Enterrarán las 200 toneladas de residuos tóxicos

CINCO SALTOS (ACS).- El presidente del Consejo Provincial de Ecología y Medio Ambiente (Codema), Oscar Echeverría, confirmó ayer que los residuos tóxicos que se trasladarán de la ex planta de Indupa son 200 toneladas de desechos peligrosos por contaminación con mercurio que se llevarán a la zona de meseta de Cinco Saltos.

Aseguró que el elemento -que había quedado como parte de los materiales peligrosos utilizados por la ex Indupa- se depositará en un enterramiento sanitario en la barda donde se cuidarán todas las normas internacionales de seguridad exigidas para este residuo.

Ayer arribó a Cinco Saltos una comisión de técnicos especializados del Codema para realizar una inspección en Imextrade, observar condiciones del procedimiento y establecer una comunicación directa con el municipio y con la empresa que debió informar a los organismos de fiscalización (el Codema y Secretaría de Medio Ambiente de Nación) que iniciaría el proceso de remediación de las 200 toneladas de carbón catalítico agotado contaminado con mercurio.

A través de su departamento de inspección la municipalidad detectó que se movilizaban en un camión playo y sin control de seguridad elementos altamente contaminantes.

Echeverría aclaró que, según figura en el expediente, el procedimiento estaba a cargo de una empresa especialista en descontaminación (Intergeo Argentina SA) al tiempo que cuestionó el sistema de transporte que se intentó realizar.

«La empresa -por la ex Indupa- conoce las normativas y permisos que tienen que sacar aunque muevan el material 200 metros fuera del predio. Si se hubiera caído alguno de estos bins en las condiciones en las que detectó la municipalidad, esto hubiera sido un desastre», aseguró.

El titular del Codema aclaró que «es correcta», la obra de remediación propuesta por Imextrade para estas 200 toneladas de material contaminante.

Agregó que el procedimiento está autorizado desde el 2005. «El proceso es el que corresponde si está bien hecho, pero se nos debió avisar antes para fiscalizarlo y esto no se cumplió», confirmó Echeverría.

Especificó que desde que desapareció la química Indupa -como firma del Estado Nacional- en Cinco Saltos, se creó Imextrade como una residual cuyo objetivo fue solucionar el pasivo ambiental de la ex Indupa.

«Todo el rezago que tenía la planta y los elementos utilizados para el proceso de electrólisis a partir del mercurio fueron enterrados en la isla para hacer una barrera de contención de los tóxicos y evitar la contaminación del recurso hídrico. También en la zona de bardas hay enterramiento de sustancias que se encuentran en condiciones aseguradas según los monitoreos que realiza el DPA», dijo Echeverría.

Durante una inspección del 2003 Imextrade declaró que tenía 200 toneladas de carbón catalítico agotado contaminado con mercurio.

«Presentaron un programa de inertización química a base de polisulfuros y ácidos orgánicos para un tratamiento en el cual se encapsula el mercurio para que una vez enterrado, si hubiera algún escurrimiendo, la lixiviación por agua no transporte el mercurio, no tendrá movilidad», especificó.

Cómo será la fosa de seguridad

La presentación para el enterramiento de las 200 toneladas de elementos contaminados con mercurio se hizo en noviembre de 2004 y el Codema la autorizó en mayo del 2005. Los pasos a seguir son los siguientes:

• El proceso de encapsulado del mercurio tiene una etapa de prueba para ver si es seguro. El «test de lixiviación» debió ser certificado por el Codema o la secretaría de Medio Ambiente de Nación. Este punto se discutía ayer.

• El transporte de la sustancia se debe realizar bajo las reglamentaciones de la ley de residuos peligrosos, que incluye guía de transporte y medidas de seguridad. Estas no se cumplían cuando un camión fue interceptado por la municipalidad tras trabajar en la ex Indupa.

• Las 200 toneladas contaminadas con mercurio se dispondrán en una fosa de enterramiento como otros residuos similares de la planta en la barda saltense, en denominadas «celdas de seguridad».

• La «Celda de seguridad» es una zanja de 4 metros de ancho por 2,2 de profundidad y 60 metros de largo, revestida con polietileno de alta densidad en piso y paredes, con todas sus aristas soldadas.

• Adentro se deberán depositar bines de madera – sin romper las membranas de la celda- que contienen bolsas de 100 micrones con el tóxico. Se debe sellar y tapar.

• Debe incluir chimeneas de seguridad para monitorear las condiciones del residuo en el enterramiento sanitario. Luego de la «tapa» se cubre con un 30 centímetros de material arcilloso bentónico y otros 20 centímetros de tierra que permita el asentamiento de vegetación.

• A través de freatímetros y las chimeneas, se controla el estado del enterramiento sanitario de los productos químicos. El DPA realiza anualmente en este sector, un control dreatrimético e informa a la secretaria de Medio Ambiente de Nación y al Codema del estado de Seguridad.