“El Rocazo”: la sorprendente historia de una canción que se volvió cantata popular

El 3 de julio de 1972, la apacible comunidad de General Roca se movilizó como nunca antes lo había hecho. Ese día, comenzó una pueblada y nació una canción. Ambas llevaron el mismo nombre: Rocazo. Cantada con entusiasmo en aquellos días, poco a poco fue silenciada hasta casi desaparecer. Pero, un hecho familiar inesperado y la conmemoración de los 50 años de la pueblada le devolvió vida a la canción. Convertida en cantata popular, este domingo, a las 20, será presentada la Cantata Popular “El Rocazo” en Casa de la Cultura de Roca (ver aparte) con la presencia en escena de 20 artistas, entre ellos Cuerdas Patagónicas, el guitarrista Juan Falú y, por supuesto, su autor.

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Volcados a las calles en rechazo a la decisión del interventor militar de la provincia, Roberto Requeijo, de crear un Juzgado Civil multifuero en Cipolletti, miles de roquenses, hombres y mujeres, protagonizaron una protesta social que devino en estallido y rebelión popular, sobre todo, a partir de la militarización de la ciudad y el estado de sitio decretados. La pueblada se prolongaría por más de dos semanas convirtiéndose en una de las más largas y de mayor participación en la historia de nuestro país.
La toma de la Municipalidad decidida en Asamblea Popular por un gran número de vecinos y vecinas y la conformación de un Gobierno Provisorio ante la renuncia del intendente , tuvo como respuesta inmediata la llegada de las fuerzas militares que desplazó a dicho gobierno provisorio poniendo en su reemplazo a un interventor militar.

Oculto en una casa de la ciudad, Roberto “Tony” Balmaceda, docente, dirigente gremial a la vez que estudiante de flamante la carrera de Servicio Social de la no menos flamante Universidad nacional del Comahue, comenzó a escribir una letra a la que, guitarra en mano, le fue poniendo música.
Como miembro del Gobierno Provisorio disuelto por la intervención militar, Tony pasó escondido buena parte de los días, pero se apoyó en la música para dar cuenta de los sucesos históricos que ocurrían en su ciudad. La canción del Rocazo, tal era su nombre, una canción con aires folclóricos propios de la canción latinoamericana de su tiempo, funcionó como un diario de la pueblada, una bitácora de un hecho histórico sin precedentes para la localidad valletana.

“A la canción la canté por primera vez ante un grupo de amigos médicos de ese momento en la casa de uno de ellos”, recuerda Tony Balmaceda, en un diálogo con Diario RÍO NEGRO. “Después que pasó el Rocazo seguí cantándola pero poco a poco se fue convirtiendo en tabú ¿por qué? Porque implicaba algo que estaba ligado a lo negativo de acuerdo a la visión de buena parte de la sociedad que creía que, como se trataba de un levantamiento popular, no había que recordarlo siempre”.

Esa negación del Rocazo fue creciendo hasta invisibilizarlo y quitarlo de la memoria histórica de la comunidad y con ello también a su canción. “Hablamos de 50 años de olvido”, afirma. “Hasta el año pasado, nunca se había hecho un recordatorio, una conmemoración institucional, sobre todo”.
Cuando Balmaceda se refiere al año pasado, trae a colación la conmemoración de los 50 años del Rocazo que organizó el municipio en julio de 2022 y del que fue parte como protagonista histórico y también como miembro de la Comisión de Asuntos Históricos municipal. “Al Rocazo, para mi, había que reivindicarlo como un hecho histórico porque fue sentido de esa manera por gran parte de la sociedad y de un sector de la elite de la ciudad que luego se fue borrando”.

Olvido/Memoria

La conmemoración del año pasado devolvió buena parte de su memoria a la comunidad, pero también, y no menos importante, le devolvió vida a la canción del Rocazo, tan olvidada como el hecho mismo que contaba en sus estrofas. Durante casi 50 años solo habitó en la memoria de su autor, ya que su música nunca había sido escrita ni tampoco grabada. Al menos, eso creía Balmaceda.
Hace unos años, poco antes de la pandemia, Tony le mencionó a su hijo Emiliano, que es realizador audiovisual, que lamentaba haber perdido aquella grabación casera que había hecho de la canción, pero la respuesta de su hijo lo sorprendió gratamente: “Yo la tengo”, le dijo. Más aún, no sólo la conservaba, sino que también la había digitalizado.

