobiernos kirchneristas y el actual del Frente de Todos, los subsidios son una herramienta de política social y económica. Pero en momentos de billeteras flacas en el Estado, como es el actual, representan todo un grave problema.

Para el único gobierno de otro color que hubo en el período estudiado, el de Mauricio Macri, el intento por reducir este drenaje de divisas por medio de tarifazos, terminó siendo un arma no de doble filo, sino que directamente lo que recortó fue el apoyo social que tenía el gobierno.

En un reciente informe elaborado por el Instituto Argentino de la Energía Enrique Mosconi, se resumieron los valores que desde el 2011 se destinaron a los subsidios energéticos y a las transferencias de capital para el mismo sector tomando como fuente de esta información los datos del Presupuesto Abierto, de la Asociación Argentina de Presupuesto Público (ASAP) y del Banco Central.

Hasta diciembre del año pasado la suma de fondos aportados llega a los 134.187 millones de dólares, y se espera que hacia fin de año se terminen de redondear los aportes en 150.000 millones de dólares, dado que las proyecciones de diversas consultoras y especialistas del sector energético marcan que los subsidios de este año superarán los 15.600 millones de dólares y se ubicarán apenas por debajo del año del mayor gasto energético que fue el de 2014.


Subsidios versus inversiones


Si bien como se marcó, es potestad de los gobierno la asignación de subsidios a la energía, el monto sumado en estos casi 12 años es colosal.

Como para tomar una referencia, el gasoducto a Vaca Muerta, bautizado Néstor Kirchner, y sus obras complementarias tendrán un costo de casi 2600 millones de dólares. Es decir, que con los 150.000 millones de dólares destinados a subsidios desde el 2011 se podrían construir 60 redes de gasoductos idénticas.

También estos aportes son suficientes para solventar la construcción de 30 plantas licuefactoras de gas, para exportar GNL. O para solventar el costo de 10 plantas de GNL y los pozos y gasoductos necesarios para garantizar su operación por un período de 10 años y embarcar al país en el sueño exportador del GNL.

El actual programa de segmentación tarifaria que el gobierno nacional puso recientemente en marcha apunta precisamente a reducir esta sangría de aportes, aunque ya se sabe que este año el impacto que tendrán en los montos a pagar será considerablemente bajo.

Esto se debe por un lado a la fecha de inicio de la segmentación, dado que no solo abarcará solo la porción final del año, con lo cual dos tercios del calendario se dieron sin achiques, concentrando en esos meses además las facturas más abultadas como son las del invierno.

Pero además, por la forma escalonada en la que se realizará la segmentación que llevará a que la quita de subsidios íntegra se aplique recién en el último mes del año. Derivando así en un recorte de los subsidios que según las consultoras difícilmente podrá superar los 150 millones de dólares en este año.


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