Inmediatamente, le pidieron al músico y amigo de la familia, Andrés Fuhr, que escribiera la música en un pentagrama y la registraron en Sadaic. Cuando Tony tuvo que registrar el género al que pertenecía puso cantata. La canción del Rocazo comenzaba a tener una nueva vida.
Tras su representación a cargo de Ricardo Peinado y María Laura Balmaceda junto al músico Miguel Portal, que hizo los arreglos y la interpretó, padre e hija comenzaron a pensar en algo más para la cantata. Un espectáculo que contara la historia completa porque hubo un segundo Rocazo que casi nadie recuerda. Ocurrido unos mese s después del primero, a partir del regreso de Requeijo -quien no era bienvenido en la ciudad- ahora como candidato a gobernador por el PPR y agravado por el asesinato de un joven de 21 años por un balazo disparado por la policía que custodiaba el acto partidario de Requeijo y que le dio en la yugular. El hecho desató la furia popular y un cortejo fúnebre nunca antes visto.

Historia de una cantata

Así fue que surgió la idea de una cantata, una muy especial. Una cantata popular y escénica dedicada a una pueblada. “Basada en las cantatas populares, pensamos en una cantata musical y escénica. Las artes escénicas son artes dinámicas, en movimiento, que incluye la actuación, la danza, el recitado. En este sentido, no hay antecedentes de este tipo de cantata popular, musical y escénica. Su otra singularidad es justamente esto último, que es que se le da un sesgo más artístico, pues se da un cruce interdisciplinar entre música teatro, teatro, danza y literatura”, aporta María Laura Balmaceda, directora artística y escénica del espectáculo “Cantata popular El Rocazo”.
Aquella canción tocada y cantada en peñas y encuentros que celebraba a su modo la pueblada roquense se expandió a un espectáculo integral con veinte artistas en escena que contará con la participación de Cuerdas Patagónicas, uno de los ensambles de la Filarmónica de Río Negro; el guitarrista Juan Falú; los cantantes solistas Mora Martínez y Luis Andrade; Ricardo Peinado; un coro; bailarines; y una producción audiovisual que funciona como un metarrelato (ver aparte).

A partir de que contaban con una sola canción, aquella de los días calientes de 1972, Tony Balmaceda comenzó a escribir nuevas letras lo que significó revisitar un momento histórico de la región con la perspectiva que dan los 50 años de distancia. “Esta cantata empieza por contar una historia que no fue contada y que muchos desconocen lo que se vivió en este territorio; por eso, más allá de ser una propuesta artística, es poner en valor la historia regional desde una mirada crítica”, destaca María Laura.

El primer paso que dio forma a este espectáculo fue la incorporación de Jessica Sacks, directora del ensamble de cuerdas, quien, casualmente, estaba buscando un proyecto artístico para presentar en la Filarmónica. El segundo gran paso fue Juan Falú, quien suele trabajar con la Filarmónica que dirige Martín Fraile. Falú, uno de los músicos populares más importantes del país, se puso a disposición apenas leyó los textos: qué puedo aportar, dijo. Ylo que aportó fue nada menos que los arreglos de la canción del Rocazo, además de la composición del preludio, el interludio y el posludio del espectáculo.
Dividida en dos partes, primero y segundo Rocazos, la historia se va contando con diferentes recursos artísticos: canciones que hacen el relato y a la vez que hay relatos cantados. Además de las canciones, que son base y estructura del relato, en un momento aparecen los bailarines con el coro que va cantando parte de la historia, después aparecen los solistas cantando una canción y reforzando lo contado.

Cantata Popular «El Rocazo»

Autor y compositor: Roberto “Tony” Balmaceda
Directora Artística y Escénica: María Laura Balmaceda
Director de la Orquesta Filarmónica de Río Negro: Martin Fraile Milstein
Ensamble de Cuerdas Patagónicas: Jessica Sacks (Guitarra), Aron Vera Báez (Violín), Josela Garate (Violín), Sofía Zabalza (Viola) y Oswaldo Corro (Violoncello)
Invitado Especial: Juan Falú
Cantantes Solistas: Mora Martínez; Luis. A. Andrade
Coro: Myriam Báez, Agustina Maffrand, Diego Blanco, Agustín Barros
Actor: Ricardo Peinado
Bailarines: María Laura Balmaceda, Micaela Delgado, Jimena Jiménez, Celina Zottelle, Fernando Zuber, Pablo Mora, Camila Kozampel
Arte Audiovisual: Emiliano Balmaceda
Niñas: Romana Andrade, Luisina Andrade y Sofía Balmaceda.

Función: domingo 11, a las 20, en Sala 2 de Casa de la Cultura (9 de Julio 1043, Roca).
Entrada libre y gratuita con bono contribución sugerido